Vanguardia es una mujer – Clara de Frutos

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Vanguardia es una mujer es la obra premiada por la primera beca de la Fundación El arte de volar. Una fundación creada literalmente para «facilitar el despegue» a jóvenes autores y autoras que están empezando en el mundo del cómic. Una fundación nacida de la mano de Antonio Altarriba (El arte de volar) que pretende estimular el joven talento.

El jurado que premió la obra estuvo compuesto por por Anna Abella, Carla Berrocal, Juan Díaz Canales, Ana Miralles, Laura Pérez Vernetti y Yexus, además de Julio Gracia, Luis Martínez y Pedro Sanz, como representantes de las tres entidades organizadoras de la Beca: la Fundación, Norma Editorial y Edelvives. Sin duda, un jurado experto en el que sobra el talento. Y la autora premiada fue en este caso la ilustradora madrileña Clara de Frutos (1993).

En Vanguardia es una mujer, Clara de Frutos demuestra un gusto exquisito y una estética delicada. El uso de la acuarela es todo un acierto. En un mundo en el que cada vez se apuesta más por lo digital, creemos que el uso de técnicas como la acuarela y los trazos con lápiz es meritorio desde el punto de vista artístico.

vanguardia es una mujer

Vanguardia es una mujer

Pero más allá de la estética de la obra, que insistimos, es de sobresaliente, creemos que hay que destacar el aspecto documental. La obra gira en torno a las mujeres pertenecientes a la generación del 27. Margarita Manso, Maruja Mallo, María Zambrano, Josefina de la Torre, Concha Méndez, Carmen Conde, María de Maeztu o Zenobia Camprubí. Esa generación de mujeres conocidas como Las sinsombrero, cuyas aportaciones artísticas fueron sobresalientes, pero cuyas biografías y trabajos apenas han sido estudiados. Toda una generación de mujeres ninguneadas, mientras sus amigos, sus parejas, sus maridos, se llevaron todo tipo de reconocimientos.

clara frutos

La obra se centra en la biografía de Concha Méndez, poeta de la generación del 27, no poetisa como ella se encargaba de señalar. Concha vivió la eclosión cultural de la España previa a la República, viajó a Argentina, volvió a España cuando se proclamó la República, y se exilió a México cuando estalló la Guerra Civil. En esta vorágine se relacionó con aclamadas personalidades como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez, Gerardo Diego; pero también a Rosa Chacel, Ernestina de Champourcín o Luisa Carnés.

El cómic utiliza como vehículo conductor del relato una larga conversación con su nieta. De este modo, la autora va hilando los secretos de las mujeres que formaron parte de esa generación y cuya participación cayó durante décadas en el olvido.

concha mendez. Vanguardia es una mujer

Sin duda, una obra que transmite amor por lo que está narrando. Que no dejará indiferente al lector. Y que seguro que insuflará ganas de saber más y de leer algunos de los textos que salieron de las mentes de esas mujeres tan brillantes. Lean y juzguen.

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