Aquellos Inolvidables Tebeos – Clásicos de mi infancia

Los cómics clásicos españoles, aquellos inolvidables tebeos que nos acompañaron en nuestra infancia, fueron editados en buena medida por la Editorial Bruguera, aunque no podemos olvidarnos de Editorial ValencianaTBO, Ediciones Cliper y Editorial Marco. Todas ellas ocuparon el mercado tebeístico español. Y en TBO en clase haremos un repaso por las principales series y sus personajes. Empezando por los personajes de los tebeos de Bruguera. Todos esos tebeos que forman parte de nuestro imaginario común, ahora los tienes aquí. Desde clásicos de todos los tiempos como Carpanta, a clásicos actuales como Superlópez. Cualquiera de ellos es el cómic ideal para regalar a los nostálgicos.

Revistas y tebeos clásicos en la posguerra española

Finalizada la guerra civil española, la historieta en España modificó su oferta y su formato. El tebeo humorístico y de aventura se convirtió en el género dominante. Hubo que esperar hasta finales de los años 70 para que la industria del cómic franco-belga trajera aires de renovación al sector con cómics como Spirou, Tintín o Astérix. Durante los duros años de la posguerra española, los quioscos estaban llenos de revistas infantiles y juveniles en donde se publicaban todo tipo de historietas. La legendaria TBO, Pocholo, Nicolás, la eterna Pulgarcito o la esperanzadora Tio Vivo fueron solo algunos de los títulos de estas revistas en donde aquellos inolvidables tebeos eran publicados con carácter semanal, quincenal o mensual. Una fórmula creativa de enorme éxito, que reportó durante años pingües beneficios. Gran tirada, bajo precio, amplia distribución y amplia periodicidad. De algún modo podríamos denominar a estas décadas la edad de oro del tebeo clásico español.

Los protagonistas de aquellos inolvidables tebeos españoles

Una de las características de los tebeos antiguos españoles es precisamente trazar personajes que sean fácilmente reconocibles por el público. Ya sea por su carácter, o por su entorno, el personaje debe ser fácilmente identificable. Personajes chapuzas (Pepe Gotera y Otilio, o Mortadelo y Filemón); personajes frustrados (Don Berrinche); los familiares (La familia Cebolleta o La familia Trapisonda); los sádicos (Doña Urraca); los inocentones (Pitagorín o Ángel Siseñor) o los despistados (Rompetechos). Todo un elenco de personajes que llenaban las páginas de aquellos inolvidables tebeos españoles.

Nuestra intención es seguir profundizando en aquellos inolvidables tebeos españoles que poblaron los quioscos durante las  difíciles décadas de la posguerra. Luchando contra la censura y contra la penuria económica. Pero de momento hemos empezado por una interesante selección de historietas, todas ellas editadas con Bruguera. En breve iremos ampliando.

La censura en las revistas infantiles

Buena parte de las publicaciones infantiles de Bruguera en las décadas de los años cuarenta y cincuenta supusieron una crítica encubierta a la posguerra española. Un juego de espejos deformantes que poco a poco fue diluyéndose hasta que en los años sesenta era prácticamente imposible ver ningún atisbo de crítica. ¿Qué pasó para llegar hasta ese punto? ¿Tan efectiva fue la censura impuesta por el régimen? La respuesta no es fácil.

Son muchos los factores que nos pueden ayudar a entender este proceso, pero desde luego influye notablemente la aparición de toda una generación de escritores y dibujantes que no habían vivido la guerra, y por lo tanto estaban más distanciados de las viejas rivalidades políticas. Eso hizo que buena parte del humor crítico encubierto se fuera perdiendo, y las revistas se fueran infantilizando.

La censura previa en aquellos inolvidables tebeos

Otro aspecto importante fue la ley de 24 de junio de 1955 que impuso la conocida como censura previa; que establecía catorce artículos por los que pasaban a regularse las nuevas publicaciones. En virtud a esta ley, las revistas infantiles y juveniles debían velar porque sus contenidos no se desviaran del público al que iban dirigido. Se debe evitar

toda desviación del humorismo hacia la ridiculización de la autoridad de los padres, de la santidad de la familia y del hogar, del respeto a las personas que ejercen autoridad, del amor a la Patria y de la obediencia de las leyes.

Es decir, en adelante, eran las propias revistas las que debían encargarse y velar por el respeto y cumplimiento de la ley. Esta censura previa fue realmente mucho más exigente que cualquier tipo de censura gubernamental que pudiera haberse establecido. La censura que parte de uno mismo suele ser más agresiva que la que viene de fuera.

El 30 de septiembre de 1963 se volvió a regular la legislación, ajustando nuevamente los criterios para las publicaciones infantiles y juveniles.

Y finalmente hizo lo propio la ley del 19 de enero de 1967 con la publicación del Estatuto de Publicaciones infantiles. Pero sin duda, nada hizo tanto daño como la censura previa.

La labor divulgativa del tebeo español

Pero no queremos empezar este análisis sin reconocer a aquellos que llevan años divulgando la historieta española, y luchando por lograr el reconocimiento de propios y extraños. De su trabajo nos hemos valido en buena medida para esta entrada, y es justo ser agradecidos. En primer lugar está la magnífica labor de Tebeosfera, que a través de su web y de sus publicaciones anuales, hacen una inmejorable labor por el tebeo clásico español. Inscribirse a su asociación debería ser casi obligatorio para cualquier amante de la historieta española.

Por otro lado la inmejorable colección de Clásicos del Humor que la editorial RBA publicó en el año 2009. Cuarenta números que hacen de esta colección el más completo recopilatorio de aquellos inolvidables tebeos que publicó la editorial Bruguera durante cuatro décadas. Y en donde Antoni Guiral no solo fue el encargado de la selección del coleccionable, sino que es el autor de los textos de introducción de cada volumen. Sin ellos, este artículo jamás hubiera sido tan completo.

También hay numerosas webs y foros que nos han ayudado en momentos concretos en la búsqueda de información, como el foro no oficial de Mortadelo y Filemón, o el foro no oficial de Superlópez.

Y tampoco podemos olvidarnos de aquellos que ya andaron nuestros mismos pasos, como La Cárcel de Papel de Álvaro Pons. Su labor divulgativa e investigadora en torno a los tebeos españoles es impagable.

La primera generación de aquellos inolvidables tebeos

Si hablamos de grandes autores de Bruguera, es habitual que los teóricos diferencien hasta tres generaciones diferentes de autores; siendo la primera la formada por Cifré, Conti, Escobar, Giner y Peñarroya. Aunque hubo también otros autores igualmente importantes. También existen investigadores que incluyen a Vázquez en esta primera generación; al menos como nexo de unión entre ambas generaciones. Quizás la principal característica de estos autores es haber vivido la guerra civil. También conocemos a esta generación como Generación del 47.

CIFRÉ

Golondrino Pérez

golondrino perez

  • Autor: Cifré
  • Primera aparición: 1957 (Tío Vivo)
  • Última aparición: 1862

Golondrino Pérez es un personaje moreno, bajito y poco agraciado en general. Un hombre sencillo, modesto, que gusta vestir elegante; pero que nunca encuentra pareja, pese a su caracter enamoradizo. Es de las pocas series de la época en la que la trama gira en torno a las frustraciones sexuales de su protagonista, que por más que lo intenta, nunca encuentra la manera de llegar al matrimonio con una chica. Obviamente la serie descarta nada que no sea el matrimonio. No hace falta insistir en la moralidad de la época, que no concebía una relación que no pasara por la vía matrimonial. Sin lugar a dudas, un cómic diferente entre aquellos inolvidables tebeos de nuestra infancia.

CARLOS CONTI

Carioco

carioco

  • Autor: Conti
  • Primera aparición: 1949 (Pulgarcito)
  • Última aparición: 1975

Posiblemente sea la creación más extensa de Conti. Carioco no es un personaje normal, aunque su aspecto parezca decir lo contrario. Carioco es un personaje solitario, sumido en sus propios pensamientos. Introvertido, melancólico. Un personaje con desequilibrio mental. De hecho la serie también se conoció como «El loco Carioco». Un loco que estaba ingresado en un manicomio y al que se le permitía salir de permiso a relacionarse en sociedad. Y son precisamente estas salidas lo que Conti nos cuenta a través del personaje de Carioco. Una genialidad entre aquellos inolvidables tebeos de la posguerra.

La clave del personaje está precisamente en su falta de cordura, que le permite abstraerse de las penurias propias de la época. Y aunque en determinado momento abandonó el psiquiátrico y poco a poco fue suavizando su falta de lucidez, la serie nunca perdió su sello de identidad. Carioco siempre fue un personaje diferente con dificultades para relacionarse e integrarse con su entorno.

Apolino Taruguez

apolino taruguez

  • Autor: Conti
  • Primera aparición: 1951 (DDT)

Apolino Taruguez es un despreciable hombre de negocios. Un capitalista explotador de porte poco elegante. Un personaje poco común entre aquellos inolvidables tebeos del franquismo. Como asegura Antoni Guiral, el propio Conti deja entrever que su fortuna la ha ganado en el mercado negro. El contrapunto lo ofrece su empleado Celedonio, fiel y sumiso, que siempre terminaba siendo apaleado por su jefe.

La obra es una magistral crítica al capitalismo y al sistema económico-laboral del franquismo. Fue uno de los tebeos favoritos de su autor Conti.

ESCOBAR

Doña Tula

Cómics clásicos españoles

  • Autor: Josep Escobar
  • Primera aparición: 1951 (DDT)
  • Última aparición: 1955

Otra serie costumbrista más que ahonda en el terreno familiar. Esta vez de la mano de Josep Escobar. Doña Tula es la suegra de Clotildo, casado con Filomena. El hilo conductor de la serie es la relación entre Clotildo y su suegra. Doña Tula es de carácter fuerte y severa, y tiene una actitud despótica y desafiante con su yerno. La serie es un reflejo sarcástico de una época en la que convivir con tus suegros era la norma extendida entre los matrimonios.

Aquellos inolvidables tebeos
DDT, 1953

El final de la serie vino precedido por la entrada de la censura. Antes que modificar la esencia de la serie, Escobar prefirió cancelarla. Pero a pesar de la poca duración de la serie, Doña Tula dejó un recuerdo imborrable entre aquellos inolvidables tebeos que poblaban la España de la posguerra.

Blasa, portera de su casa

blasa portera de su casa

  • Autor: Josep Escobar
  • Primera aparición: 1954 (Pulgarcito)
  • Última aparición: 1986

Blasa es una portera corpulenta. Un personaje con carácter que ejerce todo tipo de trabajos: limpiadora, recoge basura, se encarga del ascensor, vende pisos, y controla la entrada y salida de personas. Pero Blasa es también una portera cotilla, manipuladora y mandona. Podría parecer que Escobar utilizó esta serie para criticar el viejo oficio de portera, aunque parece más bien que lo que se desprende de la serie es una sutil crítica social del sistema de vida comunitario en los años del franquismo.

Petra, criada para todo

aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Josep Escobar
  • Primera aparición: 1957 (Tío Vivo)
  • Última aparición: 1957

Como otras series de Bruguera, Petra, criada para todo vuelve a abordar la dificil relación entre las asistentas del hogar y las señoras de la casa. Petra es una criada fuerte y pícara, que no temía enfrentarse a ningún problema que le surgiera; aunque también era pueblerina y analfabeta. Por su parte, doña Patro Pérez es su despótica señora que vive de sus rentas, y que en los primeros años de la serie prácticamente tenía a Petra esclavizada.

En este listado de aquellos inolvidables tebeos españoles, no podía faltar una obra maestra del genio Escobar. En los primeros años la serie se mostraba muy crítica con las miserias del franquismo; pero muy pronto se convirtió en un retrato costumbrista. En Petra, Escobar nos introduce numerosos detalles del día a día de la sociedad española de los años cincuenta: la llegada de los electrodomésticos, la llegada de los supermercados o los problemas laborales. Todo un clásico entre los tebeos antiguos españoles.

JOSÉ PEÑARROYA

Don Pío

Aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: José Peñarroya
  • Primera aparición: 1947 (Pulgarcito)

Don Pío, un hombre corriente de mediana edad que trabaja en una oficina, y que tiene los gustos propios de la época. Doña Benita, una mujer que desearía llevar un ritmo de vida superior al que lleva, y que no alcanza con el dinero que trae a casa su marido. Es despilfarradora y tiene un carácter difícil. Y Luisito, el sobrino de ambos. Los tres conforman el elenco de personajes principales de Don Pío, un clásico de los tebeos españoles. Una serie que sirve perfectamente para observar la evolución de la familia tradicional española de los años cincuenta, como si de un retrato costumbrista se tratara.

Tebeos clásicos españoles
Pulgarcito, 1472

Pese a la progresiva infantilización de los tebeos de Bruguera, Don Pío abordaba los problemas conyugales. Y de hecho, la aparición de Luisito fue una de las consecuencias de la censura. Un lastre que tuvieron que soportar todos los tebeos clásicos de nuestra infancia.

Gordito Relleno

Gordito Relleno

  • Autor: José Peñarroya
  • Primera aparición: 1948 (Pulgarcito)
  • Última aparición: 1975

Gordito Relleno es uno de los personajes favoritos de su autor, José Peñarroya. Se trata de otro personaje bonachón incapaz de matar un mosquito. Un tontorrón obeso, calvo y optimista que vivió la España de la posguerra. Un personaje de suerte esquiva, pero que tiene muchas amistades; que en su inmensa mayoría tratan de aprovecharse de él. Debido a su maltrecha economía, Gordito Relleno desempeñó numerosos oficios. Entre los tebeos clásicos, Gordito Relleno destaca por su voraz crítica social, oculta siempre bajo un prisma de humor. La indigencia, el estraperlo, la estafa y las distintas clases sociales hacen gala entre sus páginas. Y aunque no sea lo habitual, alguna que otra vez Gordito Relleno termina sus historias de manera triunfal.

Eso sí, no siempre fue tan ingenuo. En sus primeras historias, Gordito Relleno se mostró bastante más osado y pícaro. E incluso en alguna ocasión trató de sacar provecho de alguna que otra oportunidad.

Pitagorín

Pitagorín

  • Autor: José Peñarroya
  • Primera aparición: 1966 (Pulgarcito)
  • Última aparición: 1975

El protagonista de la serie es un niño rubio de unos 10 años, con una buena mata de pelo y con gafas, que destaca por su inteligencia. La característica que define al personaje es su honradez y su bondad. Pitagorín siempre está predispuesto a ayudar al prójimo. Haz el bien, y no mires a quién. Con esta frase podemos resumir perfectamente la esencia de la serie.

Muy llamativo el hecho de que al igual que ocurriera con otros personajes de otras series más conocidas, la gente común adoptara el calificativo «pitagorín» para designar al típico listo de la clase. Muy ilustrativo del éxito que tuvo que alcanzar la serie.

Don Berrinche

aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: José Peñarroya
  • Primera aparición: 1948 (El Campeón)

Don Berrinche es un personaje frustrado tendente a tener ataques violentos y provocadores; un sujeto con muy mala leche que aparecía con un garrote (aunque más adelante merced a la censura fue sustituido por un bastón). Un personaje de clase acomodada, lleno de odio, y que encaja perfectamente en la sociedad de la posguerra. En cualquier caso, sus brotes de ira nunca tuvieron un final feliz. Sin duda, hoy día no tendría cabida en una publicación infantil un personaje como Don Berrinche.

Pepe el hincha

pepe el hincha

  • Autor: José Peñarroya
  • Primera aparición: 1964 (Tío Vivo)

Pepe es un hincha del Pedrusco F.C. Un oficinista de clase media cuya pasión por el fútbol lo centra todo. Pero la serie va más allá. Peñarroya utiliza a su personaje para hacer una crítica voraz a los hinchas del fútbol. Como vemos con Pepe, el fútbol es capaz de sacar lo peor de las personas; y anteponer sus colores a su propia familia.

Aquellos inolvidables tebeos españoles durante la segunda generación

La segunda generación de autores de Bruguera fue mucho más extensa. En ella tenemos al gran Vázquez, Ibáñex, Raf o Nené Estivil. Conocida como generación del 57, ellos apenas conocieron la guerra civil, y eran muy pequeños en la posguerra española. Todos ellos nacieron en torno a los años 30. Fueron igualmente los autores que tuvieron que convivir con la censura previa.

ENRICH

El caco Bonifacio

caco bonifacio

  • Autor: Enrich
  • Primera aparición: 1957 (Tío Vivo)
  • Última aparición: 1866

En 1957 Enrich, cuñado de Cifré, creó al personaje del caco Bonifacio, un ladrón de buen corazón y bonachón, que rara vez consuma de forma satisfactoria sus hurtos. Un personaje de doble moral y valores contradictorios; capaz de hacer el mal y el bien en cuestión de dos viñetas. Aunque lo que más llama la atención es que este personaje infantil surgiera en plena dictadura franquista. Un personaje indulgente y de mucha humanidad, pero que ha escogido la profesión de ladrón. Una serie llena de frustraciones y contradicciones. En muchas de sus historias aparece junto a otro caco, de nombre Pancracio. Sin duda, el caco Bonifacio fue uno de los personajes más bonachones de aquellos inolvidables tebeos de la época.

NENÉ ESTIVILL

Agamenón

agamenon

  • Autor: Nené Estivill
  • Primera aparición: 1961 (Tío Vivo)

Agamenón era una serie campestre que respondía a los tópicos de la España profunda: ignorancia, torpeza, rudeza, honradez. Pero al mismo era una serie llena de moralidad. Argumentos sencillos para personajes sencillos, pero llevados de manera magistral, y a menudo con finales muy ocurrentes. En aquellos años en los que la España rural empezaba a despoblarse, Agamenón se convierte en una serie que reivindicaba las bondades del entorno rural. Aunque siempre mostró una crítica mordaz a la ignorancia y la avaricia que afloraban en dicho entorno.

agamenon
Super Tío Vivo nº 14 (1973)

El personaje de Agamenón era vago, glotón, muy bruto, pero sin maldad. Un personaje incapaz de sentir odio ni celos. Noble, ingenuo y bondadoso, que a menudo era objeto de estafas o burlas. Una rara avis entre aquellos inolvidables tebeos del momento.

Nené no se olvidó de ningún detalle en su serie, y describió perfectamente el entorno de Agamenón. En Villamulas del Monte nos encontramos a la familia de Agamenón, destacando especialmente su abuela y su famosa frase «¡Igualico, igualico quel defunto de su agüelico!»; el cura, el alguacil, el maestro, el leñador, el boticario. Toda una galería de personajes secundarios que nos permiten adentrarnos perfectamente en la España profunda de los años sesenta, en contraposición con los personajes urbanitas. Pero no parece que el objeto de Nené fuera idealizar uno u otro escenario, puesto que siempre retrataba con cierta saña a sus personajes.

La terrible Fifí

  • Autor: Nené Estivill
  • Primera aparición: 1958 (Pulgarcito)

La terrible Fifí es otro de esos clásicos de nuestra infancia. El clásico tebeo sobre una niña traviesa, que nunca obtiene castigo por sus fechorías. Bien porque no la alcanzan, bien porque consigue marcharse de la «escena del crimen» antes de que nadie pueda culpabilizarla. De elevada clase social, siempre aparece con trajes de bella factura.

Una de sus víctimas más recurrentes es Melanio, el pretendiente de su tía Ofelia. Entre sus fechorías está por ejemplo, convencerle para que le den tortas como método para dejar de fumar; o manipularlo a su antojo para dejarle en ridículo en repetidas ocasiones. La maldad por la maldad, sin objetivo ni finalidad.

JORDI GOSSET

Roquita

Roquita

  • Autor: Jordi Gosset
  • Primera aparición: 1979 (Zipi y Zape)
  • Última aparición: 1996

Roquita es una niña de unos 8 años a la que le encanta la sopa y los plátanos, que habita en la Prehistoria con su madre. Ambas alternan vestido rojo o azul. La característica esencial de Roquita es su intelecto. Se trata de una niña muy inteligente para su edad, y muy inquieta. Siempre está activa, y cuando no hace nada, se aburre. Se trata de una serie dirigida fundamentalmente a un público infantil; pero que forma parte de aquellos inolvidables tebeos que crecieron junto a toda una generación. Llama la atención la cantidad de elementos fuera de su contexto que aparecen en la serie: trompetas, cuadros, columpios, escobas o paraguas, además de dinosaurios. Todos ellos elementos que no existieron durante la prehistoria.

Hug el Troglodita

hugh el troglodita

  • Autor: Jordi Gosset
  • Primera aparición: 1965 (Almanaque de Tío Vivo)
  • Última aparición: 1986

Entre aquellos inolvidables tebeos de nuestra infancia hay un espacio especial para Hug el troglodita. Aunque la serie está ambientada en el periodo de aparición del Homo Sapiens, las referencias a la cultura actual son constantes. Un personaje lleno de contrastes que se hacía querer. Listo y torpe. Ingenuo y creativo. Vegetariano, pero que caza dinosaurios. Una apuesta sencilla pero muy inteligente. 

Muy llamativas las distintas tribus que pueblan la serie (tribu de los tecnológicos, tribu de los agrónomos, o tribu de los chumberas); los inventos, o la idea de que la civilización siempre está al norte. Y luego están los secundarios de lujo como el matemático Pitakoras o el pintor Pikasso.

Facundo da la vuelta al mundo

facundo

  • Autor: Jordi Gosset
  • Primera aparición: 1966 (Tío Vivo)

Facundo es un viajero y aventurero sin ningún tipo de atractivo que siempre va acompañado por su ayudante chino Lio-Chin-Chin. Es precisamente este último quien tiene mayor atractivo para la serie, puesto que responde a la parodia china estereotipizada: bajito, con coleta, amarillo, no sabe pronunciar la «r» y tiene aspecto siniestro.

En los primeros años, antes de que apareciera Lio-Chin-Chin, Facundo solía estafar y burlarse de los pueblos africanos y asiáticos que visitaba. Destacando especialmente su viaje por la India. Con la llegada de su ayudante, la serie se convirtió en una suerte de anécdotas divertidas, provocadas por la relación amor-odio de ambos. Y en donde las muestras de racismos estaban muy a flor de piel.

facundo
Facundo en campo a través (Extra Verano, 1970)

FRANCISCO IBÁÑEZ

La familia Trapisonda

Aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Francisco Ibáñez
  • Primera aparición: 1958 (Pulgarcito)

Entre todos aquellos inolvidables tebeos españoles que poblaban los quioscos de España, destacaban los de temática familiar. La familia Trapisonda, un grupito que es la monda, fue creada por Ibáñez en 1958. Originalmente la serie la conformaban el matrimonio de Pancrancio y Leonor, junto a su sobrino, su hijo y un perro, Atila.

La familia trapisonda
Capitán Trueno Extra 16 (1960)

Posteriormente la censura actuó, consideró inoportuna la estructura familiar, y el matrimonio pasó a ser una pareja de hermanos que cuidaban de sus sobrinos. Aunque la actitud desafiante de su hermana se siguió manteniendo. El hilo conductor de la serie lo lleva el padre, Pancracio. Un tipo algo fondón, con bigote, de mediana edad, y que responde al estereotipo de padre de familia típico de la época. El hijo travieso; el perro desafiante; el sobrino de altas capacidades intelectuales; y Leonor, siempre distante de sus labores domésticas propias del rol social que le correspondía por su época, aparte del hecho de estar siempre atosigando a su marido. No parece por tanto, a priori, la estructura familiar ideal de la época.

ÁNGEL NADAL

Pascual, criado leal

aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Ángel Nadal
  • Primera aparición: 1953 (Pulgarcito)
  • Última aparición: 1960 (Pulgarcito)

Pascual, criado leal, como tantas otras historias de Bruguera, se basa en la conflictiva relación entre dos personajes. En este caso, de distinta clase social. Pascual, un criado de mal carácter y algo torpe. Y su señor, don Acisclo, un rentista venido a menos, siempre con aires de superioridad, pero con escasos ingresos, de corta estatura y mucha frustración. Pese a que la colección se llame Pascual, criado leal, en ocasiones los papeles se intercambian, y el criado se venga de su señor. Así que lo de leal habría que entrecomillarlo. Es una constante de Bruguera la de incluir en sus historias la eterna dualidad entre el señor y el asistente, o el patrón y el obrero; una clara muestra del clasismo propio de la época.

Pascual, criado leal
Pulgarcito n.º 1.182 (1953)

Sin embargo, en 1956 la Dirección General de la Prensa modificó las normas con respecto a las publicaciones infantiles, separando el humor de cualquier intento de ridiculizar el orden, la autoridad o la moral religiosa. Y obviamente la serie se resintió. Y al igual que todos aquellos inolvidables tebeos españoles que se publicaban por entonces, la colección perdió fuerza y frescura, y tiró de los automatismos. La autocensura se impuso al censor oficial, y con ello, lo insignificante e insulso se convirtió en la norma general del género.

A pesar de la corta vida del personaje (apenas siete años), el personaje se ganó el reconocimiento de los lectores. Y posteriormente, otras obras emularían al personaje original de Nadal. Muy interesante como a medida que la serie avanza, las necesidades económicas del señor se agravan, e incluso recurre en varias ocasiones a buscar empleo; con variopintos resultados.

RAF

Sir Tim O´Theo

Cómics clásicos españoles

  • Autor: Raf
  • Primera aparición: 1971 (Mortadelo)
  • Última aparición: 1986

Ente los cómics de los años 70, Sir Tim O´Theo se convirtió por méritos propios en una de las cabeceras favoritas de los lectores. Sin duda, una de las series más completas de la última época de Bruguera. Sus historias, la temática, sus personajes principales e incluso los secundarios. Con una ambientación detectivesca, al más puro estilo de Sherlock Holmes; en un ambiente rural, y con un estilo inglés, de taberna. Las historias están llenas de intriga y suspense; y están muy elaboradas, con inteligencia y sutileza.

Los personajes principales de la serie son Sir Tim O´Theo, un aristócrata jubilado británico, que vive sus últimos años dedicado a la investigación en el pueblecito de Bellotha Village. Y Patrick Patson, su fiel escudero, que ya en su juventud compartió aventuras con Sir Tim O´Theo.

Entre los secundarios destaca sobremanera el oficial policial de la localidad, el sargento Blops; de escasa valía a la hora de ejercer su trabajo. Huggins, el dueño de la taberna The Crazy Bird, donde siempre se reúnen. El fantasma Perkins, mayordomo de la acaudalada Lady Filstrup. Y Mac Latha, otro fantasma que solo Sir Tim O´Theo puede ver y oír, como antes le vieron y oyeron distintos antepasados de su familia. El elenco de secundarios es amplio y de calidad.

Sin lugar a dudas, de todos aquellos inolvidables tebeos españoles que hemos ido reseñando, Sir Tim O´Theo es uno de mis favoritos.

ROBERT SEGURA

Rigoberto Picaporte

Rigoberto Picaporte

  • Autor: Robert Segura
  • Primera aparición: 1957 (Pulgarcito)
  • Última aparición:

Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte. Todo un clásico ente los tebeos antiguos españoles. Un imprescindible de aquellos inolvidables tebeos españoles que acompañaron a tantas generaciones. Roberto Picaporte es un tipo mundano. Un hombre de clase media y bonachón, víctima de su jefe en la oficina. Aunque con el tiempo,  fue rodeándose de otros personajes que le dio personalidad a la serie. Su amada Curruquita, su sobrino Pepito, su suegra Abelarda o la criada Eufemia.

Rigoberto Picaporte tratará, historia tras historia, conseguir, o fingir, un patrimonio y una posición social que no tiene, para ganarse el afecto de su suegra. Una situación que dará lugar a rocambolescas aventuras del personaje. Bochorno, sarcasmo y humillaciones pasan por las páginas de este cómic clásico.

Tebeos clásicos españoles
Pulgarcito. Almanaque 1972 (1971)

La panda

la panda

  • Autor: Robert Segura
  • Primera aparición: 1969 (Gran Pulgarcito)

Surgida originalmente como una continuación de La alegre pandilla, La panda se convirtió en poco tiempo en la mejor serie de Segura; destacando especialmente aquellos capítulos de guiones largos en los que muchas veces se mezclaba el surrealismo con un humor más liviano. Y en los que aparecía Andreu Martin como guionista. Como dijera el crítico Antoni Guiral, una serie de adolescentes, para adolescentes.

La panda está formada por la atractiva Lupita, la británica Margaret (más tarde llamada Dolly), el pelirrojo Polito (Poli), el comilón Pepín Buitráguez (luego se llamaría Antón), el guaperas y esbelto Johnny, y el fornido Músculos. En definitiva, una panda que reunía de manera clásica todos los estereotipos posibles: el juicioso, el simpático, el comilón, el guaperas, la chica presumida y la intelectual. Y en torno a todos estos estereotipos giraban las historias. Una serie que nos permite en buena medida conocer cómo era la sociedad juvenil de los años setenta en España. Y sin dudas, uno de los cómics clásicos de la época.

Cada personaje aporta a la serie un rol bien diferenciado. Johnny aporta el sentido común, Polito el bonachón siempre dispuesto a echar una mano, Antón es el más torpe y objeto de burlas, Músculos cumple con el estereotipo de ser el tonto del grupo, Margaret, siempre a la última moda, es el cerebro del grupo, y Lupita parece que solo se preocupa por las apariencias.

Los señores de Alcorcón y el holgazán de Pepón

los señores de Alcorcón

  • Autor: Robert Segura
  • Primera aparición: 1959 (Ven y ven)

Tres son multitud. Este tebeo clásico de Segura está compuesto por un singular trio: Pepón, un tipo barrigudo, vago  y desaliñado; su hermana, rubia, esbelta y guapa; y el marido de su hermana, Arturo, un tipo moreno y normal, siempre bien vestido. Y como personaje secundario habitual, la tía Lutgarda, una anciana con dinero, vestida siempre de luto, y con la herencia por bandera. La obra de Segura es una crítica voraz a las relaciones sociales y al patriarcado de la época. Podemos ver a la típica esposa sumisa que nunca rechista las decisiones de su marido, al marido que nunca trabaja en el hogar, o el servilismo de Arturo en el trabajo, que cambia al llegar a casa. En definitiva, una obra muy recomendable entre aquellos inolvidables tebeos de Bruguera, que una vez más vuelve a mostrarnos la realidad social dominante.

MARTZ SCHMIDT

El doctor Cataplasma

El doctor Cataplasma

  • Autor: Martz Schmidt
  • Primera aparición: 1953 (Pulgarcito)

El doctor Cataplasma es la historia entre un doctor y su empleada negra Panchita, originaria de Mozambique (colonia portuguesa en aquellos años). Una situación de partida que ya parecía bastante improbable, puesto que la cantidad de personas negras empleadas en el hogar era prácticamente inexistente en esos años. Pero es que esta situación previa ya es en sí misma un gag. La relación entre ambos parece una relación paterno-filial. También hay un personaje que aparece más adelante, doña Millonetis; una cliente habitual del doctor que acabará convirtiéndose en su pretendiente.

El doctor Cataplasma está muy lejos de ser un buen doctor. Más bien parece un matasanos. Tiene poca paciencia, es arisco, malhumorado y tiene cierto sentimiento de frustración. Su nombre, Cataplasma, tiene dos acepciones en el diccionario: medicamento que calma el dolor; y persona pesada y fastidiosa. Cualquiera de las dos nos vale para definir al personaje. Un acierto rotundo con el nombre.

Un apunte más de este clásico de los tebeos españoles: Schmidt dotó a El doctor Cataplasma de un lenguaje propio, compartido con otras series de Bruguera: palabras como rutilante, sulfatada o patidifusa forman parte del vocabulario de tan disparatado doctor. Una de las claves del éxito de muchos tebeos de nuestra infancia era precisamente este metalenguaje propio.

El profesor Tragacanto

Aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Martz Schmidt
  • Primera aparición: 1959 (Ven y Ven)

El profesor Tragacanto y su clase, que es de espanto, es una serie de Martz Schmidt. Un maestro de la vieja escuela, con birrete, y lleno de frustración; pero incapaz de controlar a sus alumnos. Precisamente, a lo largo de la serie conocemos a algunos de sus estudiantes, destacando Vicente, el típico niño empollón; y Jaimito Buitrago, el irresponsable y peleón. El otro protagonista de este clásico del tebeo español es Petronio, el bedel del colegio, un hombre fiel al maestro.

El profesor Tragacanto
Pulgarcito, 1718

La escuela anda escasa de recursos, lo que en numerosas ocasiones le lleva al profesor a tomar decisiones y medidas poco ortodoxas. La serie gira en torno al humor absurdo que surge de las paredes del colegio

Deliranta Rococó

aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Matz Schmidt
  • Primera aparición: 1979 (Super Mortadelo)

Deliranta Rococó es una mujer obesa de alta clase social, que gusta vestir con buena ropa y con joyas. Pero también es caprichosa, mandona y muy temperamental. Le encantan las apariencias y hace lo sea por no perder su estatus social. El contrapunto de la serie es el «menordromo» Braulio, al que humilla constantemente, y al que nunca le paga. Entre aquellos inolvidables tebeos de nuestra infancia, la obra se convierte así en una crítica mordaz a la alta sociedad y su estilo de vida.

MANUEL VÁZQUEZ

Ángel Siseñor

Aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Manuel Vázquez
  • Primera aparición: 1953 (Semanario DDT)
  • Última aparición: 1965

Ángel Siseñor es un tebeo clásico de Vázquez. Un infeliz de aspecto corriente que responde siempre a todo sí señor. Un personaje carente de personalidad, un resignado que siempre se deja llevar por todos, y nunca acaba en beneficio propio. Aunque en algunas historias aparece hablando, lo normal es verlo respondiendo siempre sí señor. El personaje constantemente es estafado, engañado y siempre sale perdiendo. Un pobre desgraciado que nos deja la moraleja de que hay que mirar por uno mismo en la vida, y no estar siempre predispuesto a ayudar a todos por encima de uno mismo.

Como suele ocurrir con otros clásicos de nuestra infancia, el personaje pasó al imaginario popular de tal manera que en adelante, «síseñor» se empleaba para designar a aquellas personas que decían sí a todo.

La abuelita Paz

Aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Manuel Vázquez
  • Primera aparición: 1969 (Gran Pulgarcito)
  • Última aparición: 1970

Otro personaje bonachón. La dulce e ingenua abuelita Paz forma parte de aquellos inolvidables tebeos. De aspecto rechoncho, bajita, y amable. Con gafas y un moño blanco. Una mujer simpática y de intachable conducta moral. Siempre dispuesta a ayudar al prójimo, incluso cuando nadie le ha pedido la ayuda. Pero sobre todo, la abuelita Paz es una despistada. ¡Llegó incluso a perder su propia sombra!

La moraleja de este personaje se repite con otros personajes de Vázquez: hacer el bien por sistema, no siempre es lo más recomendable. Y es que en este caso, las "buenas acciones" de la abuelita Paz siempre se volvían contra aquellos personajes que intentaba ayudar. Y como suele ser habitual en las historias clásicas de Vázquez, sus historias nos sirven también como crítica social o escaparate de la España de los años setenta, en este caso.

La familia Cebolleta

La familia cebolleta

  • Autor: Manuel Vázquez
  • Primera aparición: 1951 (Semanario DDT)
  • Última aparición: 1970

La familia cebolleta es un retrato crítico de la familia tradicional española. Un matrimonio, dos hijos, un abuelo y un loro. Siendo el personaje principal el pater familias, Rosendo. Un pobre desgraciado incapaz de imponer su autoridad sobre su familia, en una época en la que todos sabemos cómo era el ideal de marido. Su mujer, Leonor, siempre estaba absorta en sus labores. Pocholita, la hija mayor, superficial. Diógenes, el niño pequeño, siempre en su propio mundo. El abuelo, el alma de la serie; y Jeremías, el loro, siempre observador, siempre irónico.

Con el tiempo, Rosendo y el abuelo se convirtieron en los dos protagonistas de la serie. El primero servil en su trabajo; el segundo, con incontinencia verbal, siempre aprovechaba cualquier situación para relatar alguna de sus batallitas durante la guerra de Cuba, la guerra civil, o la primera guerra mundial. Con el tiempo, el aspecto físico de los personajes fue cambiando, y el personaje de Pocholita desapareció. Aunque hubo cosas que nunca cambiaron, como aquellos inolvidables tebeos españoles que siempre terminaban con el abuelo contando sus siempre recurrentes historias; que nadie quería escuchar.

La clave del éxito de este tebeo entre los cómics clásicos españoles, era abordar asuntos mundanos, en el contexto de una familia vulgar, pero distorsionando y exagerando la realidad. De este modo, la serie servía como elemento de crítica a la sociedad española.

Don Polillo

don polillo

  • Autor: Manuel Vázquez
  • Primera aparición: 1969 (Gran Pulgarcito)

Junto a la Abuelita Paz y Feliciano, Don Polillo fue creada para lanzar la creación de al revista Gran Pulgarcito en 1969. Don Polillo es un anciano con gran bigote, que siempre va vestido de negro y porta un enorme sombrero. La serie juega con los estereotipos de la tercera edad. Se trata de un anciano mandón, con mal caracter, de buenas costumbres, y que siempre quiere salirse con la suya, Al final de cada historia siempre suele haber un gag que introduce una mirada crítica hacia la población anciana, pero siempre bajo una visión cariñosa y cómica.

Angelito

angelito

  • Autor: Manuel Vázquez
  • Primera aparición: 1964 (Tío Vivo)

Angelito es una historia peculiar que solo podría hacer el gran Vázquez. El protagonista es un bebé que no habla, pero que muestra una inteligencia fuera de lo normal para su edad. Angelito no es una lectura para un público infantil. Sus tebeos muchas veces no tienen diálogos, y obliga al lector a fijarse detenidamente en los detalles para comprender lo que nos trata de contar su autor.

No es, de ninguna manera, una serie de bebés. Por un lado nunca salen sus padres. Angelito es un bebé totalmente autónomo. Y las historias que le ocurren no están ajustadas a la realidad de su edad. Además, muchas veces Angelito demuestra cierta maldad intencionada en sus acciones. Vázquez pervierte con Angelito la supuesta inocencia infantil llevándolo al extremo más ruin y mezquino. Se podría establecer un símil con otros personajes como Don Berrinche o Doña Urraca, pero al usar un bebé, Vázquez rompe con lo políticamente correcto.

Las hermanas Gilda

hermanas Gilda

  • Autor: Manuel Vázquez
  • Primera aparición: 1949 (Pulgarcito)
  • Última aparición: 1972

Hermenegilda y Leovigilda fueron creadas por Vázquez con apenas 19 años, y rápidamente se convirtió en una de las series emblema de la revista Pulgarcito. Una obra genuina entre aquellos aquellos inolvidables tebeos españoles de nuestra infancia. Las hermanas Gilda es el reflejo de la sociedad represiva del franquismo. Una serie costumbrista en la que Vázquez jugó con la censura de la época. Por un lado utilizó el nombre de Gilda para su serie, en clara referencia a la película de Charles Vidor de 1946 que fue duramente criticada por los sectores más conservadores de la sociedad; pero por otro utilizó para las hermanas nombres visigodos, y un aspecto muy recatado y poco atractivo.

Las hermanas Gilda eran dos hermanas solteronas de la época. Hermenegilda era la ingenua, soñadora y sumisa. Leovigilda despótica y opresora, siempre sumiendo a su hermana. Con esta simpleza, Vázquez hizo gala de un amor surrealista que le sirvió para mostrar una visión pesimista de la realidad de la posguerra. Como curiosidad, es una serie en la que prácticamente los únicos personajes que aparecen son las propias hermanas.

La tercera generación de aquellos inolvidables tebeos de Bruguera

Y llegamos a la tercera y última generación; aquella que no vivió los estragos de la guerra civil, ni su inmediata posguerra. Toda una generación de autores que nacieron a partir de los años 50, y que de algún modo querían desligarse de la herencia recibida. Se les conoce como Generación del 70.

CARLOS Y LUIS FRESNO

Benito Boniato

aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Carlos y Luis Fresno
  • Primera aparición: 1977 (Almanaque Sacarino)

Benito Boniato es un tebeo hecho a cuatro manos. Los hermanos Carlos y Luis Fresno actuaban de manera indiferente como guionistas y dibujantes, aunque con el paso de los años uno se fue especializando en dibujar fondos, y el otro en dibujar figuras. Vemos también una notable influencia del cómic franco-belga en el dibujo.

Benito Boniato era un tipo normal. No destacaba ni en positivo, ni en negativo. No era listo, pero tampoco torpe. Y desde luego, no era guapo, pero tampoco feo. Los estudios no se le daban del todo bien, y siempre estaba de broncas con sus profesores. En definitiva, era un adolescente de su época, siempre rodeado de amigos. La serie es magnífica para poder ver los cambios sociales y económicos que empezaban a introducirse por estas fechas en la sociedad española. Sin ser especialmente crítico, nos ofrece una estupenda ventana en la que vernos reflejados.

Sin embargo, el aspecto más interesante de la obra de los hermanos Fresno es que más allá de los relatos costumbristas, utilizaban la imaginación de Benito para contarnos historias espaciales, en el lejano oeste, o en la Edad Media. Destacando especialmente la historia larga La saga de los Boniato, en la que Benito rememora a sus ancestros a lo largo de la historia; desde el lejano Boniatuk que vivió en el Paleolítico, Boniatogenes, el celtíbero que trabajaba el metal cuando se produjo la invasión romana, o Nuño Boniatez, un noble medieval. Sin lugar a dudas, una historia muy recomendable para usar con nuestros alumnos en clase y jugar a ver cuántos elementos identifican.

Benito Boniato
Zipi y Zape n 499-459 (1981)

JAN

Pulgarcito

Pulgarcito

  • Autor: Jan
  • Primera aparición: 1981 (Zipi y Zape)
  • Última aparición: 1987

Hablar de Jan es hablar de Superlópez, sin embargo, más allá de las aventuras del héroe patrio, si hay un tebeo que destaque entre aquellos inolvidables tebeos de mi infancia, ese es Pulgarcito. Un clásico de los años ochenta.

Pulgarcito tiene un doble componente. Por un lado es lo suficientemente inteligente como para atrapar a un lector adulto. Y por otro, tiene un componente infantil y emotivo que capta rápidamente la atención de los niños. En este sentido es una serie redonda. La premisa principal del personaje es su capacidad para transportarse a exóticos lugares y vivir aventuras, a partir de la ensoñación. Una obra positiva y que resalta los valores más humanos.

Los principales personajes de este clásico del tebeo español son Pulgarcito, un niño de unos 7 años, de pequeña estatura, inteligente y valiente; es el menor de seis hermanos. Medianoche, su gato negro. El profesor Ogro, grande, fuerte, de complexión robusta y muy cascarrabias. Y su hija Trini, de 8 o 9 años, aspecto dulce y muy lista.

La idea de Jan con la serie era recuperar la cultura infantil a través de los cuentos clásicos. Ojala muy pronto podamos disfrutar de este tebeo clásico de nuestra infancia con una edición integral, pero mientras, puedes disfrutar de Pulgarcito en nuestra reseña.

JOAN MARCH

El mini Rey

aquellos inolvidables tebeos

  • Autor: Joan March
  • Primera aparición: 1978 (Super Mortadelo)

El mini Rey es un personaje bajito, con unas proporciones desproporcionadas, con corona. Siempre va acompañado de Esbirro, su fiel secretario y compañero de aventuras, con ropaje medieval. El mini Rey es despótico y malhumorado; acomplejado y muy cobarde. En cualquier caso, pese a ser rey, nadie parece echarle cuenta. Con mucho humor, la serie se convierte en una sutil crítica a la monarquía.

el mini rey
La Burocracia. Bruguelandia, nº 24 (1983)

JAUME ROVIRA

Segis y Olivo

aquellos maravillosos tebeos

  • Autor: Rovira
  • Primera aparición: 1971 (Mortadelo)
  • Última aparición: 1988

Segis y Olivio, traperos de alivio. El trapero era ese oficio olvidado que consistía en vender baratijas y cosas usadas. Segis y Olivio fueron dos personajes que fueron evolucionando a lo largo del tiempo, y que llegaron a convertirse en unos personajes muy apreciados por el público. Un cómic que nos muestra uno de esos oficios hoy día denostados, pero que en su momento fueron muy comunes. Y es que sin duda, no hay una editorial que haya hecho mayor esfuerzo (posiblemente involuntario) por aunar tantos y variados oficios de la España de la franquista.

Quizás uno de los puntos fuertes de la obra es la notable influencia del cómic franco-belga, especialmente de la escuela de Franquin. Y a medida que la serie avanza, se deja notar dicha influencia, tanto en el estilo del dibujo, como en las historias; pero sobre todo en el detallismo y realismo de la serie. Solo basta comparar los fondos de las viñetas de cualquier serie de la época con esta. Una serie de humor que destaca sobremanera entre aquellos maravillosos tebeos de la España caduca. Una apuesta personal que le salió muy bien a Rovira, ese joven licenciado en historia que cursó los estudios a distancia de Escobar.

Como curiosidad, apuntamos que en algunos tebeos aparecieron la abuelita Paz, Anacleto y otros personajes variopintos del universo Bruguera.

¿Dónde comprar aquellos inolvidables tebeos?

Ya sabemos que no es fácil comprar estos cómics en su edición original. Para ello hay que recurrir a las tiendas de viejo en donde poder comprar cómics y tebeos antiguos españoles. Sin embargo, tenemos la suerte que muchos de estos tebeos clásicos de nuestra infancia sí están reeditados por Ediciones B y otras editoriales españolas. Así que acudiendo a cualquiera de nuestras tiendas habituales debe ser fácil poder comprar tebeos de Zipi y Zape o Carpanta. Además, como hay muchas ediciones, tenemos la oportunidad de poder comprar cómics baratos de Mortadelo y Filemón; o el Botones Sacarino, a un precio mucho más competitivo que las lujosas ediciones actuales. Pero si lo que queremos es precisamente una edición integral y lujosa de estos clásicos, os aconsejo que echéis un vistazo a el clásico Super Humor seguro que no os defrauda.

(El artículo sobre aquellos inolvidables tebeos continuará...)

4 comentarios en «Aquellos Inolvidables Tebeos – Clásicos de mi infancia»

  1. Tengo una coleccción de varios cientos de ejemplares , desde los años 20 a los 70, reunidos a lo largo de muchos años, visitando mercadillos, rastro madrileño, etc., tanto del género de humor como de aventuras, con numerosos personajes, por lo que si alguien desea intercambiar experiencias sobre el tema estoy disponible.

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  2. Hola, buenos días.
    Estupendo artículo que me ha hecho recordar aquellas inolvidables sesiones de fines de semana leyendo los tebeos que nos compraba mi madre. Todos esos personajes y más pasaron ante mis ojos, en Tío Vivo, Mortadelo, DDT, Pulgarcito, TBO, Pumby, El Jabato, El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz, …
    Quisiera saber si podríais recordar unos personajes que aparecían en no recuerdo cual tebeo. Se trataba de una tira de dos filas de viñetas paralelas y verticales sobre unos soldados alemanes o prusianos, no recuerdo, creo que relativo a la Primera Guerra Mundial, vestidos con una gabardina azulona que les llegaba a las botas y con casco de estilo alemán, con el pincho en lo alto. Si no me equivoco, uno de los personajes se llamaba Klaus y siempre decía una frase tal como «Ya voll», o algo parecido.
    Estoy interesado en saber como se llamaba la historieta y si alguno la recuerda le agradcería me lo comunicara. Desde luego, tendrán que ser personas de 50 – 55 años al menos. Aquí os dejo mi correo:
    fjdelaguno@yahoo.es
    Gracias y un saludo.

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  3. Hola buenos dias, soy un fan de los tebeos antiguos y de algunos comic , dado que en mi familia se dedicaban a la venta de tebeos y novelas y poseo algunas coleciones las cuales guardo con mucho cariño, no conocia la pagina y me a encantado, enhorabuena y un saludo.

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  4. Yo tuve de pequeño un tebeo en el que el protagonista («el bueno») era un ladrón que llevaba antifaz y el malo era el jefe de la policía, el cual tenía un monstruo al que llamaba «El Espanto».
    Por más que intento recordar, no consigo acordarme del nombre de aquel tebeo.

    Recuerdo viñetas con una intensidad pasmosa, como esa en la que el protagonista (no recuerdo ni el nombre, maldición) estaba en una terraza con otro ladrón, que parecía un verdugo y se estaba arreglando las uñas con una lima de metal. :DDD

    Si alguien se acordara del nombre, se lo agradecería eternamente.

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