Llamativo trabajo sobre la vida de Miguel Hernández, La voz que no cesa, elaborado por Ramón Pereira y Ramón Boldú, al que ya pudimos disfrutar en La vida es un tango y te piso bailando. No es tarea fácil, sin duda, relatar la vida de uno de los poetas más importantes de la historia de España. Un trabajo serio, y hecho desde el rigor histórico, en el que se nos muestra la historia de un humilde cabrero que quería ser escritor; y al que la guerra le impidió desarrollar todo su potencial. Acérquense sin miedo a La voz que no cesa.
La voz que no cesa
El cómic se divide por capítulos, y sigue un orden cronológico. Primero nos muestra su infancia y juventud en el pueblo de Orihuela, y sus ganas de prosperar. Años de escuela, cultivos, familia, lecturas y primeros oficios. Poco a poco se va ganando un nombre en el oficio de la escritura, aunque al principio es meramente testimonial. Luego vendrán los viajes a Madrid, empezará a frecuentar ambientes en donde se respira cultura, y conocerá al amor de su vida, Josefina. Pronto empezarán una relación de la que nacerá el amor; aunque al principio fue difícil por la distancia, y las distintas vidas que ambos vivían, ella en el campo, él en la gran ciudad.
Luego llegará el inicio de la guerra civil, la escasez de alimentos, y el intento desesperado de Miguel Hernández por hacerse un hueco en el ejército republicano. Lo que fuera con tal de ganar dinero.
Y todo ello acompañado siempre de los bellos poemas de Miguel Hernández, que llenan todas las páginas. Esta es sin duda una de las esencias del cómic.
Como curiosidad, se trata de un cómic que mejora una versión anterior del mismo; y el prólogo es de Joan Manuel Serrat, en el que reconoce que a lo largo de su vida profesional ha puesto música a numerosos poemas de Miguel Hernández porque en ellos encontró las historias que quería contar.
La España atrasada y la España cultural
El cómic resulta ser un excelente vehículo que nos presenta la España atrasada e inculta, y su contraste con la gran ciudad de Madrid. Miguel Hernández se rodeará de grandes literatos como Vicente Aleixandre, Pablo Neruda o Juan Ramón Jiménez, aunque jamás logró vivir de su gran talento.
También es muy interesante la parte en la que vemos las distintas funciones que desempeñó durante la guerra, en el bando de los republicanos. Muy importante su función como delegado cultural, arengando a las tropas con sus discursos y sus palabras. Y por supuestos sus trágicos años finales, su paso por la cárcel, el drama con su hijo al que no dejaban que fuera a verle por no estar casado por la Iglesia, y su triste y dolorosa muerte. Aunque como ya hemos comentado, quizás lo más relevante de la lectura es la maestría con la que los autores nos van introduciendo fragmentos de la propia obra del poeta, y que de algún modo refleja la realidad del propio título, la voz que no cesa.
Si os ha gustado La voz que no cesa, os animamos también a leerse Piedra Viva de Ramón López Cabrera. Sin duda, otra excelente y muy diferente novela gráfica sobre Miguel Hernández.
- La voz que no cesa. Vida de Miguel Hernández
- Ramón Pereira (guion) y Ramón Boldú (guion y dibujo)
- Prólogo de Joan Manuel Serrat
- Astiberri (Sillón Orejero)
- 2017 (Edición ampliada de una primera edición de 2013)
- 15,00€
