El sendero de la guerra

El 25 de junio de 1876 tuvo lugar un enfrentamiento en las inmediaciones del río Little Bighorn, en Montana. La batalla, que recibe el nombre del propio río, enfrentó a un ejército conformado principalmente con los pueblos lakota, cheyennes y arapahoes contra el ejército de los EEUU. El saldo del enfrentamiento dejó una derrota inesperada para el ejército estadounidense, y la muerte del general Custer. Se trata de una batalla clásica que convirtió en un icono popular al general Custer, y que ha sido inmortalizada en diferentes películas como Murieron con las botas puestas o Pequeño gran hombre. Tomando este acontecimiento como contexto histórico, Marc Bourgne y Didier Pagot nos traen El sendero de la guerra, un western trepidante que seguro que logrará sorprender al lector.

El sendero de la guerra

La acción del cómic transcurre entre 1868 y 1876. Diane Myers, de 24 años, es una joven pintora talentosa, cansada de realizar retratos a las damas de la alta sociedad norteamericana. Sueña con explorar nuevos horizontes y pintar los paisajes del Lejano Oeste y la forma de vida de sus habitantes, los indios de las llanuras.

Sin embargo, su sueño choca con su familia. Su padre, senador de Washington, no está por la labor de permitir que su hija vaya al salvaje Oeste. Pero nada ni nadie detendrá a Diana Myers que se marchará por su cuenta hasta Fort Rice, el fuerte militar fronterizo situado en lo que hoy sería Dakota del Norte. Un punto de conexión entre las gentes de los EEUU y los sioux, que atrajo a numerosos comerciantes, traficantes, mercaderes, pintores, viajeros o buscadores de trabajo. Allí conocerá a Missouri, que le ayudará a integrarse en la tribu del famoso jefe indio Toro Sentado en calidad de reportera gráfica. Así comienza una aventura trepidante que nos llevará hasta el mismísimo corazón apache.

El objetivo de Diane es pintar a los indios antes de que desaparezca su cultura bajo el peso del mal llamado progreso. Pretende captar su estilo de vida, dibujar sus campamentos, sus costumbres y tradiciones. Quiere integrarse con ellos, ser una más de la tribu. Aunque eso le lleve inevitablemente hacia el sendero de la guerra y a enfrentarse con su propia familia. Y nada parece que pueda impedir labrar su propio destino.

Una aventura romántica

El resultado es un western atípico y una historia con tintes románticos con el trasfondo de la cuestión india en primer plano. El sendero de la guerra nos ofrece a través de sus páginas una visión muy interesante de las reservas indias, los planes ferroviarios, la explotación de las minas o los enfrentamientos militares que se sucedieron en estas fechas. Y todo ello con una heroína de fondo. Una mujer en un mundo de hombres, que no duda en oponer una feroz resistencia a las injusticias de la época y luchar a favor de los derechos humanos de los indios.

Y aunque inevitablemente su lectura nos recuerda a western clásicos como Blueberry o Casacas Azules, que ya abordaron temas similares, las diferencias son notables. Los tres álbumes aparecen recogidos en un integral editado por Yermo Ediciones que nos permite disfrutar en una excelente edición de la obra. Sin duda, El sendero de la guerra es una excelente elección si lo que buscamos es un western autoconclusivo, bien escrito y con buen dibujo.

Puedes echar un vistazo al interior del cómic en el siguiente vídeo: