¿Te ves trabajando las emociones con cómics? La capacidad de análisis crítico de las opiniones propias y ajenas; la participación activa en debates y discusiones de forma respetuosa y cívica; la búsqueda y el análisis de información; el desarrollo de conductas positivas de ayuda y solidaridad; el reconocimiento de los principios democráticos; la identificación de rasgos propios de las sociedades actuales como la desigualdad o el racismo; o la identificación del fenómeno de la globalización y el mestizaje cultural, son algunos de los aspectos que se trabajan a lo largo de la etapa secundaria en diferentes asignaturas. La idea es formar futuros ciudadanos y ciudadanas con criterio propio, respetuosos con el entorno que les rodea, participativos, solidarios, y conocedores de sus derechos y deberes.
En este sentido, trabajar las emociones se antoja fundamental. Y el presente proyecto abarca precisamente este aspecto. La idea es trabajar estos contenidos transversales en el aula, desde la lectura de cómics. No se trata de poner en valor el uso del cómic como apoyo de las explicaciones, sino destacar el enorme potencial de los cómics en sí mismo para trabajar las emociones.
Trabajando las emociones con cómics
Entre los cómics que pueden ser llevados al aula para trabajar las emociones tenemos una amplia variedad de títulos, de temáticas muy diferentes. Partiendo de que hoy día los géneros están muy desdibujados, son muchas las lecturas que nos permiten trabajar el desarrollo socio-emocional. Lecturas estimulantes que nos ayudan a reconocer y gestionar las emociones, independientemente de la temática. En el siguiente listado aparecen algunos de los cómics que se han trabajado en el proyecto, y que consideramos que pueden ser interesantes para trabajar las emociones:
- Us, de Sara Soler, especialmente indicado para trabajar todo lo relacionado con el transgénero. Un cómic muy alejado de los dramatismos, y en donde con un toque de humor consigue introducir al lector en la intrincada realidad trans. Una lectura ágil, ligera, divertida, y muy instructiva para utilizarla en clase si estás trabajando las emociones con cómics.
- Arrugas, Premio Nacional del cómic con Paco Roca, que aborda con delicadeza y mucho humor las complicaciones del alzheimer y la demencia senil.
- Paracuellos, en donde su autor, el prolífico Carlos Giménez, narra desde el humor y la ingenuidad de la infancia, la crudeza de los ocho años que vivió en los orfanatos de Auxilio Social tras la guerra. Un clásico dentro del tebeo español que nos permite trabajar una gran cantidad de elementos relacionados con las emociones.
- Persépolis, de Marjane Satrapi nos ofrece un interesante autorretrato de los cambios sociales y políticos que tuvieron lugar en Irán tras el triunfo del islamismo. Un cómic lleno de visiones contrapuestas, ya que la autora fue educada al estilo occidental en un ambiente progresista, pero comparte buena parte de las tradiciones y costumbres de su país. Rebeldía, libertad y transgresión son algunos de los elementos más interesantes que nos ofrece este cómic, desde la visión de la contraposición cultural.
- Subnormal, de Fernando Llor e Iñaki Zubizarreta nos muestra una cruda visión sobre el bullying y el acoso escolar. Este cómic autobiográfico debería ser una lectura obligatoria en todos los centros de secundaria.
- Derechos Humanos es un cómic coral en el que participan diferentes autores, cada uno de ellos centrado en un derecho humano diferente. Víctor Mora, Alberto Breccia o Milo Manara, entre otros, nos ofrecen pequeñas historias autoconclusivas con sus peculiares estilos. Destacamos especialmente la historia de Eisner, El último voto, en donde nos ofrece una bonita fábula sobre el libre albedrío.
- Naftalina, de Sole Otero. Esta autora argentina nos ofrece un fresco relato acerca de la toma de nuestras propias decisiones y los vínculos familiares. Machismo, soledad o culpa, son algunos de los asuntos que este cómic nos ofrece. Un cómic muy emocional que sin duda no dejará indiferente al lector.
- ¡Sonrie! de Raina Telgemeier, o cualquier otro cómic de la misma autora, son sin duda una elección perfecta para trabajar las emociones con el alumnado de secundaria. Con un estilo ligero y sencillo, la autora introduce distintas temáticas relacionadas con el mundo de las emociones y la adolescencia: los celos, la vergüenza, la desobediencia o los primeros amores.
- Dios ama, el hombre mata, con guion de Chris Claremont, es una obra emblemática en la que, desde la perspectiva de los superheroes se aborda el delicado asunto de la muerte por enfermedad. Una novela gráfica que juega con el miedo al diferente, al mutante, al homo superior.
- Mafalda, de Quino, un clásico atemporal en el que estaremos trabajando las emociones con cómics casi con cualquier lectura que escojamos. Podemos trabajar cualquier emoción, especialmente la autoestima y la autoconciencia emocional.
- Calvin & Hobbes de Bill Watterson relata en clave de humor los grandes problemas de la infancia. Y al igual que ocurre con Mafalda, prácticamente cualquier aspecto puede ser llevado al aula, tanto para trabajar las emociones, como otros aspectos igualmente interesantes como la política o el ecologismo.
- Ardalén, de Miguelanxo Prado, premio nacional del cómic en el 2013. Un cómic muy visual que nos traslada a un mundo onírico, y en el que se puede trabajar el sentimiento de pertenencia y la formación de tu personalidad a través de los recuerdos propios.
Guías didácticas para trabajar las emociones en el aula
¿Estás trabajando las emociones con cómics? Os dejamos a continuación una serie de guías didácticas preparadas para llevarlas al aula y trabajar el cómic desde la perspectiva de las emociones.