La fortaleza de papel no es una de las grandes obras de Tezuka. Y la promoción que le ha dado Planeta a su obra le hace un flaco favor. Leemos en la sinopsis que se trata de una obra autobiográfica en la que el considerado dios del manga narra algunas de las terribles experiencias que vivió en los años que siguieron a la segunda guerra mundial. Y nos dice, textualmente, que «describe gráficamente los enormes cráteres que dejaban los impactos de las bombas, las lluvias de hollín y los cuerpos calcinados que se podían distinguir unos encima de otros».
Uno lee esta sinopsis y empieza la lectura imaginándose algo que no va a encontrar. Nada más lejos de la realidad. Dicho esto, La fortaleza de papel no es una mala lectura una vez que asumes lo que estás leyendo. Son relatos independientes que el propio Tezuka fue publicando en distintos medios a largo de algo más de cinco años en la década de los años setenta. Un momento en el que ya había publicado varias sus grandes obras: Astroboy, La isla del tesoro o Fénix. Y estaba empezando otros clásicos como Black Jack o Budha. Aunque todavía faltaba algunos años para El árbol que da sombra o Adolf.
Pero sobre todo, La fortaleza de papel es un paso más hacia ese objetivo no declarado de publicar en nuestro idioma la extensa obra de Osamu Tezuka. Algo que por otra parte es imposible de conseguir, si tenemos en cuenta que se estima que a lo largo de su carrera Tezuka pudo llegar a crear unos 700 mangas.
La fortaleza de papel
El título La fortaleza de papel se compone de siete relatos independientes. El primero, Diario de un patán, hace un recorrido por la vida de Tezuka en clave de autor, desde finales de la segunda guerra mundial y hasta mediados de los sesenta cuando su fama ya llegaba a los EEUU.
A partir de aquí aparecen seis relatos, algunos de ellos muy buenos, en donde Tezuka utiliza su humor habitual y su estética infantil para narrar algunas de las vicisitudes de la población japonesa durante la guerra y después de ella. La fortaleza de papel nos habla de la ley de control de publicaciones que impuso el gobierno japonés, y que convertía a los autores en auténticos parias. Esta historia es sin duda la mejor del compendio.
El blues del hambre aborda la crudeza del hambre, la desnutrición y las muertes en la posguerra. No es tan bueno como el anterior, pero sigue siendo bastante interesante.
El último de los relatos que merece ser reseñado es Dotsuitare (Acaba con él). Aunque solo sea por el horror de las primeras páginas al mostrar el desastre de las bombas incendiarias de Osaka; y que arrasaron la ciudad.
Respecto a la edición de Planeta, muy cuidada. A la altura de un autor tan importante como Tezuka. Y si bien es cierto que la calidad de algunos de los relatos deja mucho que desear, el conjunto sin duda merece la pena. A fin de cuentas, es una obra de Tezuka.
- La fortaleza de papel
- Osamu Tezuka
- Traducción: Marc Bernabé
- Editorial Planeta
- 2023 (publicado originalmente en Japón entre 1970 y 1976)