Nankin – Nicolas Meylaender y Zong Kai

La ciudad china de Nankin sufrió en 1937 una de las atrocidades más duras de toda la historia contemporánea. La masacre de Nankin dejó un saldo de entre 200.000 y 300.000 víctimas, de las que no se libraron mujeres, niños y ancianos. Seis semanas en los que los instintos más bajos del ser humano se manifestaron con total crueldad. Este cómic de Nicolas Meylaender y Zong Kai retrata a la perfección aquellos días intensos en los que la población china asistió indefensa a la llegada de los soldados japoneses. El hilo argumental del cómic es el proceso de investigación de los abogados chinos de Xia Shuqin; una pequeña niña que logró sobrevivir a la masacre, y que setenta y cuatro años después tuvo que hacer frente a una batalla legal para que el recuerdo de su pasado no fuera mancillado con las tesis revisionistas.

violeación de nankin

El nacionalismo expansionista japonés

Desde las protestas del 4 de mayo de 1919 contra lo pactado en Versalles, los patriotas chinos veían en Japón la mayor amenaza para la soberanía china. En 1895 Japón había conseguido Taiwan en el Tratado de Shimonoseki. En 1905, después de una impresionante victoria sobre Rusia, se hizo con el dominio del sur de Manchuria, y presionaron insistentemente para ocupar toda la zona. Y en 1931 los japoneses pusieron una bomba en el ferrocarril del sur de Manchuria con el fin de tener un pretexto para ocupar Shenyang “en defensa propia”. ¿No os recuerda esto a Tintín en el Tíbet? China no ofreció resistencia militar, pero recurrió a la Sociedad de Naciones, y ésta, aunque dio la razón a China, no impuso sanciones a Japón.

masacre japonesa

En esta situación, Japón siguió manteniendo su hostilidad; y en 1932 Japón atacó Shanghai. Pero dado el carácter internacional de la ciudad hubo muchos testigos y muchas quejas que le obligaron a retirarse.

Entre 1927 y 1937, el gobierno de Nanjing evitó entrar en guerra. Pero todas estas acciones avivaron el nacionalismo chino y tuvo como resultado la formación de ligas de salvación nacional y boicoteos a los productos japoneses. Sin embargo, no tenía sentido entrar en guerra contra Japón, que era claramente superior.

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La marcha sobre Nankín

En 1936 Chiang Kai-shek decidió plantar cara a los japoneses en Shanghai, con un resultado final en torno a las 20.000 bajas y el abandono por parte de las tropas nacionalistas; que emprendieron la marcha hacia Nankín. Sin embargo, los japoneses les siguieron, y en diciembre de 1937 arrasaron Nankín, mataron a decenas de miles de civiles y soldados, y violaron a 20.000 mujeres o más. Y todo ello rodeado de una amplia cobertura de la prensa internacional, que llamaron a este episodio la “Violación de Nankín”. La historiografía china valora en torno a 300.000 las víctimas de la masacre, mientras que otras fuentes cifran el total en torno a 200.000. Sea como fuere, el resultado sigue siendo inhumano.

A partir de 1937 Japón dio inicio a una nueva invasión de China a gran escala; y se hicieron con el control de todo el este de China; e instauraron regímenes títeres dirigidos por colaboradores chinos.

Durante los primeros años de la invasión japonesa, la cooperación entre comunistas y nacionalistas fue real y no solo nominal. La invasión japonesa ofreció una oportunidad perfecta. Allá donde se habían establecido los japoneses, la comunidad china estaba deseosa de movilizarse contra ellos; ya que secuestraban a las mujeres para prostituirlas y a los hombres para trabajos forzados. Y sobre todo detestaban su política de represalias contra la resistencia que se resumen en lo que se llamaba “tres todos: matar a todos, quemar todo, saquear todo”.

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Nankin, una historia que nunca se debe olvidar

La cifra grabada en el monumento de Nankin (1985) señala un total de 300.000 muertos; pero números arriba, números abajo, nada altera las dimensiones del horror. Un horror cuya sombra es alargada, y a día de hoy sigue generando controversia, debate y envites diplomáticos. Precisamente, la publicación de este cómic viene a denunciar unos hechos que el Japón de la posguerra siempre trató de matizar, cuestionar y justificar; en lugar de condenar y juzgar. Sin arrepentimiento, sin culpabilidad y sin reparación. La difusión de este cómic debe servir sin duda para hacer más conocida si cabe los terribles hechos de la masacre de Nankin. Un baño de realidad y una lectura necesaria.

  • Nankín
  • Nicolas Meylaender (guion) y Zong Kai (dibujo)
  • Traducción: Javier Barrachina Rodríguez
  • Kraken
  • 2011 (edición original de 2014)
  • 15,00€

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