En el verano de 1941, Algis Mielis, de 13 años, y su familia fueron detenidos por la mañana y deportados a Siberia en un vagón de ganado con miles de compatriotas. Estos hechos ocurren en el contexto de la ocupación soviética de Lituania en la Segunda Guerra Mundial. En 1940, la Unión Soviética de Josef Stalin aprovechó el pacto Molotov-Ribbentrop entre la Unión Soviética y la Alemania nazi para anexar los países bálticos, incluida Lituania. Durante el periodo de ocupación el gobierno soviético practicó deportaciones masivas y confiscación de propiedades. El cómic Haiku siberiano describe el largo viaje a Siberia, la humillación a manos de los soldados y la vida en el campo desde una perspectiva infantil. Una visión alejada de arduas cuestiones políticas o reflexiones históricas. La humillación vista desde el pensamiento de un niño.
Su autora, Jurga Vilé, lituana de nacimiento, se graduó en Filología Francesa, y trabaja como escritora y traductora. Haiku Siberiano es su primera novela gráfica, y está inspirada en la experiencia de su padre en el exilio. El resultado es una obra en la que se entremezclan distintas narraciones de las migraciones forzosas y la vida de los desplazados, siempre con cierta visión infantil y naif. Tanto es así que uno de los personajes principales del cómic es el ganso de Algis, Martín. Que pese a morir de un disparo en la estación de tren, sigue apareciendo a lo largo de las páginas del cómic, interactuando con Algis, como si fuera un espíritu que le sigue ayudando. No es extraño, toda vez que en Haiku siberiano las ilusiones y la realidad se entremezclan, fruto precisamente de la imaginación del protagonista.
Haiku siberiano
La ilustradora Lina Itagaki cuida especialmente todos los detalles del cómic. Los fondos de las páginas, la correspondencia que se introducen en el relato, los cambios de estilo, la narración en pequeñas historias independientes, y por supuesto el propio texto manuscrito. Nos recuerda mucho en este punto a la fantástica Heimat. En este caso, mención a la edición española por el esmero que ha puesto para que el lettering se parezca lo máximo posible al original. Un trabajo impecable e imprescindible cuando el propio texto del cómic forma parte del propio relato.
La injusticia plasmada desde la mirada más inocente.
No esperen sin embargo un sesudo trabajo histórico. La mezcla entre realidad y fantasía nos permite conocer el drama de miles de familias que cayeron en el olvido. Pero el resultado final es un cómic sencillo, en donde la crítica política pasa en muchas ocasiones desapercibida en medio del drama y de la tristeza de la deportación. Esto, lejos de ser un handicap, se convierte en una virtud, y es que Haiku siberiano es una lectura apta para todos los públicos, incluido el público infantil. De hecho, en el año 2018 recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil en su país. Y la lista de premios es amplia.
Cómic lituano
Es cierto que en muchos momentos la lectura no es fluida, pero al final el esfuerzo compensa. Y por encima de todo, este cómic merece que nos acerquemos a él por dos motivos: el primero porque no todos los días tenemos la oportunidad de leer un cómic lituano. El segundo, porque habla de un problema prácticamente desconocida en nuestras latitudes, la del drama de los miles de deportados lituanos y mandados a Siberia. Un bello testimonio lleno de ingenuidad, metáforas y esperanza, que nos habla de resiliencia, de saber adaptarse a las dificultades y de no perder la esperanza.
- Haiku siberiano (Sibiro haiku)
- Jurga Vilé (guion) y Lina Itagaki (dibujo)
- Traducción: Jordana González-Jonkus
- Maquetación y adaptación a la edición española: Daniel Matías
- Lettering: Paula Sánchez
- 2023
- Impedimenta
- 24,95€