La Historia ilustrada de Cantabria responde al modelo de otros volúmenes de historia ilustrada de España que se editaron a lo largo de los años 80; auspiciados por las distintas diputaciones y las consejerías de cultura. En un momento en el que las reivindicaciones nacionalistas estaban en boga. En esta línea ensalza el protagonismo de Cantabria en el contexto de la historia nacional; dándole un papel relevante, impulsor y de primer orden. La historia de Cantabria queda así como un todo unitario y uniforme que desde tiempos prehistóricos fue labrándose y constituyéndose en una región con entidad propia y diferente del resto de España.
Historia ilustrada de Cantabria
Pero al igual que ocurre con otras ediciones similares, la historia ilustrada de Cantabria cae en los mismos errores al dar un excesivo protagonismo a la región; algunas veces con dudoso rigor histórico. Y sin embargo, más allá de esta puntualización, la historia ilustrada de Cantabria cumple con creces su objetivo: divulgar y dar a conocer de manera sencilla y didáctica los principales hitos de la historia de Cantabria; interpretándola como región con entidad propia. Desde sus primeras manifestaciones artísticas en el Cuaternario, a los cambios políticos de los años ochenta del siglo XX. Sin duda un cometido ambicioso que permite conocer de forma sintética la historia de una de las regiones más fascinantes de la península ibérica.
Cantabria, del Paleolítico a la Edad Antigua
La historia ilustrada de Cantabria se remonta a los primeros yacimientos en el Paleolítico Superior, con las cuevas de Altamira por bandera; así como otros yacimientos paleolíticos de Cantabria, en donde aparecieron diversas manifestaciones del arte rupestre. Sin duda, uno de los atractivos turísticos de la región (Chufín, Hornos de la Peña, El Castillo, Las Monedas o El Pendo son algunas de las principales cuevas de Cantabria que reciben cientos de visitantes semanalmente).
El Paleolítico dio paso a la Edad Antigua, y en la región fue configurándose una cultura propia, los cántabros, con base autóctona pero no exenta de influencias; dedicados a la ganadería y la agricultura, y con fama de hábiles guerreros. Tanto es así que incluso los cántabros fueron usados en las guerras civiles de Roma. Y fueron necesarios varios años para que Roma les sometiera, dando pie a la romanización. Y sin embargo, la cultura cántabro prevaleció, como muestran las enigmáticas estelas cántabras, de difícil interpretación.
La influencia de Cantabria en la larga Edad Media
Como en otros álbumes de la historia ilustrada de España, el número de páginas dedicadas a la Edad Media es considerablemente mayor que el resto. Comienza con la llegada de los visigodos, a los que les costó someter a los cántabros; aunque la definitiva victoria de Leovigildo en el año 574 terminó por someter a la población. No tuvieron tanta suerte los musulmanes, que tras ser derrotados por Pelayo en Covadonga, se encontraron en la región cántabra un núcleo de resistencia muy importante; y que daría paso a la primera dinastía real cántabra en el 739 con Alfonso I.
Así comenzaba el proceso de expansión de los reinos cristianos. Un proceso que durará varios siglos, y que dará pie en Cantabria a la formación de numerosos pueblos que han sobrevivido hasta hoy. Quizás sea en este punto donde la Historia ilustrada de Cantabria se detiene con mayor detalle. También en este periodo se formaron monasterios, sobre todo en la zona de Liebana, y se levantaron iglesias y ermitas. El poder y la influencia de la Iglesia en Cantabria era enorme. Así como el de las órdenes militares. Los pueblos se organizaron en torno a los concejos, y recibieron privilegios económicos y fiscales por parte de los reyes. Y desde ellas se organizaron expediciones para luchar contra los musulmanes en el resto del territorio, como la conquista de Sevilla en 1248.
El cómic muestra numerosos detalles. Cómo estaban organizadas ciudades como Laredo, Santander, Santillana del Mar o Castro Urdiales. Profundiza en el apartado económico, y no se olvida de los enfrentamientos entre linajes y bandos que se produjeron durante siglos.
Mucho menos presencia de la historia contemporánea
De la época moderna y contemporánea se centra en algunos personajes importantes de Cantabria. Como Juan de la Cosa, de Santoña, y propietario de la Santa María en la que Colón descubrió América. Pedro de Alvarado, brazo derecho de Hernán Cortés. El literato José María de Pereda. El prehistoriador Marcelino Sanz de Sautuola. O la influencia política del Marqués de Santillana.
La galería de nombres es extensa, pero lo cierto es que este periodo es analizado con menor profundidad. Sí resulta de interés las viñetas que le dedica a la guerra de la independencia; citando conflictos tan relevantes como la batalla de Ramales y Guardacamino en 1839; que le supuso a Espartero el título de Duque de la Victoria. O el espacio que dedica al proceso de industrialización de la región, que no parará de crecer económicamente. Incluso mencionará la creación del equipo de futbol, el Racing de Santander; o la aprobación de la Universidad de Cantabria en 1972.
Valoración final en el contexto de la Historia de España ilustrada
Un pastiche de datos ilustrados con imágenes. Muy alejado de un cómic, sin argumento y sin hilo conductor. Ciertamente aburrido; como ocurre en otras ediciones de historia ilustrada de España. Que pone el centro de la atención en Cantabria, sobre todo en el momento fundacional de lo que sería la España cristiana. Y que luego pasa muy de largo por toda la historia contemporánea. Se centra sobre todo en los años que transcurren entre el siglo XII y XVI, con todo el desarrollo de las villas. Y se ocupa también de destacar nombres propios que forman parte de una galería de personajes destacados de Cantabria, tanto en política, como en cultura.
Solo dedica una viñeta a la guerra civil de 1936, advirtiendo que ensombreció el auge de Cantabria y su capital, produciéndose muertes, exilio y dificultades materiales. Escueto análisis, en vista del impacto que tuvo la guerra en la región cántabra. Tampoco se centra apenas en la inmediata posguerra, ni en el franquismo. Parece como si quisiera pasar de puntillas por ese periodo. No molestar a nadie.
El resultado es una historia ilustrada de España que difícilmente puede ser valorada como un cómic al uso; pero que tiene mucho potencial didáctico para presentar de manera sintética e ilustrada parte de la historia cántabra.
- Historia ilustrada de Cantabria
- Rogelio y David Pérez-Bustamante (guion); Andrés Torre González, Andy (dibujo)
- Nova Editorial
- 1990 (la primera edición fue editada por la Diputación Regional de Cantabria en el año 1989)