Ramón Boldú, cocreador de la revista erótica Lib en los años setenta, guionista de programas televisivos, y colaborador con sus ilustraciones en revistas como El Jueves o El Víbora, nos trae este relato autobiográfico, de título curioso, en el que nos cuenta los recuerdos de su padre durante la guerra y el franquismo, La vida es un tango y te piso bailando. Un relato que nos recuerda también a otra obra biográfica como Espacios en blanco en donde Miguel Francisco nos narraba la historia de su abuelo y de su padre; aunque en unos registros totalmente diferentes, tanto narrativos como gráficos.
El cómic tiene una lucidez abismal, y logra atrapar la atención del lector. Durante sus algo más de cien páginas Boldú da muestra de su particular visión del mundo. Con un talante desenfadado, se toma todo con humor y consigue sacarte una sonrisa incluso de la tragedia y el drama familiar. El cómic se centra en su padre. Boldú va a visitarlo una vez al mes al geriátrico, y entre partida y partida de ajedrez, le cuenta las historias de la guerra en forma de pequeños relatos, muchas veces incoherentes. Cuando muere, de algún modo se decide a publicar todas estas historias en formato cómic, y narrar al mismo tiempo el relato de su propia vida. El resultado es La vida es un tango y te piso bailando.
La vida es un tango y te piso bailando
El relato de Boldú mezcla historia y realidad, con las alucinaciones de su padre; un hombre que exageraba las historias para que se acabaran creyendo la mitad y se acercaran a lo real. Natural de la comarca de Segarra (Lérida), sufrió en sus carnes con apenas quince años el bombardeo de las tropas sublevadas, el odio y el rencor entre los habitantes del pueblo, la represión, la muerte y el miedo. Todo ello desde la particular visión de un adolescente dado a vivir todo desde su óptica particular.
A lo largo del relato Ramón Boldú va incluyendo pequeños relatos que muestran la crueldad de la guerra. En La vida es un tango y te piso bailando vemos por ejemplo a un alcalde que salva a uno de derechas de un fusilamiento, y terminada la guerra, este mismo le manda fusilar para quedarse con su puesto de alcalde. La tragedia de Miguel Hernández en la cárcel. O cientos de niñas que son llevadas a un convento al inicio de la guerra y durante dos años apenas ven la luz del sol, muriendo muchas de ellas por anemias o por los golpes. También narra otras historias inverosímiles, como el del «bombardeo de metanfetaminas», difíciles de creer, pero eso forma parte del tono distendido y humorístico.
Tango libre
Durante buena parte del cómic se ve también una carga crítica hacia la violencia de la guerra. Y al principio del mismo se establece cierto paralelismo entre la guerra y el ajedrez; ambos violentos por naturaleza en donde solo la muerte del rival te permite ganar. Es por ello que Ramón Boldú trabaja precisamente en la creación de un nuevo sistema que él denomina Tango libre. A lo largo del cómic va soltando pinceladas sobre el funcionamiento del nuevo sistema del juego. Y ojo porque el cómic viene con sorpresa. Prueba a quitar las guardas del cómic y desplegarlas.
- La vida es un tango y te piso bailando
- Ramón Boldú
- Astiberri (Colección Sillón Orejero)
- 2015
- 18,00€