Espacios en blanco

Las historias familiares pasan de generación en generación, y de boca en boca, diluyéndose por el camino y formando largos silencios. Con cada pérdida de un familiar, un trozo de la historia de la familia se pierde para siempre. Es en este escenario en el que juega el cómic Espacios en blanco. Un relato autobiográfico de Miguel Francisco, que hace acopio de recuerdos propios, así como de su padre y de su abuelo, para mostrarnos una historia sencilla e íntima, pero magistralmente narrada; y que hurga en una de las heridas abiertas de nuestra historia patria: la guerra civil española y la posterior represión. Un trabajo excelente de memoria histórica.

El cómic se sitúa en tres escenarios diferentes. En un primer plano, Miguel Francisco satisface la curiosidad de su hijo pequeño, que quiere saber más sobre su legado familiar; lo que le sirve al autor para plantear la justificación del cómic. En segundo plano vemos a Miguel Francisco emigrando a Finlandia en plena crisis económica, encontrando trabajo en una empresa de videojuegos, y conociendo a la futura madre de su hijo. Por último, en tercer plano, quizás el más interesante, nos presenta la historia de su padre y de su abuelo durante la guerra y la posterior represión. Todo ello plagado de silencios y omisiones. Pequeños retazos de memoria que unidos forman la historia de una familia.

Espacios en blanco

Miguel Francisco comenzó su andadura en el mundo de los cómics en los años ochenta en Bruguera, pasando posteriormente por diversas editoriales. Y en los años noventa se pasó a la industria de la animación y el diseño de personajes. Con esta experiencia, en plena crisis, en el 2008, se marchó a Finlandia y encontró trabajo en la industria del videojuego; creando, entre otros, a los Angry Birds. Posiblemente sea este exilio en la distancia, y el estar tan lejos de su tierra, el que le llevó a retomar su pasión por los cómics y crear un relato autobiográfico en el 2017. De algún modo el cómic Espacios en blanco es su legado y la herencia que le deja a su hijo.

Los recuerdos de su infancia se mezclan con las anécdotas que le contó su padre tanto de él como de su abuelo. Hasta tres generaciones se entrecruzan por las páginas de Espacios en blanco a través de pequeñas historias. La crueldad de las bombas sobre la población civil, la tragedia de los soldados en las trincheras, los fusilamientos en los pueblos, la cercanía de la Iglesia con los poderes fácticos, el hambre, la represión. A través de las páginas de Espacios en blanco podemos identificar numerosas situaciones de la guerra y la posguerra; todo perfectamente equilibrado. Sin duda, una lectura excelente, llena de grandes páginas.