El 7 de enero de 1966 dos aviones militares estadounidenses colisionaron en pleno vuelo provocando la caída de cuatro bombas termonucleares 75 veces más destructivas que las de Hiroshima, en las playas de Palomares, en la provincia de Almería. El suceso trajo consigo el secretismo por parte del Estado que pretendió ocultar cualquier consecuencia medioambiental. Lo que incluyó a Manuel Fraga, bañándose en las playas de Palomares dos meses después del accidente, como gesto de tranquilidad para intentar demostrar que aquellas aguas no estaban contaminadas. Aunque muy alejado en el espacio y en el tiempo, el cómic Algas Verdes recuerda en parte a este funesto suceso, en el que un Estado pone todas las trabas posibles para que no se destape un caso de desastre medioambiental.
Algas Verdes
El cómic Algas Verdes resulta una obra densa y compleja. Una especie de cómic-documental en el que se denuncia una situación actual que afecta a la región de la Bretaña francesa. Un comic basado en notas, entrevistas, documentos y extractos de noticias. Y los jugosos extras que se incluyen al final del cómic dejan buena cuenta de ello. Los tres primeros capítulos van sobre la situación sanitario política en torno al problema de las algas verdes; y el intrincado y complejo laberinto burocrático al que se enfrentaron aquellos que se atrevían a denunciar la situación.
Hasta un total de tres hombres y 40 animales fueron encontrados muertos en las playas de Bretaña. Y todo ello en un breve lapso de tiempo. La identidad del asesino es un secreto a voces: la invasión de las algas verdes. Sin embargo las autoridades trataron de tapar el asunto y buscar otros culpables. ¿Qué intereses movían al gobierno francés para tapar el asunto? ¿Qué vinculaba al Estado con las algas verdes? Inès Léraud y Pierre Van Hove ofrecen una investigación sin precedentes en la que participan denunciantes, científicos, agricultores y políticos. Y el resultado viene a dar respuesta a buena parte de estas preguntas. Muestras que desaparecen en laboratorios, cuerpos enterrados antes de realizarles la autopsia, juegos de influencia, presiones y un silencio institucional. Una trama destapada que sin embargo no parece haber removido lo suficiente la conciencia política, puesto que nada cambia.
Un cómic-denuncia
La obra, planteada a modo de documental, pone en cuestión los procesos de producción de las industrias agroalimentarias, los riesgos de la agricultura intensiva, las macrogranjas y el uso de fertilizantes, así como todos los peligros que entrañan para la salud humana y la del medioambiente. Un comic basado en hechos reales que ha contado con la colaboración de ecologistas, ganaderos, agricultores, periodistas, políticos y personas afectadas. Si bien es cierto que algunos pasajes del comic pueden hacerse un poco pesados, el resultado final es tan esclarecedor que no podrás parar de leer.
Un cómic necesario que te muestra de forma clara como funciona la creación de corrientes de opinión por parte del gobierno, el blanqueamiento de las tramas corruptas o las trabas burocráticas que frenan determinadas investigaciones. Y lo peor es que todo lo que se cuenta en Algas Verdes no es algo exclusivo de la Bretaña francesa sino que se trata de un problema ecológico que empieza a ser visible en muchas partes del mundo industrializado que está pagando las consecuencias del progreso.
- Algas verdes. La historia prohibida (Les Algues vertes. L´histoire interdite)
- Inès Léraud (guionista); Pierre Van Hove (dibujante); Mathilda (color)
- Traducción: Rubén Lardín
- Rotulación: Ana González de la Peña
- Maquetación: Alba Diethelm
- Astiberri
- 2022
- 18,00€