Doble 7

No estamos ante dos autores menores. Hablamos de Yann, guionista de Spirou y Fantasio, Los Innombrables, o El piloto del Edelweiis; y André Juillard, dibujante de algunas de las sagas de Blake and Mortimer o Las siete vidas del Gavilán. Doble 7 cuenta por lo tanto con dos autores plenamente contrastados en el mercado francés; y con una temática realmente sugerente: la guerra civil española y el papel jugado por las potencias internacionales. Todos los ingredientes para ser un cómic espectacular, pero lamentablemente se queda en el camino. No estamos ante el mejor dibujo de Juillard, y tampoco el guion es precisamente brillante. De hecho, presuponiendo la labor de documentación por parte del autor, cae en numerosos errores y tópicos, que restan valor a la obra.

El cómic, ambientado en la guerra civil española, centra su atención en la relación entre una miliciana anarquista, Lulia, y un piloto soviético, Román. Todo ocurre en Madrid en 1937, y tiene como fondo las batallas internas entre republicanos y comunistas, con la ayuda extranjera de fondo; Alemania e Italia al bando sublevado, y la URSS a la legítima república española. Ayuda que se materializó tanto en soldados y víveres, como en armamento.

El personaje de la joven Lulia representa la militancia anarquista joven, intrépida e idealista. Por su parte, el piloto soviético Román ejemplifica el valor, el honor, el patriotismo y la profesionalidad de los militares rusos que fueron a luchar en favor de la república. En determinado momento sus destinos se cruzarán, y nada volverá a ser lo mismo.

El dibujo de Juillard, pese a no tener la calidad de otras obra suyas como Las siete vidas del Gavilán, es igualmente muy bueno. Mención especial las imágenes de las batallas aéreas por Madrid y los bombardeos. Sin embargo la mayor laguna del cómic la encontramos en el guion de Yann, que ofrece una visión particular de la guerra civil española muy sesgada, y en la que tanto los republicanos como los líderes soviéticos quedan muy mal parados. Y no es que lo que cuente sea mentira o falso, pero sí es demasiado parcial.

Presenta a los republicanos divididos y enfrentados; a un Stalin convertido en un dictador autoritario y déspota cuyos únicos intereses con respecto a España es su oro; habla de las matanzas de Paracuellos o Badajoz; del asesinato y persecución a las monjas; o de la animadversión de la República y de la URSS hacia los anarquistas. No es que sean falsedades, pero sí juega demasiado con los estereotipos, sin profundizar en ninguno de ellos; y presenta una visión demasiado peyorativa.

Una obra que critica a ambos bandos

Al final, quedan demasiadas tramas abiertas en las que no profundiza, y el cómic termina de forma abrupta y mal. Las últimas escenas no guardan ninguna relación con la historia que ha ido desgranando, y el lector no termina de conectar con lo que cuenta. Con todo ello, ¿merece la pena la lectura? Por supuesto. Pese a todo lo dicho, la combinación entre la acción bélica y la historia de amor está muy lograda; y la idea de los conflictos entre republicanos y anarquistas es bastante interesante. Además, es de agradecer la aparición en sus páginas de personajes reales como los escritores estadounidenses Ernest Hemingway o Martha Gellhorn; o incluso la inspiración en milicianos reales a la hora de reflejar el personaje real de Lulia. Y qué duda cabe de que algunos de sus diálogos invitan a la reflexión.