La historia de los acontecimientos políticos desde mediados del siglo XIII, y hasta la muerte de Enrique IV, ofrece un panorama caótico; en el que se suceden los conflictos, la formación de bandos nobiliarios y las intrigas palaciegas. Es la pugna entre “nobleza y monarquía” propia del periodo; y que vemos en el cómic El abrigo de la Corona, del dibujante ciudarrealeño Raúl Sierra, y el guionista Domingo Sánchez.
La reconquista y El abrigo de la Corona
Aunque el término de reconquista se ha utilizado habitualmente para referirse a todo el proceso de enfrentamiento entre la Cristiandad y el Islam en tierras peninsulares desde el principio del siglo VIII hasta fines del XV, lo cierto es que con un mínimo de rigor solo tiene algún sentido para el período posterior al siglo XI; cuando fue tomando cuerpo entre los ideólogos de las Cortes de Castilla y de León tanto la idea de la reconquista, entendida como la recuperación de territorios sobre los que se creía tener derecho, como la de cruzada. Quizá, el ejemplo más característico de campaña militar organizada por los castellanos sea el de la batalla de las Navas de Tolosa.
En la web tenemos varias reseñas sobre la reconquista en la isla de Mallorca, o la toma de Granada. Pero lo cierto es que El abrigo de la Corona no es un cómic sobre la reconquista propiamente dicho.
Repoblación de la Meseta Sur
Por otra parte, la conquista de Toledo a manos de Alfonso VI fue el punto de partida de la presencia de los castellano-leoneses en la Meseta Sur. Aquí, los problemas eran radicalmente nuevos: poblamiento relativamente denso de religión musulmana y una importante vida urbana. A pesar del éxito de Toledo, la ocupación de la Meseta Sur por los cristianos fue un proceso lento. Toledo era la primera gran urbe que pasaba a formar parte del reino castellano-leonés. Junto con su indudable posición estratégica, Toledo tenía un gran significado por el papel relevante que había desempeñado en tiempos anteriores. La ciudad de las tres culturas (musulmanes, mozárabes y judíos). Difícilmente podía concebirse un mosaico más abigarrado de etnias, lenguas y creencias.
El sistema básico de poblamiento fue el concejo con fueros. Los pobladores que acudían a esas tierras recibían un lote de tierra, así como una casa o un solar. Estos pobladores asentados tenían obligación de vecindad y debían prestar ciertos servicios; diferentes según su condición social, para no perder el heredamiento. Los monarcas hicieron también algunas concesiones de singular relieve a laicos y eclesiásticos. En El abrigo de la Corona, Chrétien desvela a su hijo una carta con unas prebendas del monarca Alfonso VIII a un antepasado de su familia que ayudó durante la reconquista. Unas prebendas que convertiría a sus herederos en nobles, pero que necesita ser refrendada por el actual monarca Alfonso X.
Las órdenes militares
Al margen de Toledo, la descomposición del imperio almorávide, a fines del primer tercio del siglo XII, permitió a los castellanos consolidar la repoblación del valle del Tajo. A partir de entonces, castellanos y leoneses pudieron disponer de un instrumento de gran eficacia para hacer frente a la acometida almohade: las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava y Alcántara), que llevaron el peso de la actividad repobladora en la segunda década del siglo XIII.
En El abrigo de la Corona aparece precisamente la Orden de Calatrava. Fundada en 1158 en el término de Calatrava (Ciudad Real), y arrebatada a los musulmanes por parte de Alfonso VII. Su importancia era fundamental para la custodia de Toledo. E intervinieron en batallas como la de Alarcos (1195) o las Navas de Tolosa (1212) con una importante participación.
En el cómic aparecen dos personajes de importancia vital para la orden. El maestre calatravo Pedro Yáñez; máxima autoridad en la orden, incluso judicial. Era el responsable de la salvaguarda de los dominios e intereses calatravos, otorgaba encomiendas y confería hábitos y prioratos. Y el maestre Juan González, lugarteniente durante el maestrazgo de Pedro Yáñez, y sucesor de este. Pero lo cierto es que no se puede decir que queden en buen lugar en El abrigo de la Corona.
Vasallaje y homenaje
El vasallaje, elemento de unión entre señor y vasallo, se establece mediante el homenaje que prestaba el segundo al primero, convirtiéndose así en «hombre de otro hombre». El vasallo, de rodillas, cabeza descubierta y sin armas, coloca sus manos entre las del señor, que cierra las suyas sobre ellas y se declara su hombre. El señor le levanta y le besa en la boca, el rito incluirá el juramento de fidelidad sobre los Evangelios o sobre algunas reliquias. Inmediatamente, como contrapartida a la fe prestada, el señor procedía, simbólicamente a la investidura, entregando al vasallo una bandera, cetro, anillo, puñado de tierra o rama, símbolo del beneficio concedido.
Esta era la ceremonia tradicional del acto del homenaje; aunque lo cierto es que fue modificada según la época y el lugar.Y que podemos ver en El abrigo de la corona cuando el monarca Alfonso X refrenda las prebendas otorgadas a sus antepasados.
El vasallaje creaba deberes recíprocos. El vasallo debe a su señor, ante todo, fidelidad, que se convertirá en el origen de la restauración del orden. Junto a ella, una serie de prestaciones, comprendidas en dos vocablos que se han hecho clásicos, auxilium y consilium.
Por su parte, el señor tiene obligaciones de protección militar y judicial, en contrapartida a los derechos de auxilium y consilium que le debe el vasallo. No obstante, la obligación fundamental del señor es la de mantener al vasallo, dándole los medios necesarios para vivir.
El abrigo de la Corona, el cómic
Y es precisamente en este marco en el que situamos El abrigo de la Corona; adaptación de la novela homónima de Domingo Sánchez Parra. El cómic narra los orígenes de la actual Ciudad Real (Villa-Real); de la mano del rey Alfonso X el Sabio, en el contexto de repoblación de la Meseta Sur. A partir de la lectura de una carta-puebla, la aldea de Pozuelo de Don Gil pasará a ser denominada villa. Sin embargo, los intereses de la orden de Calatrava, que hasta la fecha había controlado la zona, se verán en entredicho. Chrétien, un alarife de la villa se enfrentará a la orden y tratará de romper el estricto orden estamental de la época.
Un cómic histórico muy interesante, con un enfoque divulgativo que no se nos escapa en TBO en clase. El uso de un vocabulario específico; referencias a hechos históricos como la batalla de Alarcos o las Navas de Tolosa; el papel de las órdenes militares; la sociedad estamental; las encomiendas y los homenajes; o el proceso de construcción de murallas y templos, son solo algunos de los aspectos didácticos que podemos trabajar en este cómic.
- El abrigo de la Corona
- Raúl Sierra García (dibujo) Domingo Sánchez Parra (guión)
- Serendipia
- 2017
- 15,00€