Las Meninas fue Premio Nacional del Cómic en el año 2015. Premio a la mejor obra española del Salón del Cómic 2015. Y nominada a los premios Eisner en material internacional en el año 2018. Estamos sin duda ante un cómic que rompió muchos esquemas preconcebidos y que dejó tras de sí muchísimas opiniones enfrentadas; ya que muchos veían como ganadora a Yo, asesino de Altarriba. Las Meninas de Javier Olivares (dibujante) y Santiago García (guionista), es sin duda una obra fascinante; que nos sumerge en el particular universo de uno de los artistas más grandes de la historia de España. Sin duda unos autores que nunca defraudan, como demostraron en el 2020 con La Cólera.
El autor de Las Meninas, El aguador de Sevilla o Las hilanderas, se ganó su posición social con su propio esfuerzo y su talento. El cómic editado por Astiberri indaga precisamente en la arrolladora personalidad de Velázquez. Una obra creativa y original, como el propio pintor. Un retrato único, calificado por muchos como pretencioso, pero que logra transmitir al lector la magia que desprende Velázquez y su cuadro Las Meninas.
El oficio de pintor en el siglo de Oro
Los pintores españoles pertenecían al grupo de los artesanos. La estructura gremial con sus sucesivas etapas de aprendiz, oficial y maestro, pervivió durante todo el siglo XVII. Era frecuente, en este sentido, la boda del oficial con la hija del maestro para garantizar la continuidad del taller. El nivel cultural de los artistas no era muy alto; y si algunos poseían importantes bibliotecas, caso de Velázquez, también los había analfabetos. La lucha por mejorar la situación social y económica del artista fue una constante. Esta lucha de Velázquez por escapar del encorsamiento de la sociedad estamental es en buena medida la que Javier Olivares y Santiago García nos muestran en su cómic.
Lógicamente Madrid, capital de la monarquía, era el centro artístico más activo y atraía artistas de todos los lugares. La corte, la proliferación de conventos de nueva fundación y la abundancia de nobleza y altos funcionarios multiplican los encargos. Madrid era además el lugar donde antes llegaban las novedades artísticas europeas. De este modo, muy pronto, el autor de Las Meninas encontrará allí su acomodo, y abandonará la ciudad de Sevilla.
Velázquez, maestro universal
Como se muestra en el cómic, Velázquez se formó a las órdenes de Pacheco, quien le acercó a los personajes más importantes de la ciudad. Clérigos, nobles, artistas e intelectuales, fueron dando vida a la Sevilla moderna. Las reuniones de intelectuales que se sucedían en la casa de Pacheco debieron ir conformando el espíritu del joven artista. De esta época sacó Velázquez su importante preparación teórica y su gusto primitivo por el caravaggismo. Pero muy pronto se casó con Juana Pacheco, hija de su maestro. Comenzó a despuntar y a realizar algunas de sus más importantes obras. Y antes de que se diera cuenta, la pareja se había trasladado a Madrid.
Por entonces el rey era Felipe IV. Pero poco dado a tomar decisiones, el poder recaía en sus validos. Primero fue Gaspar de Guzmán; y más tarde, el Conde duque de Olivares, de ilustre familia andaluza. Precisamente, un año después de su primer viaje a Madrid, Olivares nombró a Velázquez pintor del rey. Comenzaba así su carrera palatina; instalándose para siempre en Madrid.
Velázquez y la sociedad estamental
Sin embargo, todos los españoles que eran alguien en el siglo XVII deseaban un hábito de la Orden Militar; a ser posible de la de Santiago, que era la que repartía mejores rentas. Además, tener un hábito para un pintor, era la más palpable demostración de ser un caballero. Solo así podía formar parte de la élite privilegiada de la sociedad estamental.
Animado por lo que había visto en Italia, donde el talento se imponía con frecuencia a la cuna, Velázquez, en su etapa de madurez, solicitó el ansiado hábito de Santiago. Y sólo la intervención real venció las resistencias del Consejo de la Orden. Precisamente, en esta época pintó su cuadro más famoso, Las Meninas; que centra la atención del lector durante buena parte del cómic.
Las Meninas de Javier Olivares y Santiago García
El cuadro de Las Meninas representa una escena aparentemente casual, el momento en que la infanta Margarita irrumpe en el estudio del pintor mientras realiza un retrato de sus augustos padres. A la princesa le acompañan sus damas de honor (meninas en portugués), dos enanos y un perro. En segundo plano se adivinan otros empleados. En esa misma pared hay dos cuadros de carácter mitológico que exaltan la superioridad del arte sobre el oficio. Es como si el pintor se hubiese autorretratado fuera de la composición. Pero el cómic no aborda el aspecto técnico o creativo del cuadro. Las Meninas van mucho más allá. Y el resultado es sin lugar a dudas estéticamente sorprendente.
El ritmo del cómic es pausado; y es que la trama no da para mucha acción. Pero en todo momento se percibe la labor de documentación de los autores, que cuidan hasta el más mínimo detalle. Cada página ofrece un deleite visual al lector; y el dibujo de Javier Olivares es soberbio, cambiando constantemente de registro y técnica pictórica. De algún modo, el propio autor adopta el mismo rol que en su momento tuvieron Velázquez o Picasso; capaces de tocar muchos registros pictóricos. Sin lugar a dudas, Olivares es todo un virtuoso de los pinceles, como lo fueron en su día otros grandes artistas.
Las Meninas, una obra imprescindible
Sin embargo, aunque la obra se lee de manera bastante correcta, Las Meninas también adolece de algunos defectos. Baile de fechas constante. Aparente inconexión de muchos de los acontecimientos que se narran. Y en ocasiones al lector neófito le faltan datos para conocer el verdadero alcance de lo que se está contando.
Pero por encima de todo, Las Meninas se ha convertido en una obra imprescindible que todo coleccionista de cómics debe tener en su estantería por el concepto del arte que está presente a lo largo de sus casi 200 páginas; por la creatividad que desprende cada una de sus páginas; y por la cuidada edición que nos presenta Astiberri. Una obra inteligente que nos muestra como una obra de arte se transformó en símbolo universal.
- Las Meninas
- Santiago García (guion) y Javier Olivares (dibujo)
- Astiberri
- 2014
- 18,00€