Caravaggio – Milo Manara

Milo Manara ha cerrado el segundo arco de su particular visión de la biografía de Caravaggio. El resultado, viniendo de la pluma de Manara, no puede ser menos que extraordinario, y le permite entrar por méritos propios en la lista de los mejores cómics del año 2019. Pero antes de abordar el cómic del historietista italiano autor de Los Borgia, hagamos un breve repaso por su biografía y su arte.

Caravaggio, vida y obra

Biografía de Caravaggio

Caravaggio
La fontana del moro, en la plaza Navona.

Michelangelo Merisi (1571-1610), más conocido por el lugar de nacimiento de su familia, Caravaggio, fue el mejor exponente de la pintura naturalista del arte barroco italiano. Su vida estuvo marcada por la incomprensión y por su carácter impulsivo; que le trajo no pocos problemas en las distintas repúblicas italianas por las que pasó.

En 1590 se trasladó a Roma para ganarse la vida como pintor. Y aunque muy pronto se dio a conocer por la calidad de sus cuadros, el asesinato de Ranuccio Tomassoni por temas de juegos, y varias riñas, le llevaron a la cárcel. Sus mecenas siempre le habían protegido, pero no pudieron hacer nada por él ante la acusación de asesinato. Sin embargo, Caravaggio huyó de la prisión, y puso rumbo a Nápoles, Malta, Siracusa, y finalmente Mesina. Nunca paró de meterse en nuevos problemas con la ley, que sus nuevos mecenas siempre trataron de solucionar. Ingresó como caballero de la Orden de Malta; pero también le expulsaron. Sufrió un intento de asesinato que le desfiguró el rostro. Y paradojas del destino, cuando por fin obtuvo el perdón para poder regresar a Roma, murió; posiblemente de malaria. Aunque alrededor de su muerte todavía quedan incógnitas sin resolver.

Caravaggio
Puerto de Nápoles, y al fondo el castillo Nuovo

El arte de Caravaggio

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Iglesia de San Luis de los Franceses, en Roma

Caravaggio siempre contó con las alabanzas de sus contemporáneos. Todos reconocieron su talento para la pintura, pero le reprocharon el mal uso que hizo de él. La mayoría de autores coinciden al hablar de hasta tres etapas diferenciadas en su estilo pictórico. La primera desde su llegada a Roma en 1590 y aproximadamente hasta el cambio de siglo. Fue una etapa en donde el autor vendía sus obras en mercadillos para sobrevivir; y en donde recreaba el mundo callejero, la picaresca y el juego, junto a obras religiosas de mayor valía como la Cena de Emaús.

Castillo de Sant´Angelo, en Roma

A partir de 1600 llegamos a su estilo maduro. El naturalismo académico va dejando paso al uso revolucionario que Caravaggio hará de la luz: el tenebrismo. Es el momento en el que pintó para las grandes iglesias de Roma. Obras como La crucifixión de San Pedro y La conversión de San Pablo, ambas en la capilla Cerasi, en Santa María del Populo; o El martirio de San Mateo en San Luis de los Franceses.

La etapa final de su obra estará marcada por el exilio que sufrió tras el asesinato de Ranuccio Tomassoni. Durante esta etapa ira dejando una serie de cuadros que iban siendo encargadas por distintas iglesias del sur de Italia y Malta. Fue el caso, por ejemplo, de Las Siete Obras de Misericordia, para el retablo mayor de la iglesia napolitana de la Misericordia. O La decapitación del Bautista, en la catedral de la Valetta, en Malta.

Su estilo

Su pintura es dramática. Predominan los temas religiosos y las grandes figuras. Como modelos tomaba a personas vulgares: mendigos, prostitutas, borrachos y huérfanos. Modelos que retrataba con absoluto naturalismo y crudeza. Lograba captar así la máxima expresividad para sus cuadros.

Por otro lado, las figuras aparecían iluminadas de forma violenta y teatral, acentuando los rasgos realistas del cuadro. Una técnica que era conocida como tenebrismo

La obra religiosa de Caravaggio fue muy controvertida. Siempre rehuyó del carácter heroico. Y dejó muestras de  falta de decoro, diseño y composición. En este sentido, tuvo no pocos problemas por culpa de los modelos que había escogido para pintar los cuadros. Y es que la reputación de la mayor parte de ellos no estaba a la altura de las figuras que estaba representando. ¿Acaso el Santo Oficio se podía mostrar impasible sabiendo que la modelo de la virgen María era una prostituta?

Su estilo tuvo muchos admiradores. Su particular manera de representar lo divino y lo profano desde una perspectiva humilde, fue seguido por otras escuelas, especialmente en España. Más adelante, en pleno Barroco, se impondría otro tipo de representación con un estilo más grandioso y elevado.

El cómic

Primer volumen: El pincel y la espada

Caravaggio

En el primer volumen Milo Manara nos presenta a Michelangelo Merisi, nacido en Milán, pero cuya famila era de Caravaggio. Esta primera parte de la obra se convierte en una herramienta para mostrarnos la ciudad de Roma. Estampas maravillosas que se quedan en la retina del lector. También se incide en el carácter impetuoso del joven pintor; y en los constantes problemas en los que se vio inserto en esta etapa de su vida, en Roma. Especialmente con Ranuccio Tomassoni.

Obviamente el autor se toma sus propias licencias; sobre todo en lo que respecta a las mujeres que rodean a Caravaggio. En este punto tendrá un protagonismo esencial Anna, una prostituta de los bajos fondos de Roma, y que servirá de modelo para la virgen María. Los dibujos de Anna son espectaculares, como todos los personajes femeninos que salen de la pluma de Milo Manara.

Segundo volumen: La gracia

Caravaggio

En el segundo volumen, tras la muerte de Tomassoni, Caravaggio huye de Roma y se refugia en un circo ambulante. En este número las licencias biográficas son aún mayores. Toda la trama de este segundo arco gira en torno a la búsqueda del perdón papal. Caravaggio desea volver a Roma, y piensa que para ello debe hacer una gran obra que le haga merecedor de dicha concesión. Pero al mismo tiempo, Caravaggio sigue metiéndose en problemas, y estos le obligan a visitar diferentes ciudades italianas como Nápoles o Malta. A esta última fue con el objetivo de ingresar en la Real Orden de San Juan.

La vida de Caravaggio estuvo rodeada de todo tipo de infortunios y aventuras: muertes, asesinatos, persecuciones, fugas de cárceles, penas de muerte… Y todo ello lo refleja el autor de manera sublime.

Los cuadros

milo manara
Siete obras de misericordia, 1607

Muchos son los cuadros de Caravaggio que podemos identificar fácilmente en el cómic; lo cual resultaría muy interesante para nuestras clases de historia del arte. Por desgracia, Milo Manara, y su particular erotismo, hacen que no sea un cómic conveniente para trabajar en secundaria. Sin embargo, dado el realismo del trazo de Manara, sí que podemos utilizar fragmentos seleccionados para mostrar a nuestros alumnos y alumnas el proceso de creación de las obras del autor. Veamos a continuación algunas de estas obras.

La vocación de San Mateo

La vocación de San Mateo, 1600

El presente cuadro, La vocación de San Mateo se encuentra en la iglesia de San Luis de los Franceses. Se trata de una de las obras más representativas del naturalismo barroco. El cuadro relata un episodio del Evangelio: Cristo llama a un recaudador de impuestos al servicio del emperador para que se convierta en uno de sus apóstoles, Leví. Una escena que se desarrolla en un interior oscuro, simulando una escena de teatro. El cuadro se compone de dos grupos: el de Mateo, rodeado de otros personajes; y el de Cristo y San Pedro. Un hombre de espaldas sirve de nexo entre ambos grupos y aporta profundidad.

Los ropajes utilizados son los propios del tiempo del autor. Obviándose cualquier aspecto heroico o noble. La llamada de Cristo aparece así como un acto sencillo, tal como lo narra el Evangelio.

Las figuras aparecen iluminadas por una fuente de luz que se desconoce, en la esquina superior derecha. Una luz claramente sobrenatural; y que acompaña al gesto de Cristo.

Entierro de Cristo

De izquierda a derecha, Entierro de Cristo, 1603; Los discípulos de Emaus, 1601; y Crucifixión de San Pedro, 1600

Aparece en primer plano, a la altura del espectador, la fosa en la que va a ser enterrado Cristo. La muerte aparece como un hecho definitivo, sin heroísmo ni redención. Se conserva hoy día en la pinacoteca del Vaticano. Una obra que tuvo un extraño consenso para las obras de Caravaggio. Tanto detractores como admiradores alabaron la obra. E incluso autores posteriores como Rubens hicieron copias de la misma.

En la composición vemos a San Juan y Nicodemo sosteniendo el cuerpo de Cristo, y detrás vemos a la Virgen María, María Magdalena y María de Cleofás. Hay un uso muy evidente del claroscuro, y una ausencia absoluta de sangre; un rasgo propio de la pintura italiana.

Los discípulos de Emaus

Este óleo se encuentra en The National Gallery de Londres. Representa al momento en el que los discípulos Cleofas y Santiago reconocen a Cristo resucitado. Un cuadro en el que vuelve a destacar la técnica del claroscuro, así como el uso de numerosos símbolos religiosos: la uva negra simboliza la muerte, la blanca la resurrección, las manzanas el pecado original, y la sombra de la canastilla tiene forma de pez.

La Crucifixión de San Pedro

Oleo sobre lienzo pintado para la capilla de Santa María del Popolo, en Roma. Un cuadro alejado de cualquier intento majestuoso o heroico. Se trata de un cuadro del que se pintaron dos versiones, porque la iglesia rechazó la primera propuesta, que hoy día está en paradero desconocido. Una crucifixión ausente de dolor, y sangre, y con el habitual uso de la luz.

Milo Manara
La decapitación, 1608
  • Caravaggio
  • Milo Manara
  • Traducción: Aitor Laiseca Loizaga
  • Norma
  • El pincel y la espada (2015) y La gracia (2019)
  • 18,00€

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