Un cómic capaz de abrir con una preciosa panorámica de la ciudad de Florencia ya es garantía de éxito. Pedro Cifuentes lo ha vuelto a hacer. Si ya sus dos primeros volúmenes de Historia del arte en cómic nos encandilaron y nos permitieron disfrutar de esas piedras que los romanos colocaban una encima de la otra; o del arte que se cultivó en Europa mientras los cristianos y los musulmanes se enfrentaban. Ahora nos ofrece su particular visión del Renacimiento; la época con mayor concentración de talento de la historia del arte. Sin duda, estamos ante la mejor obra de Cifuentes hasta la fecha.
Su obra más técnica, más cultivada, y también la más desordenada. Y en buena medida, este desorden forma parte de la clave del éxito. Si analizamos sus obras anteriores, Pedro Cifuentes desarrolla los contenidos de manera académica, atendiendo a la cronología, las culturas y los estilos. En esta obra se vuelve a ocupar de explicar conceptos básicos de la historia como la división por edades o el uso de fechas simbólicas. Sin embargo, cuando se ocupa del Renacimiento se olvida de esquemas preconcebidos y deja brotar su talento. ¡Y vaya si brota! Si todavía no te lo has leído, sigue leyendo la reseña, seguro que correrás a comprarte un ejemplar.
El Renacimiento italiano
El cambio principal del pensamiento renacentista consistió en, sin renunciar a la tradición cristiana, abandonar el teocentrismo medieval y defender el antropocentrismo; el hombre como medida de todas las cosas. Un hombre que se define ahora por su individualidad.
En el aspecto artístico, el Renacimiento supone la sustitución del sistema formal gótico por otro distinto, apoyado en los modelos de la Antigüedad greco-romana; que comienzan a estudiarse de forma rigurosa buscando en ellos unas definiciones matemáticas de la belleza y de la armonía.
Aunque este proceso intelectual no es exclusivo de Italia, el Renacimiento artístico es creación puramente italiana. Y dentro de Italia, destaca Florencia; paladín de la libertad contra la tiranía absolutista. Este es el punto de arranque del cómic de Pedro Cifuentes.
En líneas generales, se puede considerar el arte renacentista como una exaltación del Hombre y el Mundo; los dos ejes que guiaban el pensamiento humanista de la época. Este antropocentrismo, y el nuevo mecenazgo de la burguesía, hizo brotar en el arte nuevos géneros; perdiendo el arte religioso la total hegemonía que había mantenido hasta entonces.
La historia del arte en cómic
Estas cuestiones, sumamente importantes para entender el arte que se desarrolla en el Renacimiento, son explicadas desde un punto de vista didáctico de forma magistral por el autor. En este punto no hay mucha diferencia con los volúmenes anteriores, que ya nos ofrecían una panorámica didáctica insuperable. Sin embargo, en este tercer volumen de su Historia del Arte en Cómic, Pedro Cifuentes renuncia a seguir un esquema preconcebido. Prefiere en su lugar ceder el testigo a los diferentes personajes que se cruzan por sus páginas; y que sean ellos quienes nos narren el Renacimiento a su manera. Así vemos a autores y teóricos como Giorgio Vasari, Stendhal, Leonardo, Miguel Ángel, Durero, o incluso el propio Lutero.
Y no desaprovecha la ocasión el autor para incluir en esta galería de personajes que recorren el cómic a Sofonisba Anguisola; considerada la primera mujer pintora del renacimiento. Una mujer que llegó a hacerse un hueco entre los Tiziano, Durero y Raffael de la época; y que también reivindica su espacio en el cómic.
Pedro Cifuentes y el Quatroccento italiano
En la Historia del arte en cómic, Pedro Cifuentes nos muestra como la escultura se independiza y cobra importancia; al mismo tiempo que tiende a su armonía con la propia naturaleza, y evoluciona hacia el naturalismo. Los florentinos dominan el relieve, el bulto redondo, el retrato de busto y ecuestre y cultivan los más diversos temas. El mármol se convierte de nuevo en el material preferido y junto a él, también por influencia clásica, el bronce ocupa el puesto de honor. Si tenemos dudas del uso que se le da al mármol solo hay que echar un vistazo al impresionante David de Miguel Ángel que se marca Pedro Cifuentes.
El artista renacentista aspira a objetivar el proceso creador; partiendo de que las formas artísticas se basan en un conjunto de reglas que pueden ser estudiadas. El edificio renacentista es el resultado de un cálculo y las partes del edificio deben guardar proporción entre todo el conjunto y ser simétrico. Su planta tiene forma geométrica. Y recupera elementos clásicos como el frontón, la columna o el entablamento. Todo ello junto a una auténtica renovación urbana; la ciudad se articula en torno a la plaza central, en donde el palacio ocupa un lugar preeminente. En este punto, el autor se preocupa por transmitir la difícil tarea de explicar la ciencia, las matemáticas, la geometría y la proporción que hay detrás de la belleza y el arte. Ejemplos de ello tenemos varios en el cómic; como los cuadros de Massacio y su dominio de la perspectiva.
La pintura renacentista
Pedro Cifuentes transmite de forma excelente la conexión entre la historia y el arte. En Historia del arte en cómic, Renacimiento, vemos como la pintura, busca la representación de las cosas, del ser humano y de su ambiente de forma real. Existe un interés por la luz, se abandonan esquemas rígidos y prefijados propios del gótico y se buscan composiciones racionales y científicas. Los temas reflejan el creciente interés hacia el hombre y su entorno: la figura humana, el género del retrato, los marcos arquitectónicos, la mitología e historia antigua, etc. No obstante, el tema religioso aún perdura.
Los pintores aprenden a representar cada vez mejor el cuerpo humano. Por primera vez se hacen verdaderos retratos en los que se copian fielmente los rasgos del retratado. Se avanza también en el paisaje.
La perspectiva constituye otra novedad. La luz interesa como elemento de primer orden en el cuadro, e incluso constituye la preocupación fundamental de uno de los principales maestros: Piero della Francesca. Por fin, en Venecia se descubre que el porvenir de la pintura está en el predominio del color sobre la línea.
Sandro Boticelli
En Florencia la pintura del Renacimiento temprano llegó a su cenit con Sandro Boticelli. Botticelli se convirtió en el pintor favorito del círculo de los Medici. Para uno de ellos compuso El nacimiento de Venus, el más famoso de sus cuadros. En esta obra el pintor reproduce el pasaje de la mitología clásica donde la diosa nace de los testículos de Urano en contacto con el mar, cuando fue castrado por Zeus. Se denota una falta de preocupación por la profundidad espacial. Ojo a los dibujos de Boticelli que aparecen en el cómic. Son impresionantes.
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El siglo XVI, el alto Renacimiento
El culto al genio ejerció un efecto muy profundo en los artistas del Alto Renacimiento, animándoles a metas ambiciosas que por su dificultad. A veces se frustraban, dejando en el artista la impresión de haber sido vencido por un destino adverso. En este sentido, las discusiones que vemos a lo largo de las páginas del cómic entre los diferentes artistas, son muy interesantes. Los cánones de belleza fueron moldeados a su antojo, y concedieron menos importancia al orden racional que al efecto visual, desarrollaron un nuevo sentido dramático y una nueva retórica para captar las emociones del observador. Las obras de los grandes maestros del Alto Renacimiento, se convirtieron inmediatamente en clásicas del arte.
El número de maestros fue muy reducido, destacando principalmente cinco hombres: Leonardo, Tiziano, Miguel Ángel, Rafael y Bramante. Todos ellos pasan por las páginas de Renacimiento. En donde también tiene cabida la pintura flamenca. En este sentido no podemos pasar por alto la figura de Pieter Brueghel el Viejo, y su obra El combate entre don Carnal y doña Cuaresma; una obra que refleja los sentimientos melancólicos, el honor y la oscuridad de una época a caballo entre la Edad Media y la Moderna.
Leonardo
Si hay un autor que desfile por las páginas de este tercer volumen de la Historia del arte en cómic, que no podamos pasar por alto, ese es Leonardo. Un autor qua ya apareció en los anteriores volúmenes haciendo gala de sus extravagancias. El gag que introduce con el vuelo en ornitóptero y las vistas de la cúpula de Santa María, es sencillamente genial. De lo mejor del cómic. Una obra de Leonardo de indudable trascendencia será La última cena, que también podemos admirarla en el cómic. Se trata de la primera exposición clásica de los ideales del Alto Renacimiento.
Aunque su obra más célebre es el busto de la Mona Lisa, más conocida por la Gioconda, en donde Leonardo encarna una cualidad de ternura maternal que fue la esencia de la feminidad. Pedro Cifuentes no desaprovechará la oportunidad para incluir gags de humor en torno al misticismo de dicho cuadro.
Miguel Ángel, el genio del Renacimiento
Y dejamos para el final de la reseña el genio de Miguel Ángel; que aparece de manera recurrente a lo largo de todo el cómic. Miguel Ángel se considera ante todo como escultor. Estima que no existe idea que no pueda expresarse en un bloque de mármol. El mundo de Miguel Ángel está formado por gigantes de actitudes grandiosas y gestos terribles, la terribilitá que tanto alabaron sus propios contemporáneos. En los cuerpos la musculatura, cada vez más acusada, revela los años dedicados por el artista al estudio de la anatomía y la honda impresión en él producida por el grupo de Laoconte, la obra maestra del periodo helenístico, recién descubierta en 1506.
En 1498 esculpe la Piedad del Vaticano donde perfecciona su sentido clásico. Su fama se propaga por Italia, y sus paisanos florentinos lo reclaman para confiarle la ejecución del David en un bloque gigante, que está inspirado en la estatuaria clásica y testimonia los profundos conocimientos anatómicos que poseía el artista. En los últimos treinta años de su vida, la preocupación de Miguel Ángel fue la arquitectura. Encargado de construir la cúpula de San Pedro del Vaticano en Roma.
Y respecto a la pintura, su obra clave es la decoración de la Capilla Sixtina en San Pedro, Roma. En la bóveda simuló un conjunto de arcos transversales apoyados en grandiosas pilastras fingidas. Entre ellas fue acomodando las monumentales figuras de los Profetas, las Síbilas y los Ignudi. En el centro de la bóveda y en compartimentos rectangulares representó escenas del Génesis: la Creación y la Caída del hombre. Solo con imaginar el proceso creativo que ha debido de llevar a cabo el autor para dibujar la panorámica de la Capilla Sixtina, el precio del cómic nos parece barato.
Renacimiento, una obra imprescindible
En definitiva, este tercer volumen de Historia del arte en cómic dedicado al Renacimiento es sin ningún atisbo de dudas uno de los cómics imprescindibles del 2021. Un cómic que nos ofrece la posibilidad de visitar los interiores de las principales galerías y museos europeos: el Louvre de París, el Museo Vaticano en Roma, el Museo del Bargello en Florencia, o la Galería Ufizzi también en Florencia. Que nos vislumbra con cuadros como La escuela de Atenas de Raffael o La Primavera de Botticelli.
Y por si todo os parece poco, en la web de la editorial Pedro Cifuentes nos ha dejado numerosos materiales gratuitos para que los docentes puedan usarlos en sus clases. Echad un vistazo.
- Historia del arte en cómic. Volumen 3. Renacimiento
- Pedro Cifuentes
- Desperta Ferro
- 2021
- 19,95€