De forma irremediable, cuando uno empieza a leer Todo el polvo del camino, sus páginas nos llevan hasta ese relato de perdedores, sufridores y temporeros en búsqueda del paraíso, que John Steinbeck escribió en 1940, Las uvas de la ira. Con esta premisa, el cómic de Jaime Martin y Wander Antunes no puede ser más que una maravilla.
Un año después, en 1940, John Ford estrenaba la adaptación a la gran pantalla de la magnífica novela de John Steinbeck. Tom Joad (Henry Fonda) regresa a su hogar tras salir de prisión, pero la ilusión de volver a ver a los suyos se transforma en frustración al ver cómo los expulsan de sus tierras. El hambre, la pobreza y la miseria asolan los EEUU durante los años de la Gran Depresión. Y para escapar de todo ello, la familia emprenderá un largo viaje lleno de penalidades en búsqueda de la tierra prometida. Un drama absorbente acerca de la dignidad de las personas, y una de las mejores películas de la historia.
Todo el polvo del camino
La acción del cómic nos lleva hasta la década de los años treinta. El crac del 29 ha tenido consecuencias desastrosas para la economía mundial, y ha dejado a los EEUU en una situación de quiebra total. Muchas empresas y bancos han cerrado, y miles de trabajadores vagan por las calles de las principales ciudades norteamericanas en búsqueda de trabajo. Tampoco la situación en el campo parece mejor. Apenas queda trabajo, y cientos de temporeros van de un lado para otro, sin un techo en el que vivir, sin un mendrugo de pan que llevarse a la boca.
En este contexto aparece Tom, un hombre solitario que ha perdido su mujer y su casa, y que va de un lado para otro buscando trabajo. Pero todo cambia el día que el destino le lleva a conocer al joven Buck. Desde ese momento ya nada volverá a ser igual en la vida de Tom.
El cómic adquiere un tono cercano a una road movie en la que el protagonista se enfrenta al racismo, la intransigencia, la intolerancia y el miedo a lo de fuera. Un relato soberbio que pese a narrar unos hechos que se vivieron hace ya casi un siglo, parece de máxima actualidad; y que hace un interesante alegato en contra del racismo sureño.
Wander Antunes y Jaime Martín
El relato de Wander Antunes cuenta con el dibujo de Jaime Martín (Jamás tendré 20 años y Las guerras silenciosas). Si bien es cierto que Todo el polvo del camino no llega al nivel de sendas obras, el resultado no decepciona en absoluto. El lector encontrará una lectura amena, que no durará más de una hora entre sus manos, y que retrata con contundencia una de las épocas más duras de la historia de los EEUU.
- Todo el polvo del camino (Toute la poussière du chemin)
- Wander Antunes (guion) y Jaime Martín (dibujo)
- Traducción: Albert Agut Iglesias
- Norma
- 2022
- 16,00€