La trilogía de Jaime Martín compuesta por Jamás tendré 20 años, Las guerras silenciosas y Siempre tendremos 20 años, forman un conjunto único en el panorama del cómic español; que nos permite obtener una visión diacrónica de la sociedad española a lo largo del siglo XX. Partiendo del relato biográfico de su propia familia, Jaime Martín logra captar la atención del lector; a través de un relato emotivo, sincero y directo. Una obra familiar, muy cercana, igual o similar a la de tantas otras familias españolas que vieron como sus aspiraciones vitales fueron condicionadas por las estrictas normas sociales del franquismo.
Si en Jamás tendré 20 años Jaime Martín nos contaba la historia de sus abuelos maternos Jaime e Isabel, en Las guerras silenciosas, hará lo propio con sus padres, Encarna y Pepe. Se completa así el círculo con dos obras que se complementan a la perfección; y que da la sensación de haber sido creadas con una visión de conjunto desde el inicio.
Las guerras silenciosas
Encarna es la hija mayor de tres hermanas. Sus padres siempre la educaron para que fueran chicas fuertes y autónomas. Ayudaban a sus padres en las labores del hogar y en el negocio del vidrio. Recogían cenizas por el barrio, limpiaban botellas, creaban cepillos naturales con pelo de caballo, e incluso usaban ácido para retirar los restos sólidos de las botellas. Muy alejadas del rol femenino de su época, Encarna y sus hermanas siempre huyeron del estigma de la inferioridad y la fragilidad de la mujer. En este sentido, la obra de Jaime Martín puede leerse en clave femenina, resultando un relato muy interesante.
Por otro lado, Pepe conoce desde edad temprana a Encarna y a su familia, y siempre estuvo cortejándola hasta que finalmente consigue que se convierta en su novia. El relato, contado en boca de su padre alrededor de una comida familiar, resulta un ejercicio práctico y real de cómo funcionaban los roles sociales y las relaciones afectuosas durante los años de la dictadura franquista. Vemos anécdotas que muchos abuelos de los hogares españoles han contado a sus hijos y a sus nietos. Hacer el amor a oscuras y con la ropa puesta; suegros que espían a sus nueras ante la ausencia de su hijo, para que no le sea infiel; las clases de costura y cocina para las niñas; las dificultades para acceder a una vivienda; o las dificultades para acceder a tu primer trabajo sin haber hecho el servicio militar.
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El servicio militar en Ifni
Pero nada de esto justifica el título de Las guerras silenciosas. Y es que al mismo tiempo que nos cuentan cómo los padres de Jaime Martín se convirtieron en pareja, se relata el servicio militar de Pepe en Ifni, a través de la lectura de su diario durante las instrucciones militares en 1963. Territorio hostil en donde el recibimiento a los españoles nunca fue agradable, y el posible estallido de un conflicto siempre estuvo presente. Una posible guerra que el régimen siempre se encargó de tapar, una de tantas: las guerras silenciosas.
El asunto de África no era nuevo para España como hemos podido ver en otros cómics como Monte Arruit o 1921, el Rif. La guerra que tuvo lugar allí transcurrió entre los años 1957 y 1958, pero el conflicto, lejos de terminar, quedó permanentemente abierto. Y la instrucción en Ifni se convirtió en un infierno en vida. Campamentos que parecían chabolas, lleno de chinches y parásitos; falta de alimentos; calor sofocante; la dureza de los superiores militares; el estraperlo y el mercado negro; la llegada de las cartas de las novias; la supervivencia del grupo; las prácticas militares; el rancho; los permisos; o los arrestos.
Aquí puedes ver un storyboard del cómic 👇
Las guerras silenciosas, un cómic muy complejo
Pero más allá del conflicto en Ifni, o el asunto de la sociedad franquista, en Las guerras silenciosas Jaime Martín nos ofrece también otras lecturas. Además de la cuestión feminista que comentamos con anterioridad, resulta muy interesante el asunto del conflicto generacional entre aquellos que vivieron el franquismo en su pleno apogeo, y los que crecieron en el tardofranquismo.
A través de la relación padre-hijo, el cómic de Jaime Martín también aborda la resiliencia en la figura de un padre que consigue sortear sus propias circunstancias y adversidades, superar sus traumas, y adaptarse a lo que le ha tocado vivir. Ser capaz de extraer una lectura positiva y vitalista de unos hechos en principio traumáticos como los que le tocó vivir durante 18 meses en Ifni, son todo un ejercicio de pragmatismo, a caballo entre la resignación y la propia supervivencia. En este sentido recomendamos la lectura del epílogo de Las guerras silenciosas.
Sin duda, una lectura que no defrauda, con el sello personal de Jaime Martín: fluidez en la narración, el uso del color para transmitir sensaciones, dibujo sencillo y expresivo, y un excelente trabajo de documentación necesario para sostener una obra de esta envergadura.
- Las guerras silenciosas (Les guerres silencieuses)
- Jaime Martín
- Norma
- 2014 (2013 edición francesa)
- 24,00€