Un oscuro manto es la nueva obra de Jaime Martín, que se sale de su zona de confort habitual (Jamás tendré veinte años o Las guerras silenciosas) para ofrecernos una visión mística de una de las figuras tradicionales del folclore catalán: las trementinaire.
Las trementinaire eran mujeres originarias del Pirineo Catalán que, durante el siglo XIX se dedicaron a la recolección de remedios que comercializaban posteriormente por los distintos pueblos catalanes, a lo largo de largas rutas a pie. Las trimentinaire vendían aceites, remedios y ungüentos para las heridas, dolores de espalda, fiebres e hinchazones de vientre. Conocían los secretos de los venenos que ofrecía la naturaleza, el poder de las semillas y el influjo de las plantas y los árboles. Un oficio tradicionalmente de mujeres que utilizaban los caminos de los montes y la trashumancia, manteniendo el contacto generalmente con los pueblos rurales y los mercados, evitando las grandes aglomeraciones urbanas.
Un oscuro manto
La protagonista del relato es Mara, una trementinaire que vive sola en el monte, pero que ya empieza a notar los estragos de la edad que le impiden desarrollar su actividad de manera adecuada. Al vivir aislada, tiene además que contar con las inclemencias del tiempo y el pesar del invierno. Además, pese a que su función como curandera es fundamental para el buen funcionamiento de la comunidad, la mayoría de sus vecinos le rechazan, desprecian e insultan.
Sin embargo, un día todo cambia cuando llega hasta su casa una joven forastera de pelo rojizo, ataviada con una ropa poco convencional para la región, y en un visible estado de nerviosismo. La llamará Serena. Aparentemente huye de algo o de alguien, y no emite ningún sonido. Mara la acogerá y protegerá, la hará pasar por su sobrina, y tratará de integrarla en la cerrada sociedad rural. Le enseñará su oficio al mismo tiempo que vamos conociendo algunos oscuros acontecimientos del misterioso pasado de la protagonista. Sin embargo, cuando estalla la epidemia de rabia, todos volverán su mirada contra la forastera.
Un estilo muy definido
El cómic no dejará indiferente al lector. Jaime Martín nunca defrauda. Incluso con su cambio radical de registro, su estilo sigue siendo visible, tanto por el estilo de dibujo encuadrado dentro de la línea clara, como por su estilo narrativo. Hay páginas en las que sin un sólo cuadro con texto, simplemente con la sucesión de diferentes imágenes, es capaz de transmitir los sentimientos de toda una vida de la protagonista.
Además, pese a alejarse del cómic político que tantas veces nos ha cautivado, en Un oscuro manto Jaime Martín logra captar la esencia mística del folclore catalán, así como el horror, la superstición y el miedo a lo desconocido en la España cerrada. Un relato muy interesante que refleja la dualidad entre lo moderno y lo antiguo, lo ortodoxo y lo heterodoxo. Sin duda, una lectura absorbente.
Respecto al final, genera ciertas dudas al lector, dándole la posibilidad de que sea él mismo el que escoja su propia interpretación. La obra oscila en todo momento entre lo terrenal y lo mágico, y el lector está expectante para que Jaime Martín nos ofrezca un final cerrado en el que se den las explicaciones a todas las dudas que van surgiendo a lo largo de la lectura. Y al final te quedas con una sensación de cierta insatisfacción, siendo el propio lector el que debe interpretar lo que ha leído. Lejos de ser un aspecto negativo, es de una gran maestría. Una invitación al lector a formar parte de la propia realidad en la que se movían las trimentinaire.
- Un oscuro manto (Un sombre manteau)
- Jaime Martín
- Prólogo de Layla Martínez (ensayista y novelista)
- Norma Editorial
- 25,00€
- 2024
