Al Capone

Al Capone fue un famoso gánster norteamericano que desarrolló su actividad durante la década de los años 20 en la ciudad de Chicago. De la nada logró montar un auténtico imperio criminal sobornando, extorsionando y asesinando a policías, políticos, personas influyentes, testigos incómodos y líderes rivales. Llegó a convertirse en todo un icono social, e incluso años después de su muerte, su figura sigue teniendo un magnetismo incuestionable que le han llevado a ser objeto de análisis en artículos, libros, películas o cómics como este que nos ocupa. Una biografía original, poco convencional, y que maravilla al lector sumergiéndolo en Nueva York y Chicago de los años 20.

Alfonso es un joven norteamericano de ascendencia italiana, y como tal, es objeto de burla. Esto, unido a sus orígenes familiares pobres, le genera un sentimiento de revanchismo que le lleva a valerse por sí mismo, y luchar por hacerse un nombre. No tendrá que esperar mucho tiempo para verse sobreviviendo en las calles de Chicago codeándose con matones de poca monta, borrachos y clientes de garitos nocturnos. Y será su propia valía lo que le llevará en poco tiempo a dirigir su propia organización controlando el contrabando de alcohol.

Al Capone, el cómic

Parece poco probable que nadie llegue hasta este cómic sin haber leído o visto nunca nada sobre Al Capone. Pero si ese fuera el caso, sin duda este cómic le ayudará a hacerse una idea muy certera de la importancia del personaje. Un gánster con sus luces y sus sombras, cuya vida personal todavía hoy encierra numerosos misterios. En este sentido, el cómic deambula entre lo real y lo imaginario, construyendo un relato sólido que funciona muy bien narrativamente, aunque se echa en falta un apéndice aclaratorio por parte del autor, refiriéndonos precisamente a las inexactitudes y licencias.

En cualquier caso, incluso aceptando esta falta, los autores hacen un magnífico juego de malabaristas, al introducir en la propia trama a Al Capone narrándole a su madre su propia versión. Y en más de una ocasión vemos incluso la disparidad entre lo que cuenta el protagonista y lo que vemos. Con lo que se diluye esa línea de la que hablábamos anteriormente. A fin de cuentas, no estamos leyendo más que la visión que Al Capone tiene sobre sí mismo. Y en cualquier caso, la labor de sus autores es bastante detallista, poniendo atención hasta el más mínimo detalles, fruto de una intensa labor de investigación. De ahí que fantaseen con la tesis que argumenta que el gánster más grande de todos los tiempos terminó muriendo a causa de sus propios trastornos psicológicos.