La taberna de los corsarios

En el siglo XVII España ya había perdido el monopolio del comercio con América y los comerciantes ingleses, holandeses o franceses navegaban libremente por las aguas del Atlántico sin que ninguna ley se lo impidiese. En estas fechas, Donostia se había convertido en uno de los puertos más importantes de Europa, y su ciudad estaba llena de tabernas en donde se reunían capitanes, mercantes, corsarios, piratas y marineros de toda condición. Y allí se pudieron escuchar las historias más asombrosas de todas esas travesías que surcaban las frías aguas. Este es el punto de partida del cómic La taberna de los corsarios, con guion de Dani Fano y si uno del tristemente fallecido Guillermo González (El caballero del unicornio).

La taberna de los corsarios

Se trata de un cómic de aventuras con piratas y corsarios, pero con una rigurosa ambientación histórica, y que sitúa el eje de la acción en la ciudad de Donostia, que por aquel entonces era uno de los principales puertos de Europa.

El cómic se compone de seis historias cortas, de ficción, pero ambientadas en situaciones reales y documentadas. Y cada historia se acompaña de un breve dossier histórico que sirve a una doble función: por un lado permite al lector profundizar en la trama histórica que acaba de leer, y por otro lado va generando un poso de conocimientos en el lector que le hace que la satisfacción de la lectura vaya en aumento. Por lo que enhorabuena para el editor. Todo un acierto no incorporar todo el dossier histórico al final, como suele ser habitual en otros cómics.

La obra publicada en tapa dura por Grafito Editorial, cuidada con sumo detalle, adapta el material publicado en 2015 en euskera (Kortsarioen Ostatua). Que a su vez adapta lo publicado por sus autores en la revista Xabiroi.

Una lectura que nos transporta a un mundo fascinante

El cómic nos habla de barcos con patente de corso, de las diferencias entre corsarios y piratas, de tabernas, juicios, emboscadas y tierras lejanas. Nos transporta hasta las frías tierras de Terranova y hasta las exóticas tierras americanas. Asistimos al juicio y tortura de un corso que no ha respetado las estrictas reglas. O leemos historias de seres mitológicos que arrasan los barcos en alta mar.

Es muy llamativo la cantidad de vocabulario que aprendemos con la lectura. Términos como botatierra, paulinas o agote aparecen entre sus páginas. Y así aprendemos, por ejemplo, que el pendolaje era el derecho de adquirir las pertenencias de los marineros que estuvieran en la cubierta del buque capturado; y que a su vez estaba prohibido si las víctimas se rendían sin resistencia. O conocemos el sufrimiento que ocasionaba a sus víctimas el tormento de la rueda, un método de tortura utilizado hasta el siglo XIX.