María y yo

Miguel Gallardo fue un autor con una sensibilidad especial. Cualidad que todos pudimos comprobar en Un largo silencio en donde homenajeaba a su padre. En María y yo reconocemos a ese autor sensible y delicado, adentrándose en un terreno complicado, que sin embargo para él es cotidiano. Nos referimos a la paternidad de una hija diagnosticada con autismo.

María Gallardo es una adolescente autista que vive en Canarias con su madre, mientras que su padre, Miguel Gallardo vive en Barcelona. El cómic nos narra el viaje de vacaciones de Miguel a Canarias para estar con su hija. Y el resultado es un cómic optimista, vitalizante y terapéutico. Un bálsamo de humildad que Miguel Gallardo arroja sobre un tema tabú en España.

Un cómic lleno de tanta espontaneidad como la propia María puede expresar. Partiendo de un drama, el autor consigue una obra vital. María y yo es todo un alegato a la vida y a la diversidad. Una sucesion de historias íntimas que el autor comparte con los lectores. Pero no solo es lo que transmite, sino como lo hace. La forma tan particular de plasmarlo en el cómic como si fuera escrito para su propia hija, a través de pictogramas.

Posiblemente, uno de los grandes atributos del cómic es la cantidad de preguntas que le surgen al lector al leer la experiencia de Miguel Gallardo con su hija. Un cómic lleno de incomprensión, felicidad, tristeza, paternidad, vida familiar y mucho color, pese a que María y yo esta publicado en un bonito bitono.

Y sí, se podrá decir que no es un cómic al uso. Que parece más bien un anecdotario ilustrado. Pero la calidad humana y artística que desprende la obra está fuera de toda duda. Por ello nadie se extraña que la otra recibiera numerosos premios. Que fuera una y otra vez reeditada. Y que en el año 2010 el director Félix Fernando de Castro dirigiera la película-documental del mismo nombre, y con padre e hija interpretándose a si mismos.