¡Por Tutatis!

Lewis Trondheim es el creador de dos obras emblemáticas como La Mazmorra y Lapinot. Su característico estilo sencillo y efectivo le ha hecho convertirse en uno de los grandes autores de la actual bande dessinée. En el caso de Lapinot, la serie comenzó su andadura a principios de los años noventa, mezclando sátira y fantasía. Lapinot es un conejo tímido que tiene como amigo a Richard, un gato simpático que siempre se está metiendo en problemas. Sus aventuras tienen lugar en la Francia actual, y utiliza de forma recurrente a personajes famosos entre sus páginas. originalidad, inteligencia y capacidad para transmitir mensajes profundos a través de situaciones aparentemente simples. Todos los álbumes son diferentes e impredecibles. No hay dos iguales. Y este ¡Por Tutatis! es una buena muestra de esta improvisación.

En ¡Por Tutatis! Lewis Trondheim lo vuelve a hacer, y nos ofrece una aventura totalmente diferente a lo que nos tiene acostumbrados. La capacidad de este hombre para innovar y reciclarse constantemente es asombrosa. El álbum es un homenaje sincero a uno de los grandes clásicos del cómic franco belga: Astérix y Obélix. Y lo hace demostrando un conocimiento exhaustivo de los personajes y su obra. Fruto de ello encontraremos numerosísimos gags que hacen referencia a la obra original: los jabalíes, la lucha contra los romanos, el banquete final, el bardo o los piratas. Al mismo tiempo que nos encontramos los habituales guiños del autor a la más inmediata actualidad, como la referencia al covid o a las algas verdes de Bretaña. Y todo ello con una más que evidente dosis de sangre y violencia. Quizás toda la que no vemos nunca en los cómics de Astérix y Obélix.

En ¡Por Tutatis! Lapinot aparece de repente en la Galia disfrazado de Astérix y se topa con Obélix e Ideáfix. Y aunque en un principio cree estar dentro del Parque Astérix y que le están gastando una broma; o que todo es un sueño; rápidamente llega a la conclusión de que real. Y aunque no entiende qué ha pasado, termina dejándose llevar por la situación y se mete en el personaje de Astérix para vivir desde dentro una de sus aventuras.

El resultado es magistral y ha conseguido que críticos y aficionados se rindan una vez más ante una parodia eficaz y respetuosa. ¡Por Tutatis! nunca pierde de vista los fundamentos básicos de la obra original, y consigue adaptarla al fantástico mundo de Lapinot. Juzguen ustedes mismos.