La Guerra de Flandes mantuvo enfrentados a diversas provincias de los Países Bajos con el Imperio español de Felipe II, durante varias décadas. Entre 1568 y 1648, los intereses de Europa estuvieron sobre la mesa. Inglaterra y Francia apoyaron a las provincias insurrectas, mientras que España apenas recibió apoyos externos; con el consiguiente esfuerzo económico para las endeudadas arcas del erario público de la España de los Austrias. La conocida como guerra de los Ochenta Años supuso un revés político y económico para España; y el inicio de la ruptura del imperio de los Austrias. El milagro de Empel que nos ilustra en formato cómic la editorial Cascaborra, es uno de los episodios más enigmáticos de la guerra de Flandes. Todavía hoy existen controversias historiográficas en torno al asunto. Esperemos que desde TBO en clase podamos contribuir a aclarar un poco el trasfondo histórico.
La guerra de Flandes
La guerra de Flandes supuso el escenario político más importante del momento. Por ahí desfilaron el duque de Alba, don Juan de Austria o Granvela. Y tuvieron lugar hechos tan destacados como la Unión de Utrecht, la toma de Amberes o los sucesos de la Armada Invencible.
El conflicto en los Países Bajos determinó, en muchos aspectos casi toda la política exterior de Felipe II. Se trató primero de aplastar a unos rebeldes, que eran al mismo tiempo herejes, por lo que el rey se opuso a toda concesión; de ahí el carácter de guerra total que tomó la contienda. Se procuró después aislar a los rebeldes del apoyo exterior; para ello se hizo necesario luchar contra ingleses y franceses, quienes, naturalmente, recelaban del inmenso poder del rey de España. Es más, la guerra también determinó la política interior al contribuir a debilitar aún más la situación financiera nada buena desde los tiempos del emperador Carlos V.
El milagro de Empel
La guerra de los Ochenta Años está salpicada de batallas entre uno y otro bando. La batalla de Heiligerlee; la batalla de Mook; el asedio de Maastricht; o la batalla de Gembloux. Pero entre todos los enfrentamientos que hubo, la batalla de Empel en 1585 fue la que tuvo el resultado más extraño. Contra todo pronóstico, los españoles salieron victoriosos del asedio que sufrieron en las heladas tierras de Empel. Los tercios de Mondragón, Íñiguez y Bobadilla se enfrentaron a una flota holandesa de más de cien barcos. Y pese a la adversidad previa, lograron una victoria aplastante, casi sin bajas. Una victoria que solo podía ser atribuida a una intervención divina. Así nació lo que en la historia se conoce con el nombre del milagro de Empel.
Las crónicas de la época nos muestran a los tercios españoles totalmente asediados, sin escapatoria, pero negándose a aceptar una rendición honrosa. Los tercios españoles preferían la muerte a la rendición. Y el hallazgo entre el barro de una tabla flamenca con la imagen de la Virgen María no hizo sino acrecentar más los ánimos de los españoles.
La madrugada del 8 de diciembre de 1585, un viento extremadamente frío congeló el río Mosa. En cuanto fueron consciente de ellos, los tercios españoles andaron por el hielo y fueron atacando uno a uno, por sorpresa, a cada barco enemigo. Obtuvieron así una aplastante victoria ante un enemigo que se mostró incapaz de reaccionar. Automáticamente la victoria fue atribuida a la oportuna aparición mariana. Y la Inmaculada Concepción fue proclamada patrona de los Tercios.
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1585 Empel, el cómic
El cómic 1585, Empel tiene grandes virtudes. La primera es su guión. Se nota detrás una excelente labor de documentación e investigación sobre la época. Pese a las inevitables (y recomendables) licencias de los autores, en el cómic se respira Antiguo Régimen. El lenguaje, las formas, el protocolo. Y pese a tratarse de un minúsculo enfrentamiento en el contexto de un conflicto mucho más extenso, no da la sensación que el lector pueda perderse entre datos, fechas, nombres y lugares. El dibujo no se queda atrás. Con un estilo que calza perfectamente con la historia que narra, y que está perfectamente ubicado en el tiempo. El ropaje, las armas o las escenas bélicas. Y por último el color, acompasado perfectamente con el dibujo, y dándole al conjunto de la obra un aspecto lúgubre y oscuro que ayuda al lector a meterse de lleno en el relato.
- 1585, Empel
- Javier Marquina (guión); Jaime Infante (dibujo); Guillermo Pereira (color); y Manuel P. Villatorio (artículo)
- Cascaborra Ediciones
- 2020
- 16,00€
