Caatinga – Hermann

Hermann es el genio de cuya mente salieron grandes obras largas como Las torres de Bois-Mauri o Jeremiah. Pero también un gran maestro de los álbumes autoconclusivos como Old Pa Anderson, Afrika o la propia Caatinga. Obras de tematica diversa pero con un nexo en común, la enorme calidad de los trabajos realizados.

Uno de los grandes atractivos del cómic es el dibujo de su autor. La presentación del cómic, sin diálogos, solo con viñetas mudas, es toda una declaración de intenciones. Nunca defrauda su estilo realista y su forma de representar los paisajes naturales, la vegetación y los animales. Y aunque las figuras humanas no es su gran fuerte en esta ocasión, no desmerece en absoluto el resultado final. Y respecto al color, estamos ante uno de sus mejores trabajos. Es asombrosa la forma prodigiosa de transmitir la sensación de calor, y la atmósfera absorbente de la caatinga.

Pero no se podría entender la asombrosa calidad del autor si no fuera por el desarrollo de sus historias. Caatinga aborda una cuestión filosófica, la necesidad humana de aprender a vivir con el odio. Y nos lleva hasta un lugar poco frecuentado por los cómics europeos, el Brasil poscolonial de comienzos del siglo XIX. Un cómic que sin embargo nos recuerda al western clásico.

hermann

Caatinga

La historia nos lleva hasta una familia de campesinos humildes que vive bajo el yugo de un poderoso terrateniente local. Alimentado por viejas rencillas, el terrateniente acaba con la vida de todos los miembros de la familia excepto dos hermanos que logran huir de la masacre.

A partir de aquí los dos hermanos se unirán a un grupo de cangaçeiros que operaban por la zona. Los cangaçeiros eran los miembros de las bandas armadas rurales que operaban en la zona nordeste de Brasil. Tenían una vida errante y se dedicaban al saqueo y robo de las haciendas de los ricos, y llevaban consigo a sus esposas e hijos. Pero no pensemos en ellos como una especie de Robin Hood, ya que en ocasiones ofrecían sus servicios a terratenientes para someter a los jornaleros que se mostraban poco obedientes.

caatinga

Sin embargo, una vez que se unen a la partida del capitán Clovis Méndes, los destinos de ambos hermanos tomarán caminos distintos. Mientras que el mayor, Diamantino, decide seguir con los cangaçeiros, el pequeño, Mané, decide dedicar su vida a la religión y se unirse a un grupo de fanáticos religiosos que se dirigen a la ciudad santa de Juazeiro.

De lo simple a lo complejo

En este punto la historia es simple, no se complica en exceso ni vemos giros dramáticos del guión. Pero sí asistimos a una descripción magistral del entorno geográfico e histórico.  El cómic nos permite conocer la Caatinga, que es una región del nordeste de Brasil que representa el 10% del total del territorio. Y también el sertao, que es una región semiárida a donde generalmente huían los grupos de cangaçeiros. Regiones amenazadas hoy día por el cambio climático y la sobreexplotación de la tierra.

De este modo, el factor diferenciador del cómic es el desarrollo de su marco histórico. Y es que quitando a Hugo Pratt, no vamos a encontrar a otros autores que se atrevan con este periodo de la historia.

Respecto al final, pues en cierto modo muchos lectores sentirán que la historia no concluye. Quizás Hermann pensó que la historia en sí misma no era más que una excusa para presentar el marco histórico y geográfico. Y que la conclusión de la misma era intrascendente. En cualquier caso no cabe duda de que estamos ante una obra soberbia. Todo un acierto de Cartem Ediciones reeditando este clásico editado en España en 1997.

caatinga

  • Caatinga
  • Hermann
  • Traducción: Francisco Pérez Navarro
  • Revisión de la traducción: Elena Hernández
  • Maquetación y rotulado: Antonio de Diego
  • Cartem Cómics
  • 2023 (primera edición española en 1997)
  • 19,95€

Deja un comentario