Hacer una reseña de Arsène Schrauwen no es tarea fácil. Se trata de un cómic diferente a todo lo que hemos comentado con anterioridad en TBO en clase, con un lenguaje propio y una narrativa fuera de lo común. Su autor, Olivier Schrauwen, ha sido alabado por la crítica. Y su obra Arsène Schrauwen es considerada por muchos lo mejor que ha hecho hasta la fecha. Una novela gráfica que ha calado muy hondo entre la crítica, y que sin embargo es poco conocida para un público generalista. Esperemos que esta reseña sirva para darla a conocer.
El argumento del cómic es muy simple. No lo especifica en ningún momento, pero la novela se inserta dentro del contexto colonial de principios del siglo XX. Y narra la biografía de Arsène Schrauwen, abuelo del autor, y que sirve también como título de la obra.
Arsène Schrauwen y el Congo Belga
Arsène, en plena juventud, viajará desde su tierra natal, Bélgica, hasta una colonia africana que entendemos que no puede ser otra que el Congo; aunque insistimos que este punto nunca se aclara en el cómic. El motivo de su viaje no es otro que una invitación de su primo Roger Desmet, que está casado con la heredera de un rico colono belga, con ínfulas de grandeza, y que tiene proyectado crear una nueva colonia que recibirá el nombre de Libertad. De hecho es el propio Arsène quien sugiere dicho nombre. Arsène Schrauwen permanecerá en el Congo un par de años, viviendo aventuras y experiencias, junto a su primo y su mujer Marieke; hasta que decide que su periplo en la colonia ha concluido y vuelve a casa.
Y no hay más. Así de simple es el argumento. La biografía de Arsène Schrauwen no da para mucho más. Y aunque el contexto histórico es muy interesante, en la obra no es más que un escenario sobre el que desarrollar todo su universo creativo. Se trata de un relato de aventuras ambientado en los últimos años de la colonia belga, justo antes de que la situación empezara a convertirse en insostenible. Pero si llegamos a esta obra buscando una crítica mordaz al pasado colonial, o sobre el paternalismo europeo, nos estamos equivocando de novela gráfica. Mejor buscar en otros cómics como el imperecedero Tintín en el Congo, o la más actual Katanga.
La ruptura con los convencionalismos
Lo más destacable de Arsène Schrauwen no es por lo tanto su argumento, ni la historia que narra; sino la profunda personalidad de su autor, que se puede percibir directamente en su obra. Se trata de un ensayo existencial plagado de sentido del humor y anécdotas deformadas. Vemos a seres humanos reducidos a la mínima expresión, casi abstractos. El dibujo es hipnótico. Utiliza el bitono, rojo y azul, utilizando todas las combinaciones posibles. De hecho, a lo largo de la lectura, el lector siempre tiene la idea de que existe un código de colores que no llega a entender.
El cómic es experimentación constante por parte del autor. Experimenta con las viñetas, con la composición, con el dibujo, con el color. Con el texto. Prácticamente con todos los elementos que componen un cómic. Y cada experimento transmite al lector unas sensaciones diferentes. Su narrativa es hipnótica. Los personajes turbadores, reducidos en muchas ocasiones a la mínima expresión corporal tras eliminar aquellas líneas corporales que no son necesarias. En este sentido, muchas viñetas resultan inquietantes; como esa en la que Arsène está sentado en una mesa, rodeado de otros comensales, pero él solo tiene ojos para Marieka; y el resto de comensales aparecen representados como simples círculos, sin rasgos faciales. Un cómic lleno de situaciones inverosímiles, ensoñaciones del propio Arsène Schrauwen que se antojan irreales, y que parecen más bien ensoñaciones provocadas por el calor tropical o la fiebre.
Arsène Schrauwen y el op-art
Arsène Schrauwen es un cómic diferente, inteligente, y un alegato al gusto estético, cuya influencia más evidente es el op-art. Juegos visuales, líneas geométricas, textos mal delineados, abstracción, deformación y juegos de contraste. Su autor, Olivier Schrauwen, escoge el difícil camino de sorprender. Y lo hace con voz propia, creando un microcosmos que se aleja de los convencionalismos y de la narración plana. Olivier Schrauwen crea sus propias reglas del juego y rompe todas las barreras del cómic, llevando la abstracción hasta niveles pocas veces visto en una novela gráfica. Sin duda, este autor llama a la puerta del Olimpo de los grandes autores del cómic. Y lo mejor es que viene para quedarse.
- Arsène Schrauwen
- Olivier Schrauwen
- Traducción: Alberto García Marcos, César Sánchez y Joana Carro
- Fulgencio Pimentel
- 2017 (1ª edición, 2012)
- 26,90€
