Chesapeake fue la batalla definitiva de la guerra de independencia norteamericana. El 5 de septiembre de 1871 se enfrentaron en la bahía de Chesapeake las armadas francesa y británica. El resultado práctico de la batalla fue un rotundo triunfo para los franceses, aliado de los EEUU. Lo que como consecuencia posibilitó la independencia de los Estados Unidos. Y en el resultado, la participación francesa fue definitiva. Este es el cómic que narra los acontecimientos que transcurrieron en torno a dicha batalla. Un cómic con muchas posibilidades didácticas.
La independencia de los Estados Unidos
Las trece colonias inglesas instaladas en la costa este de América protagonizaron en el siglo XVIII la primera insurrección colonial contra una metrópolis, y se convirtieron en el primer ejemplo de gobierno fundado sobre las ideas de igualdad y libertad. Los habitantes de estas colonias, conocedores del proceso político de Gran Bretaña, y animados por las ideas de igualdad, tolerancia y libertad que les llegaban de Europa, se enfrentaron a la metrópolis en defensa de sus derechos e intereses.
El 4 de julio de 1776, diputados de las trece colonias reunidos en Filadelfia redactaron la Declaración de Independencia de los EEUU, cuyo preámbulo fue escrito por Thomas Jefferson. Dicha declaración expresaba los principios que alentaban su revuelta: derecho a la libertad, búsqueda de la felicidad, y el deber de los gobernantes a respetar los derechos inalienables del pueblo. Muchos europeos, entusiasmados con estas ideas, apoyaron a los americanos.
Ante la revolución de las trece colonias norteamericanas, las monarquías europeas permanecieron impasibles. Hubo más de un Estado que prefirió permanecer al margen del conflicto, y que fuera Inglaterra la que se enfrentara sola a la insurrección de su colonia. En cualquier caso, para muchos era visto como una oportunidad para hacerse con parte de los negocios de los ingleses.
Por parte de los colonos. Unos prefirieron apoyar a la insurrección. Otros, por miedo o por falta de convencimiento, prefirieron apoyar a la corona inglesa. De hecho, ¿qué podían hacer los rebeldes mal equipados contra un ejército bien armado.
La batalla de Chesapeake
George Washington, que estaba al frente de los insurgentes, y que había sido oficial inglés durante la guerra de los Siete Años, era ahora dueño de una plantación de tabaco en la que trabajaban más de doscientos esclavos. Él lideró una insurrección que terminó en victoria, pero que no podría entenderse sin la colaboración de las tropas francesas. Luis XVI decidió apoyar finalmente a los insurgentes norteamericanos. Y lo que empezó siendo una guerra civil, se convirtió en un conflicto entre potencias europeas. De algún modo, la batalla de Chesapeake fue el combate definitivo de la guerra civil; en donde la participación francesa fue fundamental.
La mañana del 5 de septiembre de 1781, cuando 19 buques británicos regresaban a la bahía de Chesapeake, se encontraron allí 25 buques de guerra franceses, a los que cogieron por sorpresa. El cazador cazado. Sin embargo, aunque hoy pudiera parecernos absurdo, las tácticas habituales de batallas navales de las época marcaban que los barcos debían ponerse en línea, uno frente a otro, y bombardearse. Con lo cual, pese a ser cogidos por sorpresa, la flota francesa tuvo tiempo de ordenarse. Y el resultado final les fue favorable.
Tácticamente no hubo un vencedor claro. Pero las consecuencias que tendría para el posterior desarrollo de la guerra en las campañas terrestres, hace que la batalla de Chesapeake sea considerada una de las claves fundamentales del triunfo final. Hubo otras batallas determinantes como la batalla de Yorktown, la batalla de Cowpens o la batalla de Pensacola. Pero ninguna tan determinante.
Chesapeake, el cómic
Tercer título de la colección Las grandes batallas navales. Una colección que empezó a editar Norma a finales de 2018 y que promete ser una de las grandes colecciones del género bélico. Una oportunidad única para adentrarnos en el desconocido mundo de las batallas navales. Guionizada por Jean-Yves Delite, la colección está resultado una autentica joya para coleccionistas. Por su rigor científico, y por la calidad de su dibujo. Sobre todo en lo que a recreaciones de barcos se refiere. Una obra que bien podría haber tenido su lugar en nuestro listado de cómics para regalar por su calidad gráfica.
Respecto a Chesapeake, el autor nos sumerge en pleno proceso de independencia de las colonias norteamericanas. Con un dibujo muy detallista, la obra supone una aproximación didáctica en la línea de lo que buscamos en TBO en clase; y muy rigurosa a un enfrentamiento naval poco conocido, pero al mismo tiempo de enorme relevancia. Una obra en la que aborda la guerra desde una perspectiva realista: espionaje, contraespionaje, misiones pastorales que resultan no serlas, infiltrados, ejecuciones de prisioneros, búsqueda de aliados. Largas sesiones de observación a través de catalejos. Esperanzas de un mañana mejor que llevan a tomar decisiones. En definitiva, la guerra despojada de cualquier intento de majestuosidad. El día de a día de una guerra. Sin artificios ni edulcorantes. Y con todo, el autor consigue meterte de lleno en los entresijos del conflicto. Y pese a carecer de páginas de acción propiamente dichas, la lectura es realmente amena.
El autor, Jean-Yves Delite
El dibujo y guión de esta obra corre a cargo de Jean-Yves Delite, pintor oficial de la Marina y miembro titular de la Academia de las Artes y las Ciencias del Mar. De formación arquitecto, dio sus primeros pasos en el cómic en la revista Tintín, de 1984.
- Chesapeake. Las grandes batallas navales (Les Grandes Batailles Navales. Chesapeake)
- Jean-Yves Delite (dibujo y guión) y Douchka Delitte (color)
- Traducción: Eva Reyes de Uña
- Norma Editorial
- 2018
- 17,00€