El Diablo y el señor Twain

En los últimos tiempos hemos podido disfrutar de obras como La Divina Comedia de Oscar Wilde o Warburg & Beach que utilizan a literatos como hilo conductor del argumento. En este mismo grupo podemos incluir El Diablo y el señor Twain, editada en el 2022 por Dolmen, con guion de Koldo Azpitarte y dibujo de Mikel Bao. Una ocasión inmejorable para acercarnos a un literato cuya obra es bien conocida, pero cuya vida personal seguramente sorprenda a más de uno.

Presentada en capítulos cortos, casi a modo de colección por fascículos, que se pueden leer de forma independiente, pero que juntos forman un todo. Sin duda no es una elección baladí, puesto que cuando uno lee El Diablo y el señor Twain le recuerda a esas novelas por entregas que tan de moda se pusieron con Charles Dickens. Un enorme puzle en el que todas las pizas encajan. Aunque hay que reconocer que en parte es también su mayor debilidad, puesto que el lector está constantemente con la sensación de estar empezando el comic.

El Diablo y el señor Twain

El Diablo y el señor Twain nos presenta una galería de personajes relacionados con la vida de Mark Twain, entre los que destacan su amigo el inventor Nikola Tesla, el genio de las finanzas Henry Huttleston Rogers, el escritor Bram Stoker o la neurólogo y admirador de Twain Sigmund Freud. Esta es una de las partes más interesantes del cómic. Los autores hacen un esfuerzo por ofrecer al lector una visión personal de cada personaje, demostrando sin duda el enorme ejercicio de investigación que hay detrás de cada página.

El cómic ofrece algunos pasajes de su biografía que son importantes como la deuda que le acosaba, la muerte de su hija o sus giras por el extranjero. Pero también vemos distintos fragmentos de algunas de sus obras trasladados y versionados para el cómic. De hecho, son estos relatos los que muchas veces son usados como hilo conductor del argumento.

Koldo Azpitarte y Mikel Bao

Un dato llamativo de esta magnífica obra son sus autores. Para Koldo Azpitarte es su primera novela gráfica, para la que ha dedicado tres años de esfuerzo e investigación. Por su parte Mikel Bao es de profesión librero, y podríamos decir que se trata también de su primer gran trabajo. Los dos ya habían colaborado previamente en la revista Z y en La Resistencia, pero esta ha sido la primera gran obra de ambos. Enhorabuena. Han demostrado un gran potencial. Esperamos que pronto vuelvan a colaborar.