La forja de Manila

El dominio de España en Filipinas comenzó en 1565, con el primer asentamiento de Miguel López de Legazpi (En busca del tornaviaje). Filipinas pasó a convertirse durante tres siglos en una de las colonias españolas más importantes. Nos referimos al periodo del reinado de Felipe II, uno de los periodos más activos de la historia exterior española. El cómic La forja de Manila se centra en la defensa de su capital, Manila. Tenemos que saber qué Filipinas era un gran exportador de tabaco, azúcar y diferentes productos agrícolas. Y la ciudad de Manila se había convertido en el centro comercial de la región, y punto de encuentro de las rutas comerciales establecidas entre China y Europa. Su defensa era determinante.

¿Pero de quién se defendió la colonia? En La forja de Manila nos habla de Limahon, un señor de la guerra chino que supo rodearse de un gran número de personas con el único fin de encontrar un asentamiento estable, después de ser expulsado de las aguas chinas. Limahon comandaba una gran flota de unas 3.000 personas y 70 barcos de diferentes nacionalidades que ejercían la piratería. El cómic se centra de forma casi exclusiva en la defensa española de la ciudad, que a la larga supuso la consolidación de una de las colonias más prósperas y estables del imperio español.

Bien entrado el siglo XIX la colonia empezó a dar signos de agotamiento. Por entonces surgió un grupo de oposición a los españoles que reclamaba la independencia de Filipinas. En 1896 tuvo lugar la revolución de José Rizal y Andrés Bonifacio. Y en 1898, tras la derrota de España en la guerra hispano-estadounidense, Filipinas dejó de ser colonia española, en un desenlace final que ha pasado a conocerse como los últimos de filipinas.

El cómic se centra como ya se ha comentado en la defensa de la ciudad de Manila. El protagonista del relato es Juan Salcedo, nieto de Miguel López de Legazpi. El peso de su legado era enorme. Pero no estamos ante un advenedizo. Juan Salcedo ya había ayudado a su abuelo a la conquista de Filipinas, y expulsó a los musulmanes de Manila. En cualquier caso parece que una de las acciones más complicadas que tuvo que llevar a cabo fue precisamente la defensa de Manila del ataque chino. Un ataque de nefastas consecuencias, en el que murió, entre otros españoles, Martín de Goiti.

El relato de Raúl Vidal Salmerón y Alejandro Pérez Mesa resulta muy interesante para conocer cómo transcurrió la defensa de Manila. Pero también nos permite visualizar los ropajes, las armas o los barcos característicos de la época. Una recomendación personal: pensamos que puede ser más interesante leer los extras antes de empezar la lectura. La historia de la conquista y defensa de Filipinas no es un tema muy conocido por el público en general, con lo que muy posiblemente se pierdan en la lectura. Si has llegado a esta reseña antes de leer el cómic, ¡has acertado! Ahora a por el cómic.