Todo el mundo conoce a Jack el Destripador. Uno de los más famosos asesinos en serie de la historia. Al que se le atribuyen al menos cinco crímenes en el londinense barrio de Whitechapel en 1888. Pero al que muchos investigadores han atribuido decenas de otros crímenes llevados a cabo con otros modus operandi, como si de las mil caras de Jack el Destripador se tratase.
La forma de actuar siempre tuvo patrones en común, más allá de que sus víctimas fueran prostitutas. Corte en la garganta, mutilaciones genitales y abdominales, extirpación de órganos y desfiguración de los rostros. En las cinco primeras víctimas se observa que este patrón siempre se mantuvo. Sin embargo, después de la quinta víctima nos encontramos con un parón en sus actividades. Y cuando se reanudan los crímenes, el patrón de los asesinatos cambia radicalmente y deja de responder a un esquema fijo.
Las mil caras de Jack el Destripador
Esto ha dado pie a que muchos investigadores interpreten que estamos ante asesinos distintos que tratan de emular al famoso asesino en serie. Pero bien podría ser que Jack estuviera actuando de otras formas diferentes para despistar a la policía. O que simplemente estuviera experimentando otras formas. Posiblemente nunca lo sepamos.
Con todo, desde finales del siglo XIX han proliferado numerosas especulaciones, interpretaciones y adaptaciones hasta convertir a Jack el Destripador en un icono cultural que ha sido llevado al cine, la literatura o el cómic. En este último caso destaca From Hell de Alan Moore y Eddie Campbell, posiblemente la adaptación más rigurosa y conocida llevada al cómic. Pero Las mil caras de Jack el Destripador que tenemos ahora por delante no se queda atrás.
Entre 1984 y 1985 se publicó en la revista Creepy la serie Las mil caras de Jack el Destripador. Sus autores fueron Antonio Segura (guion) y José Ortiz (dibujo). La calidad del material le valió para que un año después todo el material fuera recopilado en un libro que hoy día es objeto de coleccionista. En el se nos muestra el último crimen canónico de Jack el Destripador, y luego, cada capitulo ilustra toda una suerte de desgracias y asesinatos que pudieron ser obra de imitadores, o del propio Jack.
Obra cumbre del cómic ochentero
El resultado es absolutamente magnífico. Tanto por el argumento de las historias de Segura, como por el dibujo de Ortiz. Ambos rellenan los vacíos históricos con historias que calzan perfectamente con los mejores relatos de Crespo, y dejan su impronta en el mito de este personaje histórico sobre el que tanto se ha especulado. El objetivo del trabajo está muy lejos de aportar nuevos argumentos al relato histórico, sin embargo permite al lector ávido hacerse una idea muy certera de como era el ambiente de las calles de Londres en la época victoriana. Sobre todo sus noches frías y oscuras. Sin duda estamos ante un cómic que ningún amante de la buena lectura deberá dejar pasar. Quedan avisados, Las mil caras de Jack el Destripador es una verdadera joya que merece un hueco en nuestras estanterías.
- Las mil caras de Jack el Destripador
- Antonio Segura (guion) y José Ortiz (dibujo)
- Coordinación e introducción: Javier Alcázar
- Isla de Nabumbu
- 2022 (Publicado por primera vez en 1984-1985)
- 25€