Mary Jane

¿Sabrías decir el nombre de la última víctima de Jack el Destripador? Se trata de Mary Jane Kelly, asesinada en 1888 presumiblemente a manos del asesino no identificado Jack el Destripador. De él se piensa que pudo asesinar a cinco mujeres entre agosto y noviembre de 1888 en la zona de Whitechapel en Londres. Pero lo cierto es que si la figura de Jack el Destripador resulta enigmática en muchos de sus aspectos, todo lo que rodea a Mary Jane se mueve más en el terreno de la especulación que del conocimiento histórico.

Nacida en Irlanda, emigrada a Gales, y asesinada en Londres. Su vida es un drama que acabará con un baño de sangre, y cuya muerte pasará a la historia como uno de los sucesos más sangrientos del siglo XIX. Y ahora ha sido llevada al cómic. Frank Le Gall es el guionista de esta apasionante historia, con dibujo de Damien Cuvillier.

Más allá del suceso que se narra, lo más destacable del cómic es el contexto histórico en el que se desarrolla: la Inglaterra victoriana de finales del siglo XIX; y la visión de una ciudad como Londres a la que acudían miles de personas hambrientas y harapientas a llenar los suburbios. Fábricas, suciedad, barrios marginales o locales de citas. Con un dibujo espectacular, Frank Le Gall y Damien Cuvillier nos hablan del drama de ser viuda joven en un pueblo rural de Gales. De la sociedad de clases en el Londres de finales del siglo XIX. Nos da un paseo por el Londres nocturno, sus calles y monumentos. O aborda el drama de las mujeres dentro de las relaciones de pareja en estos años.

Más allá de sacar a la luz a los protagonistas más anónimos del legado de Jack el Destripador, el cómic nos ofrece una nueva visión cientos de veces retratada: la Inglaterra más decadente y oscura que inmortalizó Charles Dickens en buena parte de sus obras. Y que no ha quedado de espaldas al mundo del cómic. Obras como From Hell, Fog o Basil y Victoria, Peter Pan o La Liga de los hombres extraordinarios dan buena muestra de ello. Y este Mary Jane no se queda atrás a la hora de ofrecer su particular visión.

Por todo ello se trata de un comic muy recomendable. Pero sin embargo, te deja con la sensación de que determinados aspectos se podrían haber llevado con mayor profundidad. Se puede apreciar cierta premura en abordar las distintas tramas que se van abriendo a lo largo de la historia. Y llega a ser frustrante que Mary Jane haya sido el resultado de un trabajo de casi treinta años que por un motivo o por otro nunca llegó a tener el apoyo editorial necesario para haberse convertido en lo que el autor hubiera deseado.