La toma de Málaga, 1937

Hoy presentamos un nuevo titulo de la colección sobre la guerra civil española que nos ofrece Carmona en Viñetas dentro del Universo 36. Se trata de 1937, la toma de Málaga. Un cómic que vuelve a ocuparse del año 1937, así como ya lo hicieron La batalla del Frío, Los sucesos de mayo, o Los niños de la guerra. Un cómic orientado a un público juvenil, mezclando la historia de la guerra civil española con superhéroes. En concreto, en este número se narra la toma de Málaga. Unos hechos que sin duda firmaron una de las páginas más trágicas y tristes de nuestra historia reciente. Por lo tanto, el cómic mantiene durante sus casi cuarenta páginas una atmósfera de desolación y tristeza. Mezclada con la esperanza de un futuro incierto.

la toma de Málaga
La población civil sufrió las bombas mientras huía

La toma de Málaga: la historia

El 3 de febrero de 1937 tuvo lugar la toma de Málaga. Unos hechos que apenas duraron una semana gracias a la ayuda italiana. Las tropas sublevadas contaron con la inestimable colaboración del Corpo Truppe Volontaire (CTV). Una tropa de más de 50.000 efectivos mandada por Benito Mussolini a España. Y con ello, carros de asalto, autos blindados y la Aviación legionaria italiana.

Málaga era un lugar estratégico. Con acceso al mar, y clave para la toma de Andalucía oriental. Por ello las tropas de Franco pusieron mucho empeño en esta batalla.

Avanzando por las carreteras, las tropas sublevadas fueron avanzando; al tiempo que los malagueños huían por carretera. Y de manera paralela, la capital malagueña estaba sufriendo bombardeos día y noche desde tierra, mar y aire. La resistencia se volvió imposible.

la toma de Málaga

La ciudad de Málaga fue incapaz de resistir el asedio de las tropas sublevadas. Esto motivó una auténtica desbandada por carretera. Miles de ciudadanos abandonaron la ciudad por carretera, camino hacia Almería; pero sufrieron el incesante bombardeo de los aviones. Miles de muertos quedaron en las cunetas. Ciudadanos de a pie que murieron mientras abandonaban sus casas. Se firmaba así uno de los hechos más trágicos de la guerra civil española; y que merece la pena no olvidar jamás.

 

La toma de Málaga:  el cómic

capitanía general de sevilla
Capitanía General de Sevilla

En 1937, la toma de Málaga se narra la ocupación de dicha ciudad a manos de las tropas sublevadas. Una ocupación que vemos en sus primeras páginas que está dirigida desde Sevilla por Queipo de Llano. Y para ello, las tropas franquistas recibieron la ayuda italiana. Una ayuda que llegó de la mano de supervillanos italianos. Eran los operativos especiales de la Corpo Truppe Volontaire: Faro, Dante, Vesubio o Scintilla. El objetivo era reducir cualquier tipo de oposición y proceder con la toma de Málaga.

Los poderes de estos supervillanos eran diversos, aunque destacan Vesubio y Faro. El primero tenía el poder de implosionar, llevándose consigo todo lo que tuviera alrededor. Un nombre que es un obvio homenaje al monte Vesubio; famoso por sepultar con su erupción a las ciudades de Pompeya y Herculano. Y Faro, con el poder de lanzar rayos a los enemigos.

 

Oponiendo resistencia nos encontramos a los camaradas republicanos, que reciben la ayuda de algunos superhéroes. Destacan Culebra, Colmena, Nájar y Jineta. A ninguno de ellos les aguarda un futuro halagüeño. Colmena puede controlar a las abejas, y atacar al enemigo con ellas. A Culebra le salen aguijones de sus manos, como su fuese Lobezno. Najar es un bandolero gitano que puede teletransportarse de un lugar a otro.

En el cómic se pueden ver varias emboscadas. Se aprecia claramente la ayuda militar que recibió el bando sublevado por parte de las tropas italianas. Se ilustra un bombardeo de la aviación italiana. Y finalmente, se recrea la toma de Málaga a manos de las tropas italianas; con la inestimable ayuda de la Armada sublevada.  El 8 de febrero la masacre había concluido. O había empezado, según se mire.

la toma de Málaga

La obra concluye con una recreación de Miguel Hernández y su texto «El pueblo en armas».  El texto fue publicado en el diario «La voz del combatiente» el 23 de enero de 1937.

Italianos y alemanes, asesinos y asesinos del fascismo, han tenido tiempo de comprobar que aquí se lucha y se muere con la cabeza en alto y que nunca nos harán vivir con el cuello inclinado.

Sabedlo otra vez; nos importa más la muerte en la trichera que la vida en vuestro régimen

Miguel Hernández, 23 de enero de 1937

miguel hernández

 

 

Deja un comentario