Lamia nos cuenta la historia de Laia, una mujer de Barcelona, embarazada, que espera preocupada la vuelta de su marido. Pero Laia vive una mentira. Laia les ha contado a todos que su marido se ha ausentado de casa por motivos laborales. Sin embargo, al mismo tiempo, ha contratado los servicios de Mariano «Her Doktor», un detective privado cuyos métodos de hipnosis han ayudado a resolver infinidad de casos. Su marido se ha marchado de casa y no sabe nada de él en semanas. Una historia singular en la que nada es lo que parece, y que supuso el premio nacional del cómic en el año 2017 para Rayco Pulido; un completo outsider en el mundo del cómic.
La primera duda que nos surge al acercarnos al cómic es el por qué del título. Lamia es un personaje de la mitología clásica. Una criatura femenina caracterizada por sus dotes de seducción, y por asustar a los niños. Lamia era una reina de Libia a la que Zeus amó. Y Hera, celosa, le transformó en un monstruo y mató a sus hijos. A partir de aquí, sentiría envidia del resto de madres y no dudará en devorarlos. Sin duda, un nombre muy bien escogido por parte del autor. Aunque no diremos mucho más, para no desvelar detalles importantes de la trama.
Lamia, premio nacional del cómic 2017
A muchos les cogió por sorpresa el galardón de Lamia como premio nacional del cómic 2017. Pero lo cierto es que el cómic tiene muchos ingredientes para que la elección fuera más que correcta.
En primer lugar la historia atrapa de principio a fin. A través de pequeños capítulos autoconclusivos y giros, que van dando forma al argumento. No es tan importante el quién, sino el cómo y el por qué.
Por otro lado, las constantes referencias a la ciudad de Barcelona y sus calles resultan también muy atractivas para el lector. O el guiño al famoso programa radiofónico de Elena Francis, que se emitió en España entre 1947 y 1984. Y es que en Lamia, la protagonista trabaja en el consultorio telefónico de Elena Bosch, desde donde atiende a los oyentes.
También destacan determinados elementos visuales que llaman la atención del lector. Como los diálogos que se cortan con personajes que se cruzan por delante de los bocadillos. O el uso de la geometría.
Un retrato de la España más oscura
Pero Lamia es también un retrato muy certero de la España de los años cuarenta. La España nacional católica; la España machista en la que historias como las de Laia estaban muy lejos de ser una excepción. Mujeres relegadas a su función de esposas sumisas, condenadas a sufrir y a tomarse el matrimonio con resignación. Incluso si su marido frecuenta ambientes homosexuales, le maltrata o le es infiel, la mujer debía mirar para otro lado. Es la idea de la mujer cristiana, devota, obediente, patriótica y ama de casa. Mujeres educadas para perpetuar el régimen nacional-católico.
La radio se convirtió en los años 40 en un elemento de socialización del régimen; especialmente para las mujeres, que hacían las tareas domésticas al mismo tiempo que escuchaban la radio. Y en Lamia la radio tiene un papel primordial, actuando como hilo conductor de las distintas tramas.
Con una atmósfera que nos recuerda mucho a Yo, asesino, publicado por Antonio Altarriba en 2014, Lamia consigue atraparnos desde el principio del relato. Sin duda, una obra muy recomendable.
- Lamia
- Rayco Pulido Rodríguez
- Astiberri
- 2016