La editorial Norma acaba de publicar la última obra de Pierre Christin y Sébastien Verdier. Un retrato biográfico de George Orwell, el autor de obras universales como Rebelión en la granja o 1984. Orwell es sin duda uno de los autores más influyentes del siglo XX; y su vida está a la altura de sus obras. Sin duda, estamos ante una obra necesaria, que hace justicia al personaje. Un autor que ha atravesado la línea de la creación, convirtiendo su propio nombre en adjetivo. Orwelliano es sinónimo de todo aquello que va más allá de la propia libertad, y se adentra en el terreno del control, de la vigilancia, de la negación de la verdad; incluso lo totalitario.
Y es que George Orwell, por encima de todo, era un personaje en sí mismo, cuya vida giró en torno a tres grandes acontecimientos; los mismos que sirven como título para los tres capítulos del cómic. Orwell antes de Orwell; Blair inventa a Orwell; y Orwell Orweliano. Capítulos que están intrínsecamente relacionados con sus experiencias vitales: su experiencia en Birmania como hijo de un administrador del ministerio del opio del gobierno colonial de la India; el tiempo que pasó en los bajos fondos de Londres y París, conviviendo con la clase obrera; su trascendental estancia en Barcelona, en plena guerra civil española; y el estallido de la segunda guerra mundial.
Christin y Verdier
Los autores de esta obra biográfica son el veterano guionista francés Pierre Christin, (Fin de Siglo) y el dibujante Sébastien Verdier. Pero cuenta también con la colaboración de un elenco de autores de la talla de Juanjo Guarnido (El buscón en las Indias), Manu Larcenet (Los combates cotidianos), o el propio Enki Bilal (El Muro); que ilustran algunos de los principales momentos vitales de Orwell. Intervenciones que no hacen sino acrecentar el valor de la obra; que viene acompañada con un epílogo del autor en el que refleja las obras y artículos en los que se ha basado para llevar a cabo la biografía de Orwell.
Eric Arthur Blair
Sébastien Verdier y Pierre Christin comienzan su relato desde la infancia de Orwell. Aunque por entonces nadie le conocía así, sino por su verdadero nombre, Eric Arthur Blair. En sus primeros años descubrimos su temprana afición por la lectura fantástica, sus amores de la niñez, su pasión por el campo y la naturaleza, y posteriormente su paso por la escuela de Saint Cyprian y luego por la elitista Eton; hasta que finalmente siguió la estela familiar y se alistó en la policía birmana. Allí comprendió una de las lecciones más importantes de su vida: el imperialismo era un mal en sí mismo.
Posteriormente su afición a la escritura le llevaría a adoptar distintas personalidades. Frecuentaría los bajos fondos londinenses cuando vivía en Portobello Road, convirtiéndose en un indigente en su propio país. Se trasladaría más tarde a París, sin blanca, y consiguió un precario trabajo como lavaplatos. Volvería a Londres y frecuentaría los distintos albergues, conviviendo con enfermos de viruela y todo tipo de desamparados. En definitiva, Eric Blair fue recogiendo todo tipo de experiencias que luego plasmó en sus obras: Como mueren los pobres, La política de la inanición, El albergue, Matar a un elefante, Sin blanca en París…
Para entonces Blair estaba preparado para adoptar un pseudónimo: nace George Orwell.
Orwell, un artista comprometido
El segundo capítulo de Orwell narra su matrimonio con Eileen O’Shaughnessy en 1936, y su posterior marcha a Barcelona a combatir junto a las Brigadas Internacionales. Allí conoció una ciudad tomada por la clase obrera, vio el derribo de iglesias, y la rivalidad existente entre los distintos grupos de izquierda que coexistían en el gobierno de Barcelona; la rivalidad entre socialistas, comunistas, anarquistas y el POUM. Una problemática que ya hemos visto con anterioridad en otros cómics, como No pasarán, de Vittorio Giardino; o Mattéo, de Gibrat.
Se podría decir que fue en España en donde terminó por desencantarse de los partidos de izquierda. Orwell llevó su personaje en España al límite. Puso su propia vida en juego combatiendo en las trincheras, y una bala perdida estuvo a punto de acabar con su vida. Una experiencia que le serviría para escribir una de sus obras más reconocidas, Homenaje a Cataluña.
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George Orwell, un artista eterno
El tercer arco de la obra coincide con su etapa más prolífica de escritor; así como su marcha a Marruecos para recuperarse de una tuberculosis. También vemos el estallido de la segunda guerra mundial, y su participación en la misma. Quizás, la última gran aventura que le quedaba antes de su repentina muerte.
Una edición preciosa, con tapa dura, y dibujos en blanco y negro que se intercalan con imágenes a color, dibujadas por colaboradores de la talla de Juanjo Guarnido o Enki Bilal; y que hacen de esta edición, un merecidísimo homenaje a la figura de George Orwell. El único punto negro de la edición nos lo encontramos entre las páginas 96 y 98, cuando incomprensiblemente los autores se dejan llevar quizás por el relato del propio Orwell y abordan la represión posterior a los sucesos de mayo con cierta conexión fascista, e incluso se ven banderas de falange por las calles. Algo difícil de creer hasta 1938 cuando las tropas sublevadas marcharon sobre Barcelona.
Solo queda, en tiempos como los actuales, recomendar la lectura de 1984 o Rebelión en la granja; dos lecturas que aportan luz en cualquier momento de oscuridad.
Si os ha gustado la reseña, os dejamos aquí la descarga gratuita de la nota de prensa de la obra.
- Orwell (George Orwel)
- Sébastien Verdier (dibujo) y Pierre Christin (guión)
- Traducción: Xisca Mas
- Norma
- 2020
- 25,00€