Misión Murillo – Un cómic de Carmona en Viñetas

La iniciativa de Carmona en Viñetas de publicar cómics con un enfoque didáctico nos parece un proyecto muy enriquecedor; y en la línea de lo que buscamos en TBO en clase. Cómics como Los niños de la guerraEgipto y sus conjuros, son muy motivadores para usarlos con un público juvenil. En esta ocasión se trata de Misión Murillo, del año 2018. Un cómic que sacará una sonrisa a cualquier lector, con guión de Rafael Jiménez (Nordumani), y dibujo de Manuel Díaz.

Argumento de Misión Murillo

Murillo
El niño del Buen Pastor ha perdido su borrego, y no puede parar de llorar

El argumento, como suele ocurrir con esta línea editorial, es simple (aunque no por ello menos divertido). El Cuerpo Especial de Agentes de Arte (CEAA) se dedica a tratar con los personajes de las obras de arte. Literalmente. Los agentes acuden siempre que son requeridos, generalmente por museos y galerías de arte, en donde determinadas obras «se han metido en problemas». En esta ocasión la llamada la realiza un vigilante de seguridad del Museo del Prado, en Madrid. Se ha dado cuenta que el niño del cuadro de Murillo El Buen Pastor, está llorando desconsoladamente. ¿Qué le pasa? Pues para eso han llamado al CEAA. Para que lo averigüe y lo solucione.

Con un dispositivo de alta tecnología, la agente que ha acudido en horario nocturno al Museo del Prado se introduce dentro del propio cuadro, lo que le permite interactuar con los personajes del mismo. Y esto le posibilita averiguar el motivo por el que llora el pobre niño del cuadro de Murillo; que no es otro que dos niños le han robado su borreguito. En adelante, todo un mundo de fantasía y arte se abre ante los lectores.

Un mundo hecho de fantasía. Donde no hay materia sino ideas. El mundo del arte.

Una gymkhana «artística» por la obra de Murillo

A partir de aquí asistimos a una especie de gymkhana en la cual la agente de la CEAA va a ir pasando de cuadro en cuadro de Murillo tratando de localizar el borreguito del Buen Pastor

Joven Mendigo, Santas Justa y Rufina, Niños comiendo uvas y melón, Mujeres en la ventana, Bodas de Caná, Cuatro figuras en un escalón, Tres muchachos, Adoración de los pastores, Niños comiendo de una tartera, entre otras obras del artista Esteban Murillo.

En algunas de las obras aparecen indicaciones e incluso una pequeña reseña; pero en la mayoría no vemos el nombre, sino que simplemente sirve como nexo para la siguiente pista, lo que permite a nuestra protagonista saltar de cuadro en cuadro hasta dar con el borreguito «perdido». Y al final, todo solucionado y un poquito de sorpresa.

Como dijimos, un argumento simple, pero que resulta muy atractivo para los jóvenes que empiezan a acercarse a la obra de Murillo; y por lo tanto, tremendamente útil para los docentes que tratamos de que nuestros alumnos y alumnas identifiquen las principales obras del maestro por excelencia de la escuela barroca sevillana.

Y es que además, se trata de una obra que bien puede ser usada tanto para primaria como para secundaria. Haced la prueba: leed en clase el cómic Misión Murillo con vuestros alumnos y alumnas, y pedidles que identifiquen los títulos de cada uno de los cuadros que aparecen. Y como no todos están en el Museo de Bellas Artes, que busquen dónde están cada uno de ellos, y qué pasaje representan. La diversión está asegurada.

 

 

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