Nuestros amigos de Cascaborra Ediciones han publicado recientemente un cómic sobre uno de los guerrilleros más conocidos de la historia de España contemporánea, el Empecinado. Un cómic que desde TBO en clase no podíamos dejar pasar la oportunidad de reseñar. Se une así a las biografías de otros personajes históricos que han ido apareciendo en la colección, como Martín Álvarez o El Gran Capitán.
El cómic de Miguel Gómez Andrea «Gol» (El Gran Capitán) y Agustín Garriga, narra dos momentos históricos diferentes. Por un lado la mayor parte del cómic se centra en los hechos transcurridos durante la llamada guerra de la independencia. Y por otro nos cuenta que ocurrió en España durante el trienio liberal. Los dos momentos históricos en los que Juan Martín Díez, el Empecinado, ocupó un protagonismo destacado.
Se trata de una obra en donde se hace difícil separar el contexto histórico del propio relato. Por ello, no queremos dejar pasar la oportunidad para ilustrar parte de una de las guerras más épicas de nuestra historia contemporánea que narró con tanto ahínco Benito Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales.
Contexto histórico de El Empecinado
Del Tratado de Fontainebleau al Motín de Aranjuez
El relato de El Empecinado comienza en 1808, a inicios de la guerra de la independencia. Pero para entender cómo se llega a esa situación tenemos que retroceder un año atrás.
No se menciona en el cómic, pero en 1807, España y Francia firman el Tratado de Fontainebleau. Con dicho tratado, las tropas napoleónicas obtenían permiso para cruzar España y poder atacar Portugal, aliada de Inglaterra. A cambio se pactaba un futuro reparto de Portugal entre Francia y España. A partir de aquí los acontecimientos se sucederán de manera extremadamente rápida: la alarma de Godoy ante el alto número de tropas francesas que se acercaban a Madrid; el motín de Aranjuez contra Carlos IV; y la proclamación de Fernando VII como rey absoluto.
Las abdicaciones de Bayona
Napoleón, bien informado de cuanto estaba ocurriendo, decidió ocupar el trono de España; visto que los propios interesados le reclamaban a él mismo para que actuara como intermediario. Tas una hábil maniobra, Napoleón colocó como monarca español a su hermano José Bonaparte.
Pero José I nunca contó con el apoyo del pueblo. Conocido popularmente como Pepe Botella por su supuesta afición a la bebida, tuvo que lidiar constantemente con la total incomprensión de los españoles. Un hecho que queda magníficamente retratado en El Empecinado. Para gran parte de la población, José I no era más que un monarca impuesto; un extranjero que había tomado el poder por las armas. Aquellos que se opusieron a la dinastía napoleónica eran conocidos como patriotas; y estaba formado por un grupo muy heterogéneo que iba desde parte del clero y la nobleza a los ilustrados y liberales; mientras que aquellos que le apoyaron eran conocidos como afrancesados, entre los que se hallaban intelectuales, altos funcionarios y una parte de la nobleza. En cualquier caso, la mayor parte de la población española esperaba la vuelta de Fernando VII, el Deseado, y rechazaban a José I.
La guerra de la independencia
El 2 de mayo, ante noticias inciertas sobre las verdaderas intenciones de Napoleón, el pueblo de Madrid se levantó en armas; siendo duramente reprimido por las tropas al mando del general francés Murat. Pero su ejemplo cundió por todo el país y la población se levantó rápidamente contra el invasor. Comenzaba así la guerra de la independencia. Una guerra en la que actuaron a la par la iniciativa espontánea de buena parte de la población, con la organización de Juntas de Armamento y Defensa que pretendían cubrir el supuesto vacío de poder que había dejado la abdicación de Carlos IV y su hijo Fernando VII en Bayona. Es en este punto donde comienza el relato de El Empecinado. Un relato en el que se van intercalando magistralmente estos dos modos de concebir el desarrollo del conflicto.
La guerra de guerrillas y el Empecinado
La superioridad francesa era clara: un ejército bien preparado, con movilidad y con nuevas tecnologías y técnicas. España había sido invadida y poco se podía hacer para impedirlo. Sin embargo, la resistencia ofrecida en las grandes ciudades, y la táctica de guerra de guerrillas, dio como resultado campañas tales como los sitios de Gerona o Zaragoza; y sobre todo, la victoria en la batalla de Bailén, el 19 de julio de 1808.
Uno de los puntos fuertes que podemos ver en el cómic es la guerrilla. La guerra de guerrillas fue la forma espontánea y popular de resistencia contra el invasor. Partidas formadas por campesinos, burgueses, curas o gente de cualquier otra ocupación, se organizaban con un jefe de cuadrilla al frente para luchar contra los franceses. Su mejor arma era el conocimiento del terreno y el apoyo de la población. No se enfrentaban a campo abierto, sino que actuaban en pequeños grupos, hostigaban al ejército, destruían sus instalaciones o asaltaban los cargamentos de avituallamiento.
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La intervención de Napoleón y el fin de la guerra de la independencia
Contrariado, en 1809 Napoleón movilizó la Gran Armada (Grande Armée) para ayudar a su hermano; y penetró en España con 250.000 hombres. Y aunque consiguió controlar la situación momentáneamente, la guerra de guerrillas acabó minando la moral francesa; que por otra parte se había convertido en la única fuerza de resistencia. Francia, a pesar de su enorme potencial, era incapaz de acabar con la situación. La resistencia estaba agotando poco a poco la dañada moral francesa.
En 1812 Napoleón tenía sus miras centradas en la campaña de Rusia, y decidió poner fin a la guerra firmando el Tratado de Valençay a finales de 1813. La guerra había terminado.
El Sexenio Absolutista, el Trienio Liberal y el Empecinado
El regreso de Fernando VII planteaba al monarca la problemática de integrarse en el nuevo sistema liberal definido en las Cortes de Cádiz, o por el contrario, volver al absolutismo del Antiguo Régimen. Se iniciaba así un periodo de continuos bandazos entre las doctrinas del liberalismo y las tendencias absolutistas, que se mantendría hasta 1833, fecha de la muerte del rey.
La primera decisión del rey a su llegada fue restaurar el absolutismo en España. Sin embargo, esta vuelta a lo anterior contó desde muy temprano con una constante oposición representada en gran parte por los pronunciamientos militares que se sucedieron a lo largo del periodo. La mayoría de ellos fracasaron, pero casi todos fueron protagonizados por aquellos que habían combatido al invasor francés al grito de ¡viva la Constitución! Y es en este punto en el que se inicia el segundo arco de El Empecinado; con su intervención y colaboración en el Trienio Liberal. No diremos más para no desvelar el final.
¿Dónde comprar El Empecinado?
El Empecinado, es un cómic actual, por lo que debe ser fácil de comprar en vuestra tienda habitual de cómics, e incluso encontrarlo en las estanterías de cualquier gran superficie. Aunque también tenéis la opción de comprarlo en alguna de las decenas de tiendas de cómic online. Pero si queréis ir sobre seguro, os dejo el enlace a la propia web de Cascaborra,
- El Empecinado
- Miguel Gómez Andrea «Gol» (guión) y Agustín Garriga (dibujo)
- Cascaborra Ediciones
- 2019
- 15,00€