Esperaré siempre tu regreso

Esperaré siempre tu regreso es el relato biográfico de Francisco Aura Boronat. Joven natural de Alcoy que en 1936 se alistó al ejército republicano con tan solo 17 años. Sin antecedentes políticos ni una ideología claramente definida, Paco se alistó a la guerra con el único objetivo de salir de la miseria. Participó en la defensa de Madrid, la batalla de Brunete o la batalla del Ebro. Luego llegó al derrota del bando republicano y el exilio a Francia. Como tantos otros, llegó al campo de Argelés-Sur-Mer; luego a Saint Cyprien; y finalmente a Le Barcarés. Todos ellos campos de concentración franceses. Dormían en mantas a la intemperie, con frío y con lluvia. De manera infrahumana. Aunque lejos del peligro de las balas.

Al poco tiempo empieza la segunda guerra mundial, y el gobierno francés ofrece a los españoles que se encontraban todavía en sus campos la oportunidad de participar en la lucha contra el fascismo europeo. Francisco Aura parece que no tuvo muchas dudas, y fue destinado a la compañía de trabajadores extranjeros (CTE). Su cometido era la construcción de defensas en las fronteras. Y en concreto trabajó en la construcción y fortificación de la línea Maginot. Una muralla defensiva que debía cruzar la frontera francesa con Alemania. El mayor proyecto defensivo costeado por Francia, y el resultado fue un completo fracaso.

Francia fue derrotada. Los nazis avanzaron. Y Francisco Aura fue finalmente apresado y mandado a distintos campos de concentración alemanes. El gobierno español no quiso reconocer a los prisioneros españoles en manos nazis. Y los propios nazis se vieron de repente con una ingente cantidad de personas de los que podían disponer libremente como mano de obra «barata».

Francisco Aura y Mauthausen

Y así es como Paco Aura llegó al campo de Mauthausen. Todo ello se nos narra en Esperaré siempre tu regreso con un dibujo sencillo pero efectivo, y con una sobresaliente capacidad didáctica.

Mauthausen es un conjunto de campos de concentraciones en Austria, muy cerca de la ciudad de Linz, y a donde fueron a parar miles de españoles. Y muchos de ellos no salieron con vida. Allí la situación no era muy distinta a la de otros campos de concentración. Una miseria humana retratada hasta la saciedad en películas, libros y cómics; como es el caso del soberbio Maus, de Art Spiegelman; o Auschwitz de Pascal Croci. Y cuyos responsables fueron llevados al proceso de Nuremberg.

En esta parte de Esperaré siempre tu regreso vemos la falta de humanidad que se respiraba en cada rincón de Mauthausen. Las cámaras de gas; el trabajo inhumano; las alambradas; los intentos de fuga que se pagaban con muertes dolorosas; las humillaciones en público; las enfermedades; o la falta de comida. Pero en Esperaré siempre tu regreso también se ven detalles como los kapos; presos escogidos por las SS y que colaboraban con las autoridades alemanas haciendo las veces de carcelero a cambio de ciertos privilegios, y que muchas veces eran los más sádicos y crueles. Se narra como los alemanes no odiaban particularmente a los españoles; aunque sí los polacos, ya que consideraban a los españoles como anticatólicos y anticlericales. Y sobre todo muertes. Muchas muertes de todo tipo y de todos los colores.

Esperaré siempre tu regreso es un cómic imprescindible tanto para conocer no solo el trato que recibieron los españoles en los campos de concentración alemanes; sino el desprecio con el que los españoles fueron recibidos en la frontera de nuestro país vecino. Refugiados políticos que apenas encontraron la solidaridad; frente a otros que sí tuvieron facilidades; u otros que solo encontraron las cunetas y las fosas comunes. Personas encerradas en improvisados campos de concentración. Países democráticos que miraron para otro lado. Y una prensa que no dudó en tratar a los españoles como humanos de segunda categoría.

Y sin embargo, cuando el gobierno francés necesitó la ayuda de los soldados españoles para luchar contra el fascismo, no dudaron ni un momento qué debían que hacer. Una historia silenciada, olvidada, y que merece ser contada una y otra vez. Porque lo que no se cuenta y no se estudia se acaba olvidando.

Os dejamos aquí el corto que se realizó gracias a la colaboración de la Red de Escuelas Asociadas de la Unesco y el Ayuntamiento de Alcoi.

Esperaré siempre tu regreso, un cómic muy didáctico

Pero el punto más destacado de Esperaré siempre tu regreso es su componente didáctico. La novela gráfico de Jordi Peidro es una obra muy indicada para trabajar en secundaria el fenómeno del exilio; y cómo afectó el estallido de la segunda guerra mundial a los exiliados españoles. ¿Qué situación les esperaba en España para que Paco Aura y otros miles prefiriesen quedarse en Francia y no volver? También nos permite ver cómo los campos de concentración deshumanizan a las personas a través de la humillación y la violencia. En definitiva, un cómic lleno de pequeños detalles que nos permite trabajar con la clase multitud de contenidos. Esperaré siempre tu regreso es un cómic imprescindible para los docentes.